Movilidad

La Gran Via tendrá, junto a Glòries, el primer carril tranvía-bus de Barcelona

El desdoblamiento de vías obliga a que ambos modelos de transporte público compartan plataforma, sin que aparentemente afecte a su frecuencia de paso

El Trambesòs estará cortado en Glòries durante más de seis meses por las obras de la Gran Via

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Tranvía y bus, por plataformas distintas, avanzan por Gran Via en dirección a Glòries

Tranvía y bus, por plataformas distintas, avanzan por Gran Via en dirección a Glòries / Macarena Pérez

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Barcelona
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La reurbanización del lado mar de la Gran Via entre Badajoz y la Rambla del Poblenou trae bajo el brazo una importante novedad a nivel de ciudad. Ni más ni menos que el primer carril compartido entre autobuses y tranvías, algo habitual en otras grandes capitales europeas pero insólito en los 30 kilómetros de red ferroviaria urbana de Barcelona. No es que sea una estrategia para mejorar el transporte público. Parece más bien una necesidad por cuestión de espacio, pues las líneas T5 y T6 del Trambesòs tienen vía única en este tramo y pasarán a tener dos, con lo que el vial reservado a TMB se queda sin espacio porque en en el centro va un inmenso paso ciudadano de 20 metros de ancho.

Imagen virtual del aspecto previsto tras la urbanización de todo el tramo de Gran Via asido a Glòries

Imagen virtual del aspecto previsto tras la urbanización de todo el tramo de Gran Via asido a Glòries / BIMSA

El ayuntamiento acaba de licitar las obras de reurbanización del lado mar y el desdoblamiento de las vías del Tram, un contrato que tiene un valor aproximado de 31 millones de euros. La mejora urbana del lado norte, que empezó a ejecutarse en enero de 2024, debería estar terminada antes de verano, e incluye una acera de cinco metros de ancho y un carril en plataforma única para bicicletas, tráfico vecinal y vehículos de servicios. Las obras del lado que toca al centro comercial Glòries deberían empezar en el último trimestre del año y tienen un plazo de ejecución de 17 meses.

Por aquí circula la línea H12, una de las punteras de la red ortogonal de autobuses, con 6'5 millones de validaciones en 2024. Hay que mimarla. Pero tampoco hay que olvidarse del Trambesòs, que en su conjunto (hay que añadir la línea T4 que va por la Diagonal) llegó a los 11,3 millones de viajes.

El encaje de dos modelos

El proyecto ejecutivo, en su apartado dedicado a la movilidad, reza lo siguiente sobre la confluencia de ambos transportes: "La suma de los requerimientos de sección de la red del tranvía y de la red de bus implicaría un gran consumo de espacio en detrimento del carácter de espacio verde y de paseo de peatones que se le quiere dar a la superficie de la Gran Via una vez soterrado el tráfico". De ahí que la propuesta definitiva sea la fusión: "La solución acordada por el ayuntamiento y la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) ha consistido en una plataforma compartida, una solución usada en otros países de Europa pero inédita en Barcelona, donde ambas redes, a excepción de los cruces, siempre disponen de plataforma segregada y exclusiva".

El lado mar de Gran Via, a la altura de Glòries, el pasado viernes

El lado mar de Gran Via, a la altura de Glòries, el pasado viernes / Macarena Pérez

El Tram tiene parada en Glòries y ya no se detiene hasta Can Jaumandreu, es decir, tanto la T5 como la T6 hacen del tirón todo el recorrido afectado por la reforma. Pero no es ni será el caso del bus, que carga y descarga a la altura de Llacuna (en medio del tramo reurbanizado) y, pasada la entrada del túnel viario, tiene otra parada en Bilbao, justo en el punto en el que el tranvía se esconde bajo tierra en su avance hacia el Besòs.

Ahora tú, ahora yo

Luego está el desafío añadido de casar las idas y venidas de ambos, teniendo en cuenta que el Tram es más fiable que el bus, puesto que tiene menos estaciones, el recorrido total es más corto y no depende tanto del tráfico porque siempre tiene plataforma exclusiva.

Los intérvalos de paso en hora punta son de ocho minutos (7,5 circulaciones por hora y sentido) para el tranvía y de seis minutos (10 circulaciones/hora) para el H12. Para garantizar la convivencia entre bus y Tram, el proyecto prevé una suerte de refugio a la altura de Llacuna, de manera que su tiempo de parada no pueda llegar a condicionar la marcha de los tranvías.

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