Día del libro y de la Rosa
"Buscamos rosas locales, pero no ha habido suerte": así se ha vivido el Sant Jordi más de barrio de Barcelona
Las paradas de libros y rosas también se llenan durante la jornada en la Rambla de Poblenou, aunque las aglomeraciones no son comparables a las del centro de la ciudad
Sant Jordi 2025 en Barcelona y Catalunya, en directo
Sant Jordi contra Cthulhu: el paseo de Sant Joan cumple 12 años de Diada literalmente fantástica

La Rambla del Poblenou a primera hora de la tarde / P.L.


Pau Lizana Manuel
Pau Lizana ManuelPeriodista
No solo el centro de Barcelona se engalana para Sant Jordi. De hecho, para esta diada hay previstas actividades en todos y cada uno de los distritos de la capital catalana. En muchos de estos puntos, quizás, la foto que los paseantes compartan a través de las redes sociales no será tan resultona como la ya icónica imagen de la Casa Batlló ataviada con rosas de un rojo intenso. Sin embargo, caminar por algunos de estos recorridos alternativos a la ‘superilla’ literaria, a la plaza Catalunya o a Las Ramblas, es casi garantía de un paseo menos masificado y más ameno.
Es lo que ocurre en el distrito de Sant Martí, donde es tradición que las paradas de libros y rosas llenen de color e ilusión la Rambla del Poblenou. Hay paradas, como la de Flors Margarita, que llevan ya más de 30 años colocando cada 23 de abril su puesto en este eje. “Lo empezó mi abuela, después lo cogió mi madre y así estamos”, explica Mireia García, vendedora del puesto.

El puesto de Flors Margarita, a rebosar de gente / P.L.
La florista explica que ha sido una mañana “fuerte” de ventas, pese a que el primer tramo del día los visitantes han sido colegios e institutos de excursión y también algunas personas mayores. “Es que Sant Jordi tendría que ser un día festivo aquí en Catalunya”, defiende García que aprovecha el momento para denunciar las excesivas trabas burocráticas que tienen que pasar para poder vender durante esta diada. “Somos los protagonistas del día, tendría que ser más fácil”, defiende.
Todas las flores de Colombia
La compañera de García, Alba Bagués, explica que este año no han podido vender rosas producidas en Catalunya o en España. “Son todas colombianas, intentamos buscar algo local pero no ha habido suerte”, explica la florista. Cada vez son menos los productores locales de rosas y, de hecho, según Mercabarna-Flor, este año el 100% de las rosas que se vendan en Sant Jordi serán de origen extranjero.
Son pocas las personas que compran rosas durante Sant Jordi y se preocupan por el origen de la flor. Aitor Ruiz, por ejemplo, no sabe donde se cultivó la rosa roja que le ha regalado a su pareja, que casualmente también se llama Mireia García. Lo importante para él es que, como cada año, su novia reciba la flor.

Mireia García y Aitor Ruíz, en la Rambla del Poblenou / P.L.
Por Sant Jordi, García regala cada año un libro a Ruiz y él le regala una rosa a ella. Aseguran que no se trata de un intento de seguir la tradición a rajatabla, sino de pura conveniencia. “A ella no le gusta leer, si no ya procuraría comprarle también un libro cada año”, asegura Ruiz.
Un ambiente más de barrio
Si la pareja ha optado por quedarse en el Poblenou – ellos residen en Diagonal Mar– también es por comodidad. “No nos iba muy bien por tiempo ir hasta Passeig de Gràcia”, explica Ruiz, que justo acaba de reunirse con García, que acaba de salir del trabajo. Además, añade ella, “cada año la sensación era de que hay demasiada gente” en el centro de la ciudad. “Aquí al ambiente es más de barrio, y para nosotros ya es suficiente”, sentencia él.
Que al ambiente sea más próximo no implica que en las paradas de la Rambla del Poblenou, que sobre todo se concentran en el tramo entre las calles Doctor Trueta y Pujades, no se formen algunas aglomeraciones. No cuesta evitarlas andando por las calzadas pacificadas que hay en los laterales de la vía, pero se suelen repetir en los pasos de peatones que hay en cada una de las glorietas de la calle. Además, en la calzada central se sitúan tanto las paradas como las terrazas de los bares y restaurantes, lo que obliga a los paseantes a circular por un estrecho pasillo.

