Entrevista

Lluís Clotet: "El verdadero problema de la plaza dels Àngels es que no tiene vida ni diversidad"

El arquitecto que ideó junto a Oscar Tusquets la reforma del norte del Raval en los años 80 reflexiona sobre la ampliación del Macba y el futuro de su entorno

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El arquitecto Lluís Clotet reflexiona sobre el pasado, presente y futuro de la plaza dels Àngels

El arquitecto Lluís Clotet reflexiona sobre el pasado, presente y futuro de la plaza dels Àngels / JORDI OTIX / EPC

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

Barcelona
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Los barceloneses más jóvenes, incluso muchos de mediana edad, desconocen que la cadena de plazas e instituciones culturales que oxigena el norte del Raval es un invento moderno. La plaza dels Àngels, más conocida como la plaza del MACBA por la icónica fachada blanca del museo de arte contemporáneo, es fruto del derribo de edificios en desuso o ruinosos. Se enmarca en el relanzamiento de esta parte de Ciutat Vella entre los años 80 y 90. Una reinvención con una paternidad conocida y reconocida, los arquitectos Lluís Clotet y Oscar Tusquets, autores del plan Del Liceu al Seminari.

La trayectoria de Clotet (Barcelona, 1941) es tan extensa como el listado de premios que ha recibido. Entre muchos otros, el Nacional de Arquitectura estatal de 2010, el catalán de 1999 y más de media docena de premios FAD. Como especialista en esta área del Raval, barrio donde además nació y creció, reflexiona en conversación con EL PERIÓDICO sobre la transformación que ahora inicia la plaza dels Ángels por la ampliación del MACBA y la conversión de la vecina capilla de la Misericordia en ambulatorio, así como los planes municipales para la zona.

'Edificio Meier', sede original del MACBA en la plaza dels Àngels

Vista del Raval desde la plaza dels Àngels / Manu Mitru

El plan Del Liceu al Seminari fue la génesis de la transformación del norte del Raval. ¿Qué sigue vigente del espíritu de ese plan?

Lo que se ha hecho ha desvirtuado mucho el sentido original del plan. La riqueza extraordinaria del Raval, como ocurre en la mayoría de los cascos antiguos de pueblos y ciudades, es el espacio público. Es decir, lo que los hace extraordinarios son las calles y plazas, más que la arquitectura. Entre otras cosas, porque la arquitectura se ha supeditado a estos espacios: no sólo intenta resolver los problemas internos de un edificio, sino que está muy atenta a sus problemas externos. En el Raval no existe casi ningún edificio importante que esté aislado, a cuatro vientos. Todos están rodeados de más edificación para definir las calles y plazas que tienen alrededor. Por ejemplo, la iglesia del Pi hace que las tres plazoletas que hay a su alrededor tengan cada una su personalidad y que estén a su vez entrelazadas. El Palau de la Música, Domènech i Montaner lo puso allí en medio, respetando y no desfigurando lo que tenía a su alrededor. El Liceu es otro ejemplo extraordinario: el arquitecto toma el modelo académico de un teatro de la ópera y pliega todos los elementos para que las Ramblas casi ni se enteren. Lo mismo podríamos decir del Palau de la Virreina.

La icónica sede del Macba, que protagoniza la plaza dels Àngels, no sigue este esquema.

Cuando nosotros hicimos el plano del sistema de calles y plazas del Raval, en 1980, todos los grandes edificios estaban bien integrados. La única excepción era el Dispensario Antituberculoso del arquitecto Sert [el actual ambulatorio del Raval norte]. Es un edificio con enormes cualidades y que buscaba un nuevo lenguaje arquitectónico en los inicios del racionalismo. Pero es un edificio que estaría mucho mejor en medio de un bosque que en medio de una ciudad… La fachada trasera ignora la calle. Nosotros estábamos por la primera opción, por la integración. Y nuestra primera preocupación fue definir qué huecos eran necesarios, es decir, qué calles y plazas. Los edificios eran simplemente las masas que quedaban después de diseñar los huecos.

Mapa del Raval en los años 80 y propuesta de reforma 'Del Liceu al Seminari'

Mapa del Raval en los años 80 y propuesta de reforma 'Del Liceu al Seminari' / Lluís Clotet y Oscar Tusquets

Así 'inventaron' la plaza dels Àngels.

Hacer aquí una enorme plaza era una apuesta arriesgada entonces. Ahora parece evidente, pero no lo era en absoluto. Nos parecía que era un lugar estratégico, porque nos permitía ligar el Convent dels Àngels, la Casa de Caritat, la Misericòrdia y la excelente urbanización de la calle del Carme hecha sobre los antiguos jardines del Convent del Carme. ¡Y a mí me hacía especial ilusión, porque unía cuatro elementos que yo veía desde el balcón de mi casa de pequeño!

