Estudio de la Diputación de BCN

La 'fuga' comercial en el área de Barcelona: los vecinos salen de sus ciudades a comprar ropa y productos del hogar

Un 35% de los consumidores afirma trasladarse a otros municipios para adquirir artículos de estos segmentos

La alarma salta en municipios de menos de 2.000 habitantes: más de la mitad de consumidores salen a por alimentos

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Gente comprando este enero en una tienda del centro de Barcelona

Gente comprando este enero en una tienda del centro de Barcelona / JORDIOTIX / EPC

Manuel Arenas

Manuel Arenas

Barcelona
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Un nuevo estudio de la Diputación de Barcelona (DIBA) pone números a una de las grandes preocupaciones de los ayuntamientos los últimos tiempos: la pérdida de capacidad del comercio local para retener a los vecinos en beneficio de centros comerciales o grandes superficies situadas en otros municipios. La investigación de los hábitos de consumo identifica dos agujeros por los que se produce la 'fuga' comercial en las urbes de la provincia de Barcelona: la ropa y los productos del hogar.

Estos dos segmentos comerciales son los que atesoran menor interés entre quienes compran en el barrio de residencia y, a su vez, mayor atención entre los que se desplazan fuera de su ciudad para cargar el carrito. El fenómeno se visualiza nítidamente en la siguiente comparativa: mientras que en el nicho de la alimentación fresca dice comprar en el barrio de residencia un 74,8% de los consultados —la muestra es de 7.307 entrevistas telefónicas y presenciales entre abril y junio del 2024—, en el ámbito de la ropa únicamente hace lo propio menos de la mitad, un 29,2%, y en el de los productos del hogar tan sólo un 27,2% de consumidores.

La tendencia inversa se observa en las compras realizadas fuera del municipio. Tan sólo alrededor del 10% de los entrevistados afirma salir de su ciudad para comprar alimentación o productos cotidianos no alimentarios. Sin embargo, la proporción crece hasta el 35% cuando se pregunta por ropa o equipamiento para el hogar.

El informe refleja que, en la alimentación, la proximidad sigue jugando un papel clave, pero en la ropa o los productos del hogar opera una "tendencia a la fuga de compradores fuera del municipio". En gran medida, por la motivación de hallar mayor variedad de productos y cantidad de tiendas fuera, afirman mayoritariamente los consumidores en todos los segmentos, muy especialmente en el de la ropa y productos del hogar (en torno al 50%). El precio no es en ningún nicho de productos el motivo principal por el cual los vecinos se trasladan a otro municipio a comprar.

Por comarcas, la única de toda la provincia de Barcelona que gana compradores de fuera en todas las categorías de productos analizadas —'alimentación fresca', 'resto de alimentación', 'productos cotidianos no alimentarios', 'equipamiento para la persona' (ropa) y 'equipamiento para el hogar'— es el Barcelonès. Todas las otras comarcas "presentan fugas, especialmente en equipamiento para la persona y el hogar", admite el dictamen provincial.

El gran 'éxodo' comercial en los pequeños municipios

La variable de la población resulta determinante para medir la casuística de las 'fugas' comerciales. La alarma salta en los municipios de la provincia de menos de 2.000 habitantes, donde el balance entre quienes llegan y quienes salen para comprar es siempre negativo en todos los segmentos de productos analizados: más de la mitad de vecinos se trasladan a otras ciudades para comprar alimentos u otros productos cotidianos. En ropa o productos del hogar, el éxodo' vecinal alcanza cotas de entre el 70% y el 90% de encuestados que reconocen salir de sus pueblos para realizar este tipo de compras. Y, en ciudades de más de 50.000 habitantes, todos los tipos de productos presentan flujos positivos de compradores de fuera.

La diputada y el gerente de Comercio de la DIBA, Olga Serra (ERC) y Sergi Vilamala, apelan a las ayudas públicas de la Diputación para revigorizar el comercio local en los pequeños pueblos donde ni siquiera hay comercios. Vilamala pone el ejemplo de Cupons (Anoia), de 352 habitantes, donde recientemente se ha estrenado un horno de pan. "Habrá más ejemplos similares en el Penedès o el Berguedà: consideramos el comercio local como un espacio de cohesión social", remarca el gerente.

El análisis detalla específicamente las localidades de la comarca del Barcelonès. En ellas, el 'agujero' comercial se detecta en la ropa: sólo Barcelona tiene un saldo positivo de compradores visitantes en esta categoría. L'Hospitalet, Badalona, Santa Coloma y Sant Adrià, sin embargo, observan cómo entre el 30% y el 10% de sus consumidores aseguran moverse a otros municipios para comprar productos de equipamiento para la persona. Santa Coloma es el municipio del Barcelonès que 'pierde' consumidores en más segmentos, quedando únicamente indemne el de la alimentación fresca, ámbito para el que los vecinos no salen a comprar a otras poblaciones. El de los productos del hogar registra el peor dato en toda la comarca: siete de cada diez colomenses se trasladan de municipio para obtenerlos.

Entre quienes se trasladan fuera de su municipio a comprar, un grueso importante (entre el 47,6% y el 77,5%) lo hacen a supermercados en alimentación y productos cotidianos. En ropa y productos del hogar, en cambio, los centros comerciales son los reyes: cinco de cada diez consumidores que salen de sus ciudades para comprar ese tipo de productos lo hace en centros comerciales.

Un 7,15 sobre 10 es la nota que los consumidores de la provincia le ponen a la oferta comercial de su municipio, especifica el estudio. Las valoraciones también varían en función de la población: en Barcelona ciudad alcanza el 7,982, pero en los municipios de menos de 2.000 habitantes aprueba por los pelos (5,15) y en los de menos de 500 directamente suspende con un 2,17 sobre 10. Dentro de la valoración global, lo mejor puntuado son los horarios comerciales y el trato de los profesionales.