Barcelona compra otro bloque de pisos en el Eixample por tanteo y retracto

El Ayuntamiento de Barcelona ha vuelto a ejercer el derecho de tanteo y retracto para comprar un bloque de pisos, como hizo con la Casa Orsola. El edificio que ahora ha adquirido también está en el Eixample, aunque esta vez en el barrio de Sagrada Familia, más concretamente en la calle Valencia 419, esquina con la calle Sardenya. La finca, a la que el consistorio invertirá 4,8 millones de euros incluyendo el coste de la rehabilitación necesaria, dispone de diez viviendas y cuatro locales.

Lo ha anunciado este viernes en rueda de prensa la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, que ha recalcado que es "una finca interesante", por el precio y por la ubicación, en la manzana que queda por debajo de la Sagrada Familia, una zona con mucha presión turística y con falta de vivenda protegida. Por eso el gobierno municipal ha querido "aprovechar esta oportunidad", ha dicho Bonet, ya que "cumple con los requisitos".

Arai, 3, la ‘Casa Orsola’ que Barcelona compró en 2022 cuyos inquilinos siguen con contratos provisionales

El edificio fue construido el año 1911, tiene una superfície de 1.493 metros cuadrados, de los cuales 1.165 están destinados a vivienda y espacios comunes, y 318 metros cuadrado a locales. Tiene tres pisos vacíos -que se podrán destinar a las familias inscritas en el Registro de Solicitantes de Vivienda con Protección Oficial-, cinco con contratos de alquiler en vigor, uno en situación de alquiler de renta antigua y otro con prórroga forzosa. En cuanto a los locales, los cuatro están alquilados, uno de ellos en régimen de renta antigua.

El edificio cuenta con una planta baja y cinco plantas y todas las viviendas tienen una superficie aproximada de 95 metros cuadrados. La finca no presenta problemas estructurales, según concluyó la inspección realizada por los servicios técnicos del Institut Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB), pero recomiendan la rehabilitación de la fachada posterior y de cinco viviendas.

Un 28% por debajo de la media del mercado

El objetivo del ayuntamiento es "preservar y blindar" esta finca para garantizar el derecho a la vivienda a la ciudadanía en este contexto de crisis. El gobierno municipal asegura que está centrado en ampliar el parque público de vivienda protegida de la ciudad "por todas las vías posibles", algo que permite la herramienta del tanteo y retracto en aquellas operaciones que posibiliten ganar nuevas viviendas en zonas densas donde es más difícil construir de nuevo.

En especial, el consistorio quiere prevenir el riesgo de exclusión residencial "en un barrio donde los procesos de gentrificación son cada vez más presentes". En la última decada, de 2015 a 2025, el ayuntamiento ha comprado unos 1.660 pisos por 185 millones de euros, 300 de los cuales mediante tanteo y retracto.

La compra de este bloque de Sagrada Familia se efectúa dentro de la partida presupuestaria propuesta por ERC en los presupuestos de 2025 -que finalmente no se aprobaron y se hizo una prórroga de los 2024- destinada al tanteo y retracto. En este caso, el ayuntamiento invertirá un total de 4.830.500 euros. Es la suma de los 4.017.000 euros de la compraventa y de los 813.500 euros de los trabajos de rehabilitación. Este importe total significa que el metro cuadrado sale a 3.481,19 euros, casi un 28% por debajo de la media del mercado en el barrio de la Sagrada Família, situada en los 4.817,75 euros por metro cuadrado.

Refuerzo del tanteo y retracto

La mediática compra de la Casa Orsola mediante tanteo y retracto puso en el punto de mira esta fórmula, que da prioridad al Ayuntamiento de Barcelona en la compra de un edificio o solar cuando el propietario lo pone en venta. El gobierno municipal apuesta por seguir usando esta herramienta para ampliar el parque público de vivienda en la ciudad, especialmente en zonas densas donde es difícil construir de cero. El Eixample es uno de estos casos, donde hay un buen número de fincas en circunstancias similares. La prueba de ello es este nuevo caso en Sagrada Familia.

Con la vigencia de la declaración de área de tanteo y retracto prorrogada seis años más desde el pasado noviembre, el consistorio ha dado un paso más trabajando en una nueva ordenanza que eleva los criterios para reforzar su solidez e incorporar mejoras de oficio. Sin mucho revuelo, el texto de la futura normativa se aprobó de manera inicial en la Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda de marzo. Tras este primer trámite deberá pasar por el pleno para aprobarse de manera definitiva.