La Rambla del Poblenou, este Sant Jordi / P.L.
Los turistas también disfrutan de Sant Jordi
Aun así, para Laia De Eguía y Sandra Domper, dos amigas del Poblenou que se han juntado para pasear un rato, no hay mucha más gente que otros años. “Lo que sí hay es más gente de fuera”, asegura De Eguía. Y no parece estar desencaminada. Entre la multitud de familias que avanza con cierta dificultad con carritos o niños, sorprende ver a alguna familia de turistas disfrutando de una tapa de croquetas de jamón. Tampoco es difícil oír entre el gentío alguna conversación en un idioma extranjero. “No tengo que comprarte ninguna rosa porque tú ya eres una”, le dice con algo de sorna un hombre a su mujer con un inglés claramente americano. “Eso es una mentira como una catedral”, le responde irónicamente ella.

Laia Dé Eguía y Sandra Domper, en la Rambla del Poblenou / P.L.
No es una tradición entre ellas, pero como De Eguía trabaja como profesora le ha regalado una flor a Domper de las que se han dado en su escuela. Domper, que ha limitado su compra de rosas a su madre y a su abuela, no ha podido devolverle el favor. “Ya se lo compraré durante el año”, le ha prometido a su amiga. Tampoco saben de donde han venido las flores, pero han procurado comprarlas en una tienda del barrio.
Lo mismo ha hecho Sergi, que ha comprado las rosas para su novia, Yasmina Badillo, en una tienda cerca de su casa, en la calle Llull. Este año, por tiempo, estos dos historiadores solo han podido pasearse por las paradas de la Rambla del Poblenou, aunque solían ir también al centro de Barcelona. “Con la mudanza tenemos poco tiempo, normalmente nos regalamos un libro y una rosa y esta vez, de momento, va a tener que ser solo rosa”, explica Sergi, que no descarta encontrar algún libro durante su paseo. Aun así, a ambos se les ve la mar de felices. “A mí es que me encanta Sant Jordi”, exclama Badillo.

Yasmina Badillo y su novio Sergi, en la Rambla del Poblenou / P.L.
Las librerías, también presentes
En el Poblenou no se forman largas colas para que los autores dediquen o firman sus obras, pero tampoco es fácil muchas veces hacerse un hueco para poder elegir tranquilamente los libros que comprar.
La librería Etcètera tiene una gran parada en el cruce entre la Ramba y la calle Llull. “En total somos 12 personas, ocho aquí y cuatro en la tienda que está muy cerca”, explica Dani Chica, uno de los vendedores. Para el librero, la mañana ha sido más fuerte de lo habitual y explica que se ha topado con muchos colegios e institutos que tenían como encargo hablar con los paradistas. Además, Chica también ha notado que “cada vez más gente se pide el día libre para disfrutar de Sant Jordi”. “Es un ambiente sobre todo familiar, muchos esta mañana me han pedido que les guardara el libro para la tarde, aseguran”.

Dani Chica, en el puesto de la librería Etcètera / P.L.
Tampoco escatiman recursos en la parada de la librería Nollegiu, que también tiene puestos en otros puntos de Barcelona. Es el undécimo año que se colocan en la Rambla del Poblenou, y entre tienda y parada tienen unas 13 personas trabajando, según su vendedora Paula Ferrer. Ellos también han notado un aumento en las ventas por la mañana en comparación a otros años, aunque Ferrer aprovecha la ocasión para pedir comprensión para las librerías independientes. “Muchos vienen a comprar solo por los descuentos de Sant Jordi… Las grandes tiendas lo pueden hacer porque no les supone nada, pero un 10% por libro para nosotras es un mundo”, ha defendido.
- ¿Qué ha pasado en Cornellà? Las claves del atropello múltiple en el campo del RCD Espanyol
- Rúa del Barça hoy: horario, recorrido y afectaciones al tráfico
- Una persona salta a las vías y corta la L1 del metro de Barcelona durante una hora
- Un nuevo vídeo del atropello masivo en Cornellà revela que la conductora ya había arrastrado aficionados antes
- Albiol declarará ante el juez por leer durante un Pleno de Badalona los datos médicos de una persona 'sintecho
- Operado de urgencia el herido grave por el atropello de Cornellà
- El ingresado por el atropello en el campo del RCD Espanyol está en coma inducido por un coágulo en la cabeza
- Las peñas del Espanyol alertaron desde hace cuatro años del riesgo en la calle donde se produjo el atropello