¿Qué había en la plaza, antes de que fuera una plaza?

Todo el espacio estaba ocupado: unas viviendas, unos almacenes, la iglesia dels Àngels... Presentamos el proyecto a Narcís Serra, el primer alcalde democrático, y a Oriol Bohigas, responsable municipal de arquitectura entonces. El ayuntamiento lo hizo suyo, lo recibió muy bien. Bohigas nos encargó hacer la esquina sur de plaza, que incluye el Convent dels Àngels y el edificio estrechísimo del fondo. Éste último tenía una sola función fundamental: tapar medianeras.

Vista del Convent dels Àngels en 2014, cuando pasó de ser sede del FAD a primera ampliación del MACBA.

Vista del Convent dels Àngels en 2014, cuando pasó de ser sede del FAD a primera ampliación del MACBA. / Ricard Cugat

Originariamente en este extremo de la plaza, junto al ábside, había árboles. Las generaciones más jóvenes de barceloneses no recuerdan ni una hoja verde en esta plaza dura. En cambio, los rincones sucios que rematan los ángulos sí parecen de toda la vida.

Esto es de primer curso de carrera. En el espacio público, los rincones son una fuente de problemas. Por eso en nuestro proyecto, este rincón del ábside con desnivel era un pequeño jardín vallado al que sólo se podía entrar desde la planta baja dels Àngels. Un recuerdo de los antiguos huertos que tenía el convento.

¿Y por qué se eliminó ese pequeño pulmón?

Porque Richard Meier, al que se le encargó el edificio del MACBA y el pavimento de la plaza, dijo que las rejas eran antidemocráticas y que no las quería.

Lluís Clotet lideró junto a Oscar Tusquets la apertura de la plaza dels Àngels y la rehabilitación del convento homónimo

Lluís Clotet lideró junto a Oscar Tusquets la apertura de la plaza dels Àngels y la rehabilitación del convento homónimo / JORDI OTIX / EPC

Richard Meier y usted claramente no son de la propia escuela urbanística.

En vez de dar importancia a los huecos de los cascos antiguos, Meier seguía criterios diferentes: hacer un objeto aislado, aunque provocara nuevas medianeras y visiones de patios de vecinos. Esto es una absoluta barbaridad, desde mi punto de vista.

El ayuntamiento anunció hace un año que aprovecharía la ampliación del MACBA para reformar la plaza, a fin de hacerla más amable y verde. La oportunidad no ha apaciguado el malestar de los vecinos contrarios a la operación, que además le han llevado a tribunales. Consideran que pierden espacio público, aunque ganen un mirador en la azotea del museo.

Tienen toda la razón del mundo. ¡Con el esfuerzo que hizo la ciudad para hacer esta plaza! Expropiaciones, el parking subterráneo… ¡Me parece incomprensible que el ayuntamiento quiera privatizar este espacio común! La única solución que respetaría el espíritu del plan Del Liceu al Seminari sería 'acabar' la plaza cubriendo la cara trasera de Joaquim Costa que Meier dejó al descubierto.

Imagen virtual de la ampliación del MACBA con un pórtico sobrepuesto al Convent dels Àngels

Imagen virtual de la ampliación del MACBA con un pórtico sobrepuesto al Convent dels Àngels / MACBA

Precisamente esta alternativa, edificar el pasillo de Ferlandina donde está el mural de Haring sobre el Sida, fue una de las opciones estudiadas y descartadas. La plaza dels Àngels no se comunicaría con la que hay detrás del CCCB, la plaza Joan Coromines.

Pues era la buena solución. ¿Qué había más natural para la ampliación del museo que alargar el propio edificio? Lo he calculado y había metros cuadrados de sobra. Este descosido no se arregla con murales, no tiene solución. Y la comunicación entre las dos plazas podría haberse hecho ampliando el paso actual.

Como gran conocedor que es usted de la plaza dels Àngels, ¿cómo recomendaría reformarla? La obra está actualmente en fase de diseño. Hace un año el Ayuntamiento avanzó que eliminará el zócalo que tanto fascina a los skaters, para reducir su presencia hegemónica.

El verdadero problema de la plaza es que no tiene actividad, vida, diversidad de usos. Sólo hay esas terrazas al final de todo. Los patinadores no sé por qué no los saca de ahí la policía municipal y ya está. O educadores que dialoguen una salida. Pero no hace falta reformar para sacarlos. Si se pusiera de moda hacer carreras de sacos en la Rambla Catalunya y eso imposibilitara que la gente pasee y se siente tranquila en las terrazas y bancos, ¿verdad que no se permitirían las carreras? La diversidad es fundamental en una ciudad. Cuando un espacio público se uniformiza está muerto. Tanto si la exclusiva la tienen patinadores como si la tienen bares. En la plaza dels Àngels sólo hay gente patinando, no ves a nadie mayor que se atreva a jugarse los tobillos pasando por el medio.

