Barcelona abre 102 expedientes por posibles incumplimientos en panaderías con degustación

La proliferación de panaderías con espacios de degustación sigue en el punto de los hosteleros de Barcelona. Tras reiteradas quejas expresadas por el Gremio de Restauración, que cargan contra estos negocios de suponer una competencia desleal para bares y restaurantes, el ayuntamiento se comprometió a inspeccionar estos establecimientos y así lo ha hecho. La teniente de alcalde y concejal de Comercio, Raquel Gil, ha anunciado este miércoles que han abierto 102 expedientes por posibles incumplimientos en estas panaderías con degustación.

Lo ha dicho en la comisión de Economía tras la insistencia de ERC para conocer las sanciones e inspecciones que ha realizado el consistorio en estos negocios a raíz del “incumplimiento” detectado. “Son especialistas alimentarios con complemento de degustación y en muchos casos acaban actuando como cafeterías”, incluyendo la venta de bebidas alcohólicas y ofreciendo comidas y cenas, ha añadido el portavoz adjunto de ERC, Jordi Coronas.

El gobierno de Collboni inspeccionará las panaderías con degustación tras la queja de los hosteleros de Barcelona

La insistencia ha dado sus frutos y Gil ha precisado que de los 102 expedientes abiertos, 12 se han archivado sin ninguna anomalía, 14 están pendientes de inspección y los 76 restantes se encuentran en diferentes niveles, como el periodo de alegaciones. Entre estos últimos se encuentran nueve establecimientos que están pendientes de recibir una notificación de cese de actividad, por lo que tendrán que cerrar.

La concejal ha recordado que el gobierno elaboró un protocolo en el marco del Pla Endreça para comprobar la actividad en estos establecimientos y llevar a cabo la pertinente inspección. Se comprobó con todos los distritos cual era la situación y los requisitos a tener en cuenta para detectar posibles incumplimientos.

Los restauradores hace tiempo que tienen en el punto de mira este modelo comercial híbrido, porque consideran que se aprovecha de una grieta legal para operar como cafeterías encubiertas y pagar menos a los empleados. Los artesanos del pan compartieron también la preocupación por estos negocios, aunque desde la perspectiva opuesta: bares que hacen competencia desleal a los obradores de pan.