Frente común de vecinos y oposición
Barcelona promete ahora que no derribará el único bloque sentenciado de la rambla Badal
El ayuntamiento descarta ahora expropiar o echar abajo la finca, pero asegura que debe continuar afectada urbanísticamente
Los únicos vecinos de la rambla Badal de Barcelona amenazados de derribo: "Yo pensaba morirme aquí"
Collboni retira el plan de Can Vies por falta de apoyos y aplaza debatir el indulto de más de 600 pisos

La finca de rambla Badal, 188 / Manu Mitru


Pau Lizana Manuel
Pau Lizana ManuelPeriodista
El Ayuntamiento de Barcelona no derribará ni expropiará a corto plazo el edificio de ocho viviendas del número 188 de la rambla Badal ni los ocho locales comerciales de la finca adyacente, en la calle Cáceres 34. Así lo aseguró el consejero socialista de Sants-Montjuïc, Albert Aixalà, en el pleno de distrito celebrado este martes: "Si la comunidad de rambla Badal 188 no quiere ser realojada, no lo será. Este gobierno no insistirá en la aprobación de un plan urbanístico que prevea el realojo de esta comunidad".
La promesa es un soplo de aire fresco tanto para los vecinos como comerciantes, cuyas fincas eran las únicas amenazadas de derribo en la propuesta del ayuntamiento para desencallar el planeamiento urbanístico de la zona. Se trata de una gran reordenación que indulta 43 fincas de la rambla Badal, afectadas desde hace 50 años, y que, entre otras actuaciones, prevé que el casal social okupado de Can Vies se convierta en un equipamiento municipal.
Permanecerá afectada
Eso sí, el consejero Aixalà matizó que, pese a que no entrará "en ningún proceso de derribo y realojamiento del edificio", la finca de Badal 188 permanecerá afectada urbanísticamente "por criterios técnicos y urbanísticos". "Desafectarla implicaría poner en riesgo el conjunto del proyecto", aseguró el edil, en referencia a la necesidad de elevar el plan a la Generalitat para su validación. El único cambio en la propuesta municipal recaerá pues en Cáceres 34, que seguirá, como hasta ahora, sin estar amenazada de derribo. Esto implica que, sobre el papel, la finca de Badal 188 sigue sin tener el futuro totalmente asegurado. Los vecinos deberán confiar en la palabra del gobierno municipal, algo que se les hace complicado.

El edificio de la calle Càceres 34, amenazado de derribo por la primera propuesta de modificación urbanística del ayuntamiento / Manu Mitru
En un comunicado, los residentes de este edificio, levantado por algunos de sus familiares hace casi un siglo, han celebrado "la rectificación y reconocimiento público del error del PSC", pero aseguran que la situación les "sigue generando angustia e incertidumbre". Consideran que el hecho de que la finca siga afectada los deja "en una situación de clara vulnerabilidad e indefensión". Durante el pleno, Miquel Eugenio, uno de los vecinos, insistió en que el consistorio había cambiado de versión demasiadas veces y dijo sentirse engañado: "Una persona que miente más que habla, ¿qué confianza nos tiene que dar?", espetó.
Toda la oposición, con los vecinos
En el comunicado, los vecinos también agradecen "profundamente el apoyo recibido por parte de las formaciones políticas" y de los vecinos y vecinas del barrio. De hecho, todos los grupos de la oposición, excepto Vox, llevaron al pleno alguna iniciativa para tratar de encontrar una solución y todos los partidos, excepto el PSC que se abstuvo, votaron a favor de que así se hiciera.

Una de las ventanas de Rambla Badal 188, con carteles de los vecinos en contra del derribo / Manu Mitru
La oposición se mostró contenta con la decisión del distrito de no derribar la finca, pero criticó duramente la actuación del gobierno municipal. José Antonio Calleja, consejero del PP, denunció que el consistorio les había "vendido la moto de que había acuerdo con los vecinos" en diciembre, cuando negociaron con su grupo el conjunto del proyecto. Además, criticó la falta de claridad del consejero Aixalà. "No se puede venir con una propuesta que no propone nada. ¿Qué pasa con el resto de la rambla de Badal?", se cuestionó.
También mostró su rechazo la consejera de Barcelona en Comú, Ana Sans, que aseguró que su grupo ha “intentado hacer el trabajo que el gobierno no ha querido hacer: dialogar y presentar alternativas al derribo”. Sans también defendió durante su intervención que llevan reuniéndose con el gobierno municipal desde noviembre para evitar todos los derribos previstos en el entorno de la rambla de Badal y que la zona no sufra un “‘boom’ especulativo”.
En líneas similares se expresó la consejera de Junts, Georgina Lázaro, que criticó que el ayuntamiento intentara llevar el tema a la comisión municipal de urbanismo del mes pasado sin haber llegado a un acuerdo con todos los vecinos. "No se pueden buscar las alternativas después de la aprobación inicial, porque entonces el tiempo corre en contra de los vecinos y a favor vuestro", denunció. También sugirió que el consistorio "ampliara las miras" y señaló que "a 200 metros de Badal 188 hay un solar de la SAREB". "¿Cuántas viviendas cabrían allí?", se preguntó. El terreno lo ocupa actualmente la 'Horta Alliberada', un espacio autogestionado por vecinos cercanos al entorno de Can Vies.
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