Recreación de cómo quedará la plaza dels Àngels en 2027 con la ampliación del MACBA, a la izquierda, y el nuevo zócalo ante el museo existente.

Recreación de cómo quedará la plaza dels Àngels en 2027 con la ampliación del MACBA, a la izquierda, y el nuevo zócalo ante el museo existente. / Ajuntament de Barcelona

Justo por eso el ayuntamiento quiere poner espacios de estancia y arbolado, para atraer a otros usos.

Pero tiene que haber servicios y tiendas, ¡la ciudad es eso! El problema no es del pavimento.

La falta de árboles sí es un problema con los veranos tórridos actuales y futuros. Al ser una plaza sobre un aparcamiento, no es tan fácil introducirlos.

Puedes poner tantos árboles como plazas de aparcamiento estés dispuesto a perder debajo. Donde estaría el coche del subterráneo, pones una gran maceta de tierra y plantas un árbol impresionante. Puede hacerse. ¡Yo en otros lugares lo he hecho! Lo que no tiene sentido es poner parterres de hierba. No somos Escocia. Un parterre lo único que hace es limitar aún más la superficie útil de la plaza. La gente no se puede estirar porque está prohibido, en teoría. Y en invierno se seca el césped. ¡Los árboles sí que son un invento fantástico!

El arquitecto Lluís Clotet, en Barcelona

El arquitecto Lluís Clotet, en Barcelona / JORDI OTIX / EPC

El aparcamiento subterráneo es bastante grande. Tiene más de 500 plazas, podría permitirse perder un puñado.

Sí. Y los accesos al aparcamiento, por cierto, perjudican mucho a la calle dels Àngels. Hay dos en la misma calle y tuvo que realizarse una conexión bajo el edificio gótico carísima.

Usted también había estudiado la transformación de la capilla de la Misericordia. El diseño que se ha escogido para convertirla en centro sanitario contempla un vestíbulo a toda altura y una especie de balcones para las salas de espera. ¿Le gusta?

No conozco suficientemente el proyecto. Pero debe tenerse en cuenta que es muy difícil adecuar esta iglesia para que albergue un ambulatorio. No todos los edificios sirven para cualquier cosa. Con Ignacio Paricio convertimos el magnífico Depósito de las Aguas de la Pompeu Fabra en biblioteca. Y aunque parezca raro, era facilísimo... siempre que no nos lo hicieran dividir en despachos y salas. El único interés que tiene una iglesia en tan mal estado es que contiene un espacio vacío muy grande. Es un contenedor, en definitiva. Por eso sería más fácil convertirla en un polideportivo o un auditorio, que en un CAP.

Render del interior de la capilla de la Misericòrdia convertida en ambulatorio

Render del interior de la capilla de la Misericòrdia convertida en ambulatorio / Ayuntamiento de Barcelona

Para rematar la conversación, la del Macba no es la única desdichada de las plazas del Raval norte que incluía el plan Del Liceu al Seminari. Todas cargan con un incivismo crónico: la Gardunya tras la Boqueria o la de Castilla en la calle Tallers son claros ejemplos.

El urbanismo sirve para afrontar estos problemas de usos que tenemos. Precisamente la Gardunya tiene muchos rincones, yo le veo un problema de diseño. Pero hay que decir que tiene una característica muy engorrosa: sólo uno de sus cuatro lados son viviendas. Y la plaza Castella también tiene rincones terribles. Estaba tan mal comenzada ya de origen, con una iglesia superviviente de un cuartel militar que a la vez había aprovechado un antiguo convento... Otro caso es la pista de baloncesto de Terenci Moix, en la calle Valldonzella. Tiene una biblioteca de nueva construcción a la que no se entra desde la plaza y un desnivel la separa del Antituberculoso. Nunca había visto tantos rincones, tantas vallas, tanta discontinuidad.

¿Siente que su plan Del Liceu al Seminari, a pesar de recibir todos los elogios institucionales que ha recibido, realmente no se respetó mucho?

Debería haberse hecho lo que hacía Napoleón con las batallas: nombrar a un responsable que estuviera por encima de todos los departamentos. Una persona que fuese resolviendo los problemas que fueran saliendo y hiciese cumplir el proyecto. No existió un personaje así en el Ayuntamiento. Uno por aquí y otro por allá, las ideas madre del plan se fueron rompiendo.

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