Microrefugios

Barcelona busca farmacias y tiendas de barrio que quieran ser refugio climático

El ayuntamiento quiere ampliar la red para ofrecer espacios donde tomar un respiro ante las temperaturas extremas

Barcelona abre a la ciudadanía más de 350 refugios climáticos para hacer frente al calor

MAPA | Uno de cada tres refugios climáticos de Barcelona cierra en agosto pese a intensificarse el calor

MULTIMEDIA | Refugios climáticos: Luces y sombras de la estrategia anticalor de BCN

Farmacia.

Farmacia. / TONI ALBIR / EFE

Judith Cutrona

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Barcelona
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En los últimos años las temperaturas extremas -sobre todo en verano- han popularizado el concepto 'refugio climático', que no es más que un espacio donde protegerse del calor o del frío y tomar un respiro. Barcelona tiene una red de 369 de estos refugios, entre los que figuran bibliotecas, centros comerciales, equipamientos como centros cívicos y casales de barrio, piscinas, parques y jardines, entre otros. Los termómetros no parece que vayan a bajar tampoco este verano y el ayuntamiento se ha fijado como objetivo ampliar todavía más la disponibilidad de estos espacios en toda la ciudad con un nuevo perfil de locales.

Está buscando el apoyo de pequeños equipamientos comprometidos a mitigar el impacto del cambio climático, como farmacias y tiendas de barrio. De momento no se ha concretado cuáles serían ni qué condiciones deberían tener, el consistorio sólo está haciendo un llamamiento a este tipo de comercios para valorar si la iniciativa podría salir adelante y sumar más refugios climáticos a su larga lista actual.

Operarían como un microrefugio, que viene a ser lo mismo que un refugio pero con alguna que otra diferencia. Como la palabra indica, la principal es el tamaño. Los refugios climáticos son de más de 50 metros cuadrados y los microrefugios de menos de 50 metros cuadrados. Así pues, un microrefugio es más pequeño y ofrece un espacio interior gratuito para protegerse de las temperaturas durante una estancia corta.

Suelen ofrecer uno o unos pocos lugares donde sentarse y deben ser seguros, accesibles y tener una temperatura adecuada. Durante el periodo de calor el espacio debe tener un sistema de climatización de 26 grados y durante el periodo de frío, de 21 grados. Opcionalmente, pueden disponer de agua y lavabo sin coste para la ciudadanía.

Un hombre echando una siesta y leyendo la prensa en una biblioteca de Barcelona, en plena ola de calor este julio

Un hombre echando una siesta y leyendo la prensa en una biblioteca de Barcelona, en plena ola de calor este julio / Jordi Otix

De este modo, el objetivo a cumplir es doble: poder incrementar progresivamente los espacios disponibles para ser habilitados como refugios climáticos o microrefugios y que éstos últimos en concreto puedan difundir información sobre dónde se encuentran los refugios más próximos y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de tomar medidas ante temperaturas extremas. El 98 % de los barceloneses tiene un refugio climático a menos de 10 minutos de casa y el 68 % tiene uno a menos de cinco minutos. 

Equipamientos privados

La posibilidad de que las farmacias, comercios y entidades sean microrefugios es una iniciativa que empezó a surgir el año pasado, a raíz de la incorporación de espacios privados a la red de refugios climáticos, como los centros comerciales. El ayuntamiento está teniendo en cuenta experiencias como la del proyecto municipal Radars, que combate la soledad no deseada de las personas mayores con la colaboración de farmacias, comercios, entidades y personas voluntarias.

De los 369 espacios acondicionados en Barcelona para afrontar las altas temperaturas se encuentran 49 bibliotecas, un par de centros comerciales, 25 complejos deportivos, 119 equipamientos de proximidad (la gran mayoría centros cívicos y casales de barrio), 15 interiores de manzana, cinco entidades culturales, 18 museos, 44 parques y jardines con estancias con sombra, nueve patios de escuela y 56 piscinas. También hay la Facultat de Quimica de la Universitat de Barcelona y las oficinas Ecos Grup Cooperatiu.

Menor disponibilidad en agosto

Toda esta red se amplió el año pasado, aunque uno de cada tres refugios climáticos de Barcelona cerró en agosto pese a intensificarse el calor, tal como explicó este diario. De los 368 espacios climatizados que figuraban en la lista municipal, 121 estuvieron inoperativos durante todo este mes o parte de él. La red se empequeñeció un año más al llegar las fechas por excelencia de las vacaciones.

El gobierno de Jaume Collboni ya lo advirtió cuando anunció el año pasado unas 120 incorporaciones a la nómina de lugares acondicionados para resguardarse del tiempo abrasador. Avisó entonces que no todos serían accesibles cada día durante todo el verano y que la entrada se permitiría dentro del horario habitual de apertura.

Por su parte, la concejal de Salud, Marta Villanueva, admitió en una comisión que había margen "para seguir trabajando" y explicó que el ayuntamiento había propuesto incorporar comercios y otros espacios para que sean "espacios de corta estancia" para aliviar las altas temperaturas y operar también como puntos de información para sobrellevar la canícula. A dos meses para el verano, habrá que esperar para ver los resultados de este llamamiento.