En Horta-Guinardó

El coste para reparar una caldera deja sin agua caliente a una guardería pública de Barcelona

El ayuntamiento admite que el calentador del centro está estropeado desde enero y que el precio elevado de reparación retrasa la solución como mínimo hasta mayo

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La guardería municipal Guinardó, en Barcelona.

La guardería municipal Guinardó, en Barcelona. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

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Barcelona
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La guardería municipal Guinardó carece de agua caliente para lavar a los bebés desde enero y no la recuperará hasta dentro de un mes en el mejor de los casos, aunque la solución podría tardar aún más tiempo. El Ayuntamiento de Barcelona ha reconocido esta semana que una “cuestión presupuestaria” está alargando la contrariedad que causa malestar entre las familias, que no comprenden que la reparación se esté demorando. Una avería sin arreglar en la caldera del centro obliga a asear a los menores con agua fría, también al cambiarles el pañal y limpiarles las piernas y la espalda, como recalcó una vecina que trasladó la queja de padres y madres a la audiencia pública de Horta-Guinardó.

El concejal del distrito, Lluís Rabell, afirmó que el coste de reparación del calentador obstaculiza por ahora resolver el contratiempo. “El problema es que es una substitución de todo el aparataje y sale muy caro”, comentó el edil, que señaló que la instalación “ha fallado desde enero hasta ahora”. “La caldera empezó a fallar a finales del año pasado y, finalmente, se estropeó en enero”, precisó Rabell. 

El miembro del equipo de gobierno del alcalde Jaume Collboni manifestó que “el importe de sustitución de la caldera supera sobradamente el presupuesto de mantenimiento asignado para este año” a la guardería pública del Guinardó, de la que el ayuntamiento es titular. “Estamos intentando agilizar el proceso administrativo para acortar el plazo y hacer la sustitución lo más pronto posible”, aseguró Rabell.

El edil apuntó que, “si todo fuera bien y todos los plazos se pudieran acortar”, quizá el centro podría volver a disponer de agua caliente en mayo, justo antes de acabar el curso. En todo caso, Rabell indicó que se trata de un “intento”, sin garantía de que la espera que irrita a las familias no vaya a prolongarse todavía más.