Distrito de Ciutat Vella

El tráfico de fármacos para crear la 'droga de los pobres' se expande en la zona más vulnerable de Barcelona

La policía suele decomisar medicamentos como Rivotril o Lyrica, que se mezclan con alcohol o estupefacientes y que requieren de receta médica

Qué es la pregabalina, el fármaco contra el dolor que ha causado más de 3.000 muertes en Reino Unido

Macrodispositivo contra la multirreincidencia en el Raval

Macrodispositivo contra la multirreincidencia en el Raval / Manu Mitru

Germán González
Manu Mitru
Barcelona
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Dentro del operativo realizado en el Raval hace unos días para acabar con los multirreincidentes, los Mossos d'Esquadra requisaron a una persona una docena de blísteres de un fármaco llamado Lyrica, el nombre comercial de la pregabalina que se usa como antiepiléptico pero que también tiene un fuerte componente analgésico. Precisamente por estos efectos se trata de un tipo de pastilla que es común en zonas vulnerables en los que hay muchas personas en riesgo de exclusión social y con fuertes problemas de adicción. Para muestra, su reciente proliferación en el distrito barcelonés de Ciutat Vella.

No únicamente se puede encontrar pregablina. También se ha requisado últimamente Rivotril, una de las marcas del clonazepam que es un fármaco perteneciente al grupo de las benzodiacepinas y que actúa sobre el sistema nervioso central de forma sedante, relajante e hipnótica, entre otras características.

Estas pastillas se suelen consumir mezcladas con drogas, como marihuana o hachís, o con alcohol, pese a que también hay quien las vende por unidades a personas que viven en la calle y tienen adicciones para calmar el síndrome de abstinencia. Son medicamentos que se administran con receta y no se consideran sustancias estupefacientes por lo que la policía suele requisar estas pastillas cuando alguien lleva muchas encima, bajo la sospecha que puede traficar con ellas.

Sin embargo, no se le acusa de ningún delito contra la salud pública, sino que se llevan a comisaría y se dice a la persona que las llevaba que puede ir a buscarlas si presenta una receta médica conforme es habitual que las tome. Fuentes policiales indican a este medio que nadie va a reclamar este tipo de fármacos.

La población que consume este tipo de fármacos proceden en su mayoría del norte de África y viven en una situación de exclusión social. Precisamente, en esta zona se puso de moda entre la gente joven a finales de la primera década de este siglo el llamado Karkubi. Según la Policía Nacional, se trata de una droga originaria de Marruecos, elaborada a partir de la fusión de hachís y Rivotril (clonazepam) que, mezclado con alcohol o pegamento, pueden generar alucinaciones. Se la llama la 'droga de los pobres' por su bajo coste y fácil acceso. Los agentes alertaron hace unos meses de los riesgos de esta mezcla de sustancias por la rápida propagación en adolescentes.

Con la migración por toda la cuenca mediterránea de esta población, el consumo de esta droga se ha ido extendiendo a otros países, ya que también se exporta el abuso de algunas sustancias. Según el informe 'Fentanilo en España. Evidencias, percepciones y realidades', realizado por Episteme Investigación e Intervención Social y financiado por Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, las "personas jóvenes drogodependientes, especialmente aquellas que pasaron su adolescencia en un centro de menores, tienen gran preferencia" por la pregabalina "como droga de abuso". 

"En los últimos años, los menores no acompañados han provocado una gran atención mediática. Sus consumos de drogas están motivados por una existencia marcada por el impacto de la experiencia migratoria y la situación de sinhogarismo. Aunque sus drogas de preferencia son los fármacos como el clonazepam (Rivotril®) y la pregabalina (Lyrica®), son personas intrínsicamente policonsumidoras, que tampoco le hacen menosprecios a la heroína", remarca el informe.

Atenciones en el Clínic

Según datos de la Unidad de Toxicología Clínica del hospital Clínic de Barcelona el 4,6% de los 1.523 casos de intoxicaciones por drogas atendidos en Urgencias el año pasado fueron por pregabalina. Se trata de una cifra similar a la de 2023 cuando se registró la afectación de este fármaco en el 4,37% de los 1.509 casos de intoxicaciones por drogas atendidos.  

En declaraciones a EL PERIÓDICO, el doctor Emilio Salgado, responsable de la Unidad de Toxicología Clínica del Clínic, remarca que este tipo de sustancias se toman de forma lúdica, mezclada con drogas o alcohol, pero también para rebajar los efectos del consumo crónico de estupefacientes en zonas marginales. Por eso, se han encontrado casos de personas que abusan de ellas.

Se trata de fármacos potencialmente adictivos y baratos, pese a que se administren con receta, según el doctor Salgado quien añade que tras la pandemia hubo un incremento de su consumo en las calles pese a que ahora está más estabilizado. Sin embargo, asegura que este fenómeno no ocurre únicamente en Barcelona sino que también se ha descubierto en otras partes de Europa.

El doctor Salgado recuerda que estos fármacos no tienen una regulación tan "estricta" como los opioides sino que se usan para el dolor. Pese a esto, en la ficha técnica la farmacéutica tuvo que añadir que pueden "influir en personas con antecedentes de consumo crónico o de dependencia previa".

En este sentido, un estudio suyo que presentó en febrero del año pasado en el congreso anual de la Middle East and North Africa Clinical Toxicology Association (MENATOX) celebrado en Abu Dhabi ya indicaba que el mal uso de la pregabalina puede causar abuso y síndrome de abstinencia y que hay más riesgo con antecedentes de drogodependencia.

También señala empezaron a detectar el consumo de estos fármacos al hacer análisis de sangre a las personas de origen norteafricano que la policía llevaba a Urgencias cuando se las encontraban inconscientes en la calle. Al examinar las pruebas médicas descubrían el abuso a estos medicamentos, que igual se tomaban mezclados con drogas y después "les daba el bajón". En algunos casos se trataba de detenidos que para tener valor para delinquir injerían estas sustancias y luego sufrían los efectos relajantes.

Consumo "no prescrito"

La Secretaría de Salud Pública del Departament de Salut ha destacado que tanto la pregabalina como el clonazepam son "hipnosedantes" para combatir trastornos como ansiedad, dolor neuropático o las convulsiones. Sustituyen al flunitrazepam que se administrava a pacientes muy vulnerables, como personas que viven en la calle para el tratamiento de adicciones y otros trastornos de salud mental.

"Aunque su uso debería ser por prescripción médica, es cierto que existe un consumo no prescrito" señala Salut "especialmente en personas que viven situaciones de precariedad, exclusión o malestar emocional" en un contexto de policonsumo de estimulantes. "Los inicios de tratamiento específicos por adicción a estas sustancias siguen siendo muy bajos. En 2023, no se registró ningún inicio por pregabalina, y sólo un 0,03% del total lo fue por clonazepam", indica el Departament.

Además, añaden que se realizan actuaciones para reducir su presencia en la calle, aunque recuerdan que se "el uso de sustancias y las adicciones son fenómenos complejos, relacionados no sólo con los efectos de los fármacos sino también con factores sociales y psicológicos como el trauma, el estigma, la violencia o la falta de apoyo". 

Por eso, la Subdirección General de Adicciones, VIH, ITS y Hepatitis Víricas trabaja en coordinación con la Red de Atención a las Drogodependencias, varias entidades y los servicios sociales. En concreto se forma a los profesionales que trabajan en contacto con personas que consumen, con el fin de prevenir su uso y reducir los riesgos, y se ofrece apoyo "integral" a estas personas vulnerables que son adictas, como "acompañamientos terapéuticos como alternativa a la medicalización".

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