Resistencia

Las estufas en las terrazas de bar de Barcelona sobreviven incluso al fin del permiso invernal

La normativa municipal no permite calefactores de ningún tipo a partir del 1 de mayo, pero en enclaves turísticos pueden verse tanto aparatos eléctricos como los de gas prohibidos en enero

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Uno de los restaurantes de Joan de Borbó con la estufa de gas encendida, el pasado jueves

Uno de los restaurantes de Joan de Borbó con la estufa de gas encendida, el pasado jueves / Zowy Voeten

Pau Lizana Manuel

Pau Lizana Manuel

Barcelona
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Ni su prohibición el pasado 1 de enero, ni el fin de la temporada de invierno, al menos a nivel legal, han conseguido que las estufas de gas desaparezcan de las calles de Barcelona. Tan solo hace falta caminar por el paseo Joan de Borbó o por los entornos del Palau de Mar para ver que estos calefactores a combustión siguen presidiendo las terrazas de varios bares y restaurantes. En esa zona, en un conteo rápido tomado la semana pasada, caldeaban el ambiente 25 aparatos repartidos en siete locales. En algunos hay apenas uno o dos, pero en otros se concentran cinco o seis y en el caso más extremo había nueve estufas para una única terraza.

Que estos dispositivos estén colocados en las terrazas no solo incumple el veto que, por motivos medioambientales, aplica el Ayuntamiento de Barcelona desde principios de año, sino que desobedece también el plazo legal establecido para el uso de cualquier tipo de estufa. La ordenanza de terrazas del Ayuntamiento de Barcelona, como venía siendo habitual los últimos años, solo permite que estos dispositivos se usen entre el 1 de noviembre y el 30 de abril. El resto del año no debería haber ninguno en los veladores.

BARCELONA 08/05/2025 Barcelona. Estufas en las terrazas de los restaurantes del paseo maritimo de la Barceloneta. FOTO de ZOWY VOETEN

Otro restaurante, donde hay colocadas nueve estufas de gas / Zowy Voeten

"Es una tontería"

Un hostelero del barrio de la Barceloneta, que tiene varias estufas instaladas en su terraza, admite que conoce el plazo fijado en la normativa y que lo ha inclumplido conscientemente. Le parece "una tontería" tener que retirar los aparatos el 1 de mayo. "¿Por qué voy a cambiar las estufas de gas si las eléctricas calientan menos y contaminan más?", denuncia el restaurador, en alusión a un informe de la Agencia de Energía de Barcelona de 2018, que asegura que un modelo de calefacción totalmente eléctrico llevaría a un aumento global de las emisiones de CO2. "Se me puede quemar cualquier cosa, es muy peligroso", añade este restaurador.

El hostelero asegura que durante el invierno tan solo recibió una advertencia de la policía portuaria, pero que no tiene ninguna multa del ayuntamiento, pese a que el consistorio aseguró que empezaría a multar a locales que siguieran usando estos calefactores a mediados de febrero. El retraso en la aplicación de sanciones también ha sido un factor determinante para que muchos locales hayan aprovechado para seguir usando las estufas de combustión. "Primero dijeron que las prohibían en enero, después en febrero e incluso se hablaba de que empezaría en abril", explica el hostelero.

BARCELONA 08/05/2025 Barcelona. Estufas en las terrazas de los restaurantes del paseo maritimo de la Barceloneta. FOTO de ZOWY VOETEN

Dos camareros recogen estufas de gas en un restaurante de la Barceloneta, el jueves pasado / Zowy Voeten

Su disentimiento se fundamenta en la demanda de la clientela: algunas noches de mayo y junio todavía hace frío y algunos comensales las piden. "No tiene sentido quitarlas el 1 de mayo... ¿Si hace frío el 20 de junio no puedo ponerlas?", se cuestiona.

Disputas en la plaza Reial

En la plaza Reial, otro punto eminentemente turístico de la ciudad, la situación cambia. Todavía pueden verse muchísimas estufas colocadas y encendidas, pero un simple vistazo basta para darse cuenta que la mayoría de ellas son eléctricas. Tan solo dos de las terrazas bajo los emblemáticos pórticos de este punto del Gòtic tenían este lunes estufas de gas. "No las quitamos porque no nos han dicho nada... Sabemos que quieren quitarlas pero es de cara al año que viene, ¿no?", se pregunta erróneamente el camarero de uno de los bares. Asegura que este año recibieron una inspección, pero que no les comentaron nada sobre los calefactores de propano que tienen siempre a la vista. "Ya no los usamos demasiado, pero si nos lo piden los clientes las ponemos", aclara.

Un restaurante de la plaza Reial, con algunas estufas eléctricas encendidas, el pasado miércoles

Un restaurante de la plaza Reial, con algunas estufas eléctricas encendidas, el pasado miércoles / P.L.

Sí parecen haber recibido la noticia de la prohibición la inmensa mayoría de negocios de la plaza. En uno de ellos todavía colocan algunas estufas eléctricas cada tarde, pero aseguran que pronto las dejarán de sacar a la calle. "Creo que no se pueden usar desde el 1 de mayo", baraja acertadamente un camarero del establecimiento. Los trabajadores de este local no creen que el cambio haya afectado al número de comensales: "Está siendo un buen año de clientela".

No lo percibe así otro de los restaurantes que ha tenido que hacer la transición a la calefacción eléctrica. "Lo hemos notado mucho, porque la gente va donde ve fuego, cuando tiene frío", asegura el encargado, que se queja de que mientras ellos intentan "cumplir siempre", otros negocios de la plaza "hacen lo que quieren". En su local han tenido que echar nuevos cables aéreos para conectar todas las estufas a la red y han tenido varios problemas de conexión. "No tenemos tanta corriente contratada como para alumbrar todas las estufas... No las podemos tener al máximo y muchas veces se cortan", lamenta.

Concordia en la rambla Catalunya

En la Rambla Catalunya, parece que la medida acabó surtiendo efecto. La arteria de l'Eixample era uno de los puntos donde más estufas de gas se podían ver durante los meses de invierno. Ahora no se ve ni un solo calefactor de combustión. En su lugar, parece ser que se ha instalado una nueva tendencia: se trata de calefactores eléctricos que cuelgan de los mástiles de las carpas que cubren las terrazas. En muchos casos, los negocios ya contaban con conexiones a la red eléctrica en las terrazas para iluminar algunas lámparas, lo que ha facilitado la instalación de estas estufas.

Una de las estufas eléctricas que pueden verse en muchos restaurantes de la rambla Catalunya

Una de las estufas eléctricas que pueden verse en muchos restaurantes de la rambla Catalunya / P.L.

La justificación ofrecida vuelve a ser el clima. "Nos guiamos más por el tiempo que por la temporada en sí", responde el encargado de un restaurante de esta vía, que reconoce haber apurado el uso de las estufas de propano hasta que supieron que "se prohibían del todo".

Sea como fuere, en otras zonas del centro de Barcelona parece ser que los hosteleros sí han cumplido con el calendario. No se ven calefactores de ningún tipo en el paseo Sant Joan, donde este diario atestiguó en enero que muchos calefactores de gas seguían instalados. Tampoco en calles con una concentración grande de locales hosteleros, como Enric Granados o las Ramblas, se ven estufas instaladas. El consistorio, preguntado reiteradamente por este medio en los últimos dos meses, se limita a responder que pronto anunciará datos sobre inspecciones y multas por esta infracción.