Acuerdo

¿Cómo son las islas artificiales en las que se inspira el modelo de compensación para el futuro entorno del aeropuerto de Barcelona?

La ampliación de El Prat exige a la Generalitat medidas que reduzcan el impacto ambiental y permitan recibir el aval de la Comisión Europea

La propuesta de ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat reduce en 87 metros la afectación de La Ricarda

DIRECTO | Aeropuerto de El Prat de Barcelona: última hora de la propuesta de ampliación presentada por Salvador Illa

Un avión sobrevuela la laguna de la Ricarda antes de tomar tierra.

Un avión sobrevuela la laguna de la Ricarda antes de tomar tierra. / FERRAN NADEU

Inés Sánchez

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Generalitat, Gobierno y Aena han llegado a un acuerdo este martes para la ampliación del Aeropuerto de El Prat, una propuesta que llevaba cuatro años en la mesa y que hasta ahora no ha logrado alcanzar suficiente consenso político.

Este acuerdo contempla invadir zonas protegidas para alargar la tercera pista, por lo que exige otras medidas que reduzcan el impacto ambiental y así poder recibir el aval necesario de la Comisión Europea. La ampliación, tal y como está prevista en el acuerdo, impacta directamente en el espacio natural del Delta del Llobregat, un entorno que cuenta con protección europea al pertenecer a la Red Natura 2000 y que obliga al Consejo de Ministros a justificar ante la CE razones imperiosas de interés público.

La Generalitat ha anunciado en un comunicado un nuevo Fondo Ambiental del aeropuerto que permitirá mejorar el estado y la calidad de los ecosistemas amenazados. El plan de Aena contempla proteger 10 nuevas hectáreas por cada una afectada por la ampliación y crear un "anillo verde" alrededor de la zona que conecte corredores biológicos e interconecte zonas protegidas.

Róterdam: modelo de compensación que inspira al nuevo aeropuerto

El plan de AENA pretende compensar "los efectos adversos sobre los hábitats y las poblaciones de especies protegidas" y ponen de ejemplo la creación de cinco islas artificiales que implementaron en el lago Markermeer en 2018 en Róterdam para reducir el impacto del mayor puerto de Europa.

El archipiélago de cinco islotes de Róterdam fue un innovador sistema que permitió reducir el impacto ambiental que había producido la creación de un muro entre el lago y el banco de agua Ijsselmeer, una edificación que cortó la corriente de agua ambos y que produjo que muchas menos aves y peces fueran viables en el ecosistema.

El puerto de Róterdam se extiende a una distancia de 40 kilómetros de la ciudad y cubre una superficie de 105 kilómetros cuadrados. Se ha ampliado en múltiples ocasiones desde el siglo XIV, ya que su ubicación estratégica le ha convertido en un punto clave de intercambio de mercancías entre Europa y el resto del mundo. 

El plan de AENA y la Generalitat

La última ampliación de Róterdam fue justificada con este nuevo archipiélago, un proyecto que convenció a la Comisión Europea. Aunque en Barcelona no se plantean las islas artificiales sí pretenden razonar la prolongación de la tercera pista con un modelo de renaturalización y la creación de 270 nuevas hectáreas protegidas.

Futuros estudios decidirán cuáles son las zonas con mayor riesgo de inundabilidad ayudarán a escoger los espacios idóneos. Una de las ideas principales es inundar para disponer de nuevos humedales. Se apostará por lugares que están dentro del perímetro de la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Pero también se prevé generar hábitats palustres fuera de las fronteras de la actual ZEPA.

Illa ha defendido que es una "oportunidad" para mejorar el estado ecológico del delta del Llobregat, que tiene un expediente abierto de la Comisión Europea por mala gestión. En su contra tienen que el plan de compensaciones de la última ampliación del aeropuerto, hace más de 20 años, no se ha cumplido.