Los barrios

Crisis en la Asociación de Vecinos del Carmel: la FAVB insta a su presidenta a dejar el cargo

Montserrat Montero se niega a dimitir: “Yo me quería ir, pero ahora que me intentan echar ya no, es injusto”

Unas pintadas dañan el icónico grafiti de los tiburones del Carmel

Vista del Carmel des del barri de la Clota. | JORDI OTIX

Vista del Carmel des del barri de la Clota. | JORDI OTIX

Toni Sust

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Barcelona
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La Asociación de Vecinos del Carmel vive un conflicto interno que lleva ya tiempo abierto y que básicamente ha provocado un divorcio rotundo entre su presidenta, Montserrat Montero, y el grueso del resto de la junta. El desencuentro viene de hace tiempo, y los últimos acontecimientos se han zanjado con dos movimientos que dan cuenta de la falta de entendimiento.

El tesorero de la asociación dejó el cargo en febrero, explica Montero, que recuerda que el secretario se fue en mayo. La presidenta, y ese es uno de los dos movimientos, creó entonces una junta gestora, que, dice, es lo que procedía ante las bajas. La creó en una asamblea celebrada el 2 de marzo, a la que dice que acudió muy poca gente, en parte por su “error” de no enviar las cartas de convocatoria y en parte porque, sostiene, la gente está escasamente movilizada.

Una tensión insostenible

El segundo movimiento que indica hasta qué punto ha llegado el conflicto lo ha hecho la Federació d'Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB), que insta a Montero a apartarse, a abandonar la presidencia, para facilitar un desenlace que desbloquee la situación.

La FABV convocó a los integrantes de la asociación a una reunión este jueves en la sede de la federación. Un encuentro con el presidente de la federación, Camilo Ramos. Acudieron cuatro personas, según la FABV, entre las que no se contaba la presidenta. Montero atribuye su ausencia a una caída que la dejó magullada, un golpe fuerte en la rodilla.

“¡No renunciaré!”

Este miércoles, en la parte alta del Carmel, cerca de las búnkers, Montero hablaba por teléfono con alguien y le advertía con pasión y a todo volumen: “¡No renunciaré! ¡No pienso renunciar!”. La mujer lleva cinco años al frente del colectivo: “Me comí todo la pandemia. Entró una serie de gente que no me gustaba y el primer año convivimos, porque yo no me metía en nada. Pero hace un año se rompió la cosa, con una casita de Papá Noël que hicieron los Diables, que no quisieron saber nada de la asociación”.

Desde entonces, Montero y el resto de la junta han ido por su lado, y ella les acusa de crear una campaña en su contra. No quiere, por ahora, citar con nombres y apellidos a sus enemigos, pero sostiene que en el barrio algunos la felicitan por aguantar la presión.

Asamblea el 6 de abril

La FABV considera que el problema es complejo y no tiene relación con el barrio, sino con “actitudes personales”. “Le estamos sugiriendo que de un paso al lado”, indican fuentes de la federación, que precisan que no pueden destituir a la presidenta, pero sí separar a la entidad de la FAVB si no cumple con el cometido que se espera de una asociación vecinal.

Las mismas fuentes indican que han emplazado a la convocatoria de una asamblea en la que los socios puedan pronunciarse sobre el futuro de la asociación. Y que si no hay convocatoria se estudiarían jurídicamente fórmulas de apartar a la presidenta. Esa versión colisiona con la de Montero, que dice que ha convocado una asamblea para el 6 de abril, y añade que esta vez las cartas han sido enviadas.

Ya no me voy

“Yo quiero seguir, ahora sí, ahora que me quieren echar, sí. Yo me quería ir, pero ahora que me intentan echar ya no, es injusto”, dice Montero, que afirma que cuenta con un grupo de vecinos dispuestos a formar parte de una nueva junta de la asociación. Entre ellos, claro está, no figuran los de la actual. “Los nuevos quieren que me presente. Espero ganar, y si no gano no pasa nada. Que ganen ellos, pero por lo legal”. La presidenta aprecia “machismo” en el rechazo que recibe. “No me voy a cortar un pelo. Ellos pensaron que me rendiría, me pusieron a parir en todo el barrio”.

Si se acaba celebrando la asamblea del 6 de abril, allí se dirimirá el conflicto, que a día de hoy tiene como efecto resultante que los vecinos ven considerablemente mermada su representación asociativa.

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