El comercio del Raval reivindica 'skaters' en la futura plaza dels Àngels para preservar una treintena de negocios

La transformación que afronta la plaza de los Àngels, más conocida como plaza del MACBA, ha abierto la caja de los truenos sobre los usos que debe abanderar el futuro espacio público. Tras la ampliación del museo, como informó este diario, se reformará la famosa plaza dura, sin que de momento haya un nuevo diseño decidido. Pero la idea central, expulsar la actividad de los 'skaters' de la zona, cuenta con la firme oposición del Eix Comercial del Raval. Más allá del arraigo de esta práctica, destaca el impacto económico que ha supuesto en el tejido comercial: si los monopatines desaparecen, con ellos podrían caer casi una treintena de negocios. En su lugar, reivindican una escuela de 'skate'.

Así lo explica su presidente Jordi Bordas, en ruta por la zona con este diario. Aunque el debate sobre la hegemonía de los patinadores siempre ha estado sobre la mesa y la reforma se contempla como una vía para 'liberar' el espacio público centrado en esta actividad una vez retirardo el podio que utilizan, la entidad cree que el remedio sería peor que la enfermedad. Bordas estima que 18 comercios dedicados a tiendas de ropa, tablas, ruedas, reparaciones y demás, desaparecerían si los 'skates' salen del barrio. Y también se verían en jaque una decena de establecimientos de comida rápida que suelen frecuentar y viven de estos usuarios.

La evolución del comercio del Raval es compleja, cada calle tiene particularidades. Por una parte hay una gran implantación de tiendas regentadas por inmigrantes instalados en la zona. Calles con más presencia filipina, marroquí, argelina, paquistaní... Hay otras, como Joaquim Costa, donde se concentran restaurantes y bares, así como tiendas de especialidades. En Doctor Dou destacan las tiendas más de tendencias y modernas, más frecuentadas por expats.

En general se aprecia una notoria caída del sector de la moda, tocada por una mayor apertura en festivos de los ejes comerciales del centro, relata. Si en 2023 el Eix tenia 32 tiendas de ropa, ahora cuenta con 10, porque "el resto han cerrado". Y ahora el perímetro del Macba, que alinea a un segmento vigoroso especializado en el 'skate', se ve amenazado.

Mejorar los usos

Bordas asume que "hay algunos malos usos de la zona de noche y hay que hacer que se respeten los horarios". Y aunque el vecindario se ha quejado largamente de las molestias y omnipresencia de los monopatines, en los últimos tiempos residentes y patinadores han hecho frente común en algunas quejas contra el proyecto de reforma. "La actividad de los 'skaters' se ha de salvar sí o sí", insiste. "Si les sacan el podio, se irán", dice en referencia al gran zócalo del MACBA, que el consistorio prevé reformular.

Así que los comerciantes está luchando por un "acuerdo" con vecinos, MACBA y patinadores que ofrezca alternativas a los planes originales. Operadores de varios establecimientos confirman las consecuencias en la actividad comercial que tendría ese cambio de guion. Porque el barrio cuenta con locales cerrados y no hay colas de emprendores para darles relevo, así que nuevos cierres serían difíciles de neutralizar, coinciden.

En este contexto, el representante de los comerciantes señala que pese a la mala fama por inseguridad en el Raval, el problema de los narcopisos y narcolocales ha mejorado en los últimos tiempos y ha regresado un mejor turismo. "El ayuntamiento está haciendo haciendo esfuerzos con la seguridad y la limpieza", añade. Pero el comercio y servicios de la zona están digiriendo aún los créditos y efectos de la pandemia, y la frágil economía del entorno le lleva a defender ahora el foco comercial que logró el fenómeno del 'skates'. "Son gente sana, antibotellón", subraya, defendiendo la conciliación de usos y que el consistorio no los recorte. En su lugar, reivindica sacar partido de esa 'tradición' nacida tras los Juegos Olímpicos del 1992 y apostar por una "escuela especializada", donde no solo se aborde el deporte, sino también "el civismo", propone.

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