Política municipal

ERC acuerda con Collboni una mesa bilateral sin entrar en el gobierno de Barcelona

Alamany descarta compartir ejecutivo con el alcalde, mientras el PSC sostiene que ha reforzado los lazos con los republicanos como socios preferentes

La candidata crítica con Junqueras, Creu Camacho, da la sorpresa y gana las elecciones de ERC Barcelona

La presidenta del grupo municipal de ERC en Barcelona, Elisenda Alamany, tras reunirse este sábado con el alcalde Jaume Collboni.

La presidenta del grupo municipal de ERC en Barcelona, Elisenda Alamany, tras reunirse este sábado con el alcalde Jaume Collboni. / ERC

Jordi Ribalaygue

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Barcelona
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ERC no ingresará en el gobierno del PSC en Barcelona. Siendo así y, de no darse un vuelco cuando ya se alcanza el ecuador del mandato, el alcalde Jaume Collboni completará el cuatrienio al frente del ayuntamiento como lo empezó, comandando un ejecutivo socialista monocolor y en minoría. Pese a enterrar un bipartito que estuvo a punto de ver la luz el año pasado, la presidenta del grupo municipal de los republicanos, Elisenda Alamany, ha acordado con el líder socialista durante un encuentro este sábado que se constituya una mesa bilateral entre ambos partidos en la capital. La líder local de ERC y secretaria general de la formación la ha calificado de “estructura de seguimiento y coordinación”

Alamany ha defendido que esas "comisiones y espacios de trabajo compartido" que ha augurado entre concejales del PSC y ERC deben servir para que los republicanos fiscalicen a Collboni, velando por que cumpla los compromisos que le exigen y "tal como Esquerra quiere" en cuanto al catalán, el recargo turístico y la rehabilitación de viviendas. En cambio, los socialistas han interpretado que el encuentro entre el alcalde y la dirigente de la oposición ha reforzado el papel de ERC como “socio prioritario” del PSC en el consistorio.

Lecturas al margen, la reunión ha certificado que los republicanos dan por zanjado el dilema que se ha vivido en la formación, que se ha debatiso sobre si sus cinco concejales han de cohabitar o no con los 10 socialistas que integran el ejecutivo municipal. La renuncia definitiva a compartir el mando del ayuntamiento con el PSC viene precedido por el viraje en la dirección de la federación de ERC en Barcelona, que ha pasado a liderar el sector crítico a Oriol Junqueras. La nueva presidenta de la ejecutiva local, Creu Camacho, envió una carta a la militancia esta semana en que daba por finquitada la posibilidad de convocar una consulta para preguntar a las bases si convenía apuntalar el gobierno de Collboni. Justificaba que el contexto ha cambiado.

Mirada puesta en 2027

Alamany ha comentado que la federación local de ERC y el grupo municipal coincidieron el jueves en que una alianza de gobierno con el PSC “estaba descartada y que ahora lo que es necesario es mirar adelante” para encarar juntos las municipales de 2027, ha manifestado Alamany. "Ya no estamos donde estábamos y es una decisión compartida por el partido en todas sus vertientes", ha asegurado la concejala tras departir con el alcalde.

Aun desechando ocupar áreas de gobierno, ERC no dinamita puentes con los socialistas mientras recompone su estrategia de cara a los comicios de dentro de dos años para rehacerse del revés de 2025. Entonces perdió la mitad de sus representantes en el pleno, al desplomarse de las 10 actas que atesoró en 2019 -cuando Ernest Maragall fue el candidato más votado pero no logró ser alcalde- a las cinco que ahora conserva. 

En ese sentido, Alamany ha subrayado que ejercerá una “oposición responsable y constructiva”, una divisa en la que ha enmarcado el grupo de trabajo que ha concertado con Collboni. Esa mesa bipartita pivotará sobre tres cuestiones, ha desgranado la presidenta del grupo municipal: una es la formación de una oficina del catalán y un 'hub' digital del catalán, que ERC insta a que existan antes de que el mandato expire en junio de 2027; otra se refiere al recargo turístico, que los republicanos abogan por doblarlo y dotar un fondo de retorno para que sus ingresos reviertan en los barrios más presionados por el trasiego de visitantes; y, por último, figura la vivienda y la regeneración urbana.

Viviendas envejecidas

“El 80% del parque de vivienda está envejecido”, ha advertido Alamany, que ha apremiado a articular un programa de obras “para tener en 2050 una ciudad que se haya actualizado y rehabilitado”. En concreto, ha mencionado la remodelación pendiente en edificios afectados por la aluminosis y otras patologías estructurales en el Besòs i el Maresme, encallada pese a los anuncios y los compromisos municipales que han ido encadenándose en los últimos cinco años. La líder republicana es partidaria de extender las reformas en domicilios “a toda la franja del Besòs”, por lo que ha dicho que “es necesario un proyecto ambicioso de regeneración urbana”.

Alamany ha concluido que lengua, turismo y vivienda son las tres prioridades de ERC y “las que quiere la gran mayoría de barceloneses”. “Tenemos que garantizar con una estructura de seguimiento y coordinación que los proyectos que pactamos acaban siendo una realidad” de aquí a que termine el mandato, ha alegado Alamany.