La Fiscalía investiga si patrimonio de La Masia del Barça corre riesgo de destrucción

La Fiscalía Provincial de Barcelona ha abierto diligencias para investigar si patrimonio protegido de la masía de Can Planes, propiedad del Fútbol Club Barcelona, ha sido destruido o corre peligro de ser arrasado. Se trata de la finca datada en 1702 que se sitúa junto al Spotify Camp Nou, erigida en emblema de la institución y residencia de jóvenes promesas futbolísticas durante más de 30 años, en la que se alojaron Pep Guardiola, Andrés Iniesta y Carles Puyol, entre otros. 

Cerrado desde 2011, el edificio está pendiente de una reforma que el gobierno municipal del alcalde Jaume Collboni aprobó de forma inicial el pasado enero para que reabra como sede social del Barça. Sin embargo, vecinos del distrito de Les Corts han acudido al ayuntamiento y los Mossos d’Esquadra para alertar de un presunto caso de destrucción patrimonial. Previenen que el plan urbanístico no garantiza la preservación total de La Masia ni su restauración completa.  

El Ministerio Público confirma a EL PERIÓDICO que ha emprendido las pesquisas para examinar si se ha producido una supuesta pérdida o una amenaza de demolición de elementos de valor histórico en la construcción, blindada porque está declarada como Bien Cultural de Interés Local desde el año 2000. La catalogación obliga al mantenimiento integral de los volúmenes, fachadas e interiores de la edificación, incluidas las partes donde se conserven estructuras o decoraciones históricas. El Ayuntamiento de Barcelona y el Barça defienden a este medio que los bienes están preservados y la reforma que se avecina se ajusta a los requisitos.  

Inquietud vecinal

La Fiscalía ha recibido información de los hechos de manos de la unidad de patrimonio histórico de los Mossos, como avanzó 'Tot Barcelona'. La policía ha trasladado la documentación y las declaraciones que han prestado residentes de Les Corts, que solicitan que se dicte una medida cautelar para que la remodelación de La Masia no comience mientras se investigue. La Fiscalía manifiesta que no solicitará la suspensión cautelar de las obras.

En paralelo, los mismos vecinos -que prefieren que no se revele su identidad- alegaron contra la rehabilitación y solicitaron al consistorio que el plan sea declarado nulo de pleno derecho por considerar que no se ajunta a derecho. El mismo grupo ha dirigido una instancia al ayuntamiento en que, entre otras propuestas, abogan por detener el proyecto durante “un tiempo prudencial” para modificarlo al fin de “asegurar la protección de patrimonio histórico de La Masia”.  

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Por su parte, el Barça contesta que no ha recibido requerimiento del Ministerio Fiscal por ahora. La entidad aspira a que las labores comiencen en el tercer trimestre de este año, a falta de que la aprobación definitiva se debata la semana que viene en el ayuntamiento. En la comisión municipal de urbanismo de este martes, el PSC apoyó elevar la propuesta al pleno mientras el resto de partidos se reservó el sentido de su voto, aludiendo a que necesitaban más detalles antes de posicionarse a la vista de la preocupación vecinal.  

Denuncias en 2016

Los vecinos que han propiciado que la Fiscalía indague se remontan a 2015 y 2016 para situar el origen de los hechos por los que sostienen que se puede haber cometido un presunto delito. En aquel momento, presentaron cuatro denuncias ante el ayuntamiento, en las que apercibían de unas obras carentes de permiso en La Masia. Interpusieron dos más en 2017 y 2019, esta última por unas excavaciones supuestamente ilegales.

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A raíz de los avisos vecinales, el distrito de Les Corts suspendió las tareas en febrero de 2016, porque el Barça las había empezado dentro de La Masia sin permiso ni un plan especial que las amparase. El veto se levantó en parte en junio de aquel año, después de que el club presentara un comunicado diferido de los trabajos en abril. No obstante, el consistorio detectó que se estaban “realizando obras de excavación y derribo del antiguo acceso a la P-1 en el exterior del volumen edificado”, que no se mencionaban en el aviso posterior al inicio de las labores ni estaban autorizadas. En consecuencia, el distrito volvió a detener las reformas en junio de 2016 y ordenó al Barcelona que “restaure la legalidad física alterada y el orden jurídico vulnerado”, devolviendo lo derruido a su aspecto original “en el plazo de un mes”. 

Aquí radica uno de los motivos de discusión. Los vecinos sostienen que no consta que el Barça haya cumplido con el mandato municipal ni que lo que se desmanteló indebidamente se haya rehecho. Por el contrario, tanto el ayuntamiento como el club responden que la directriz sí se ha satisfecho.

“El Barça dio cumplimiento a la orden, restaurando la legalidad de las obras que se habían hecho sin licencia y restaurando las partes que correspondían”, afirma el distrito de Les Corts. Añade que “la restitución finalizó en diciembre de 2019”, más de tres años después de cuando se debería haber materializado. El consistorio indica que “se sancionó al Barça por hacer obras sin la correspondiente licencia con 23.500 euros y también se dictó una multa coercitiva en 2017 por 300 euros, por incumplimiento de la orden de restitución”. El club defiende que la protección del patrimonio de La Masia “siempre se ha garantizado y ha estado garantizada”. 

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Perforaciones y escombros

Los vecinos contraponen que el alcance de los presuntos destrozos en La Masia fueron de calado y no se pudieron inventariar por completo. Recalcan que falta una memoria de investigación histórica preceptiva sobre las modificaciones que haya habido y las que puedan hacerse en el edificio. El ayuntamiento replica que el Barça ha aportado información adicional al respecto y que la reforma venidera atiende a las prescripciones del catálogo de patrimonio. 

A tenor de las inspecciones de técnicos municipales de hace casi una década, se habían efectuado “excavaciones, instalado vigas de hierro, vaciado cimientos, eliminado compartimentos interiores, cegado ventanas, destruido pavimentos y ornamentos en la escalera”. Así figura en un estudio de la empresa Veclús encargado por la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB).

Personal de esa compañía examinó el inmueble en 2017. Se percató de que, durante las obras sin permiso, se habían dañado o eliminado "elementos con significativo valor patrimonial". Eran la parte inferior de una escalera de origen barroco, un revestimiento poroso de la pared de tapia, un pavimento en el segundo piso de época barroca y unos dinteles probablemente barrocos, hechos con piedra de Montjuïc. Para los vecinos, el diagnóstico solo fue parcial.

El Barça presentó un plan de remodelación en 2016 para añadir un edificio alargado junto a La Masia, de diseño contemporáneo y una sola planta. El propósito topó con la protección del inmueble y ha acabado por descartarse en el nuevo proyecto promovido por el club, que concibe habilitar un sótano para eventos y ruedas de prensa, con salida al exterior y conexión subterránea con el garaje del Spotify Camp Nou y el resto del Espai Barça.

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