Plan de rehabilitación

El retraso en reparar la aluminosis del Besòs amenaza con dejar a las obras sin subvenciones europeas

El Ayuntamiento de Barcelona solicita al Gobierno de España cambiar los plazos fijados por Bruselas para que no se pierdan ayudas en reparaciones pendientes en escaleras que sufren patologías estructurales

Barcelona solo inicia una de las cuatro obras previstas en 2024 para reparar la aluminosis en el Besòs

Un bloque de viviendas con puntales en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona.

Un bloque de viviendas con puntales en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona. / RICARD CUGAT

Jordi Ribalaygue

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Barcelona
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El retraso que acumulan las obras de rehabilitación en bloques que sufren aluminosis y otras patologías estructurales en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona, amenaza con que la operación anunciada en 2020 pierda subvenciones de la Unión Europea para financiar una reforma de alto coste en una zona vulnerable, tanto por el mal estado de las viviendas como los bajos ingresos de sus habitantes. La remodelación debía iniciarse con un plan piloto que se extendía a 10 escaleras, antes de ampliar las labores a otras 38 comunidades, con diferentes daños que se diagnostican prioritarios a subsanar. 

Casi cinco años después de revelarse el proyecto, solo una finca se ha arreglado hasta ahora. A su vez, se han iniciado obras en otras dos escaleras en los últimos meses, una ha renunciado a seguir en el plan y el resto permanecen a la espera, incluidas cuatro comunidades cuyas reparaciones aún no han salido a concurso para ser adjudicadas. La rehabilitación de la cuarentena restante en que se detectan desperfectos se aplaza al próximo mandato, en una fecha inconcreta entre mediados de 2027 y 2031, según anunció el ejecutivo municipal en enero de 2024.  

En paralelo, los vecinos ven acercarse la fecha límite para recibir los subsidios prometidos. Las reparaciones deben estén acabadas antes del 30 de junio de 2026 para ser susceptibles de costearse en parte con fondos Next Generation. La financiación procedente de Bruselas debería aliviar el coste de las mejoras de eficiencia energética de las fincas incluidas en el plan piloto, cuyo presupuesto total sube a unos 18 millones de euros. Ante la hipótesis cada vez más probable de que la totalidad de las obras no se hayan concluido de aquí a unos 15 meses, el ayuntamiento ha solicitado una solución al Gobierno de España para evitar que las ayudas europeas a las que aspira el Besòs se esfumen.

Petición con la Generalitat

El consistorio explica que ha formulado una petición conjunta con la Generalitat dirigida al ejecutivo del presidente Pedro Sánchez. La reclamació consiste en que “el límite temporal de las actuaciones que regulan los fondos Next Generation marque como válidas las obras iniciadas antes del 30 de junio de 2026, fecha que actualmente se marca como finalización”, recuerda el gobierno del alcalde Jaume Collboni.

La petición municipal, que obligaría a modificar requisitos fijados por la UE, fue comunicada a representantes vecinales la semana pasada. Representantes del ayuntamiento les garantizaron que el programa de regeneración tendrá "continuidad más allá de la financiación de los Next Generation".

Por otro lado, el ayuntamiento ha recalculado el calendario de obras. Estima que la labores comenzarán a finales de abril en una comunidad de la calle Alfons el Magnànim y a finales de mayo en la calle Epir. Agrega que tres reformas saldrán a licitación la semana que viene y otra más, en mayo.

"Situación límite"

Escépticas con que el cambio de las condiciones prospere, entidades del Besòs i el Maresme se muestran críticas con las demoras que el plan de regeneración registra. "La situación es límite en el barrio", expresa Teresa Pardo, de la asociación SOS Besòs/Maresme. Ha recordado que una familia de tres miembros fue desalojada en noviembre de 2024 de un piso de su propiedad, en que el techo amenazaba con derrumbarse por unas filtraciones. Los bomberos reforzaron el domicilio con 14 puntales y ordenaron el desalojo inmediato al no poderse garantizar la seguridad de los moradores. La familia, que contó a EL PERIÓDICO que el consistorio le instó a buscar una habitación de alquiler por su cuenta, permanece alojada en una pensión en Sant Adrià de Besòs.

Salón apuntalado en el piso que se desalojó en noviembre en el Besòs i el Maresme, en Barcelona.

Salón apuntalado en el piso que se desalojó en noviembre en el Besòs i el Maresme, en Barcelona. / JR

"Gracias a los bomberos, que están garantizando la seguridad en el barrio, no se está teniendo que lamentar que se hayan perdido vidas", ha advertido Pardo. La dirigente vecinal ha exigido a no dilatar más las reformas -"las casas no van a aguantar hasta 2027"- y ha urgido a que se asuman "responsabilidades políticas y técnicas" por las dilaciones.

"Tendrán una responsabilidad directa si se producen muertes", ha prevenido Pardo. Además, ha criticado que "no se ha cumplido absolutamente nada" de los calendarios anunciados hasta ahora para acabar con las deficiencias en las viviendas. "No puede ser que haya dinero de Europa que no se vaya a invertir por mala gestión, hemos estado advirtiendo que el plazo se acababa y falta claridad, porque tenemos a muchas familias con riesgo inminente de perder sus viviendas", ha avisado.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos del Maresme, José Manuel López, pide saber qué garantías existen de que se pueda aplazar el término de los fondos Next Generation. "No puede ser que haya esta lentitud y la gente se desespera, porque el plan era muy ambicioso y se ha quedado en 10 comunidades", observa. A su vez, remarca que "las familias que viven ahí no tienen recursos para hacer reformas de envergadura si las ayudas caen". Hasta un 80% de los costes del proyecto piloto se pagarán con dinero de la UE y el consistorio, mientras que los vecinos sufragarán un 20%, si bien "en casuísticas sociales concretas está financiado por el Ayuntamiento", dice el ejecutivo local.

Reprobación de Bonet

En paralelo, Junts y Barcelona en Comú han solicitado que se convoque una comisión extraordinaria de Urbanismo para reprobar a la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet. Ambos partidos acusan a la socialista de “poner en riesgo la rehabilitación urgente de seis fincas del Besòs” incluidas en el plan piloto y donde las reformas no han empezado.

"El gobierno no se toma con suficiente seriedad la regeneración de los barrios del Besòs", ha opinado el concejal Damià Calvet (Junts). "O nos ponemos a ello con dedicación buena gestión o la gente que espera que rehabiliten sus edificios se irá muriendo por el camino", ha augurado. En la misma línea, Janet Sanz (BComú) ha achado "incapacidad, mala gestión y dejadez de funciones" al PSC por el "riesgo de perder fondos" europeos. "Por inacción del gobierno de Collboni, hay vecinas que tienen miedo a vivir en su casa", ha culpado.

Habitualmente en las antípodas ideológicas, Junts y Comunes es la segunda vez que plantear una comisión extraordinaria crítica con los retrasos en la remodelación pendiente en el Besòs i el Maresme, que concentra algunas de las calles donde se declaran menos renta en Barcelona. Ambas fuerzas han advertido que la posibilidad de que se disipe la financiación de Bruselas también comprometa regeneraciones por abordar en Trinitat Vella, Canyelles, Can Peguera, La Pau y los Jardins de Massana. Por su parte, Daniel Sirera (PP) ha sostenido que la reprobación debe ser extensible a Junts, Comuns y PSC por "haber abandonado" el Besòs i el Maresme.