En Barcelona

Patronales de la restauración y el ocio bombardean con alegaciones el plan de usos de Sant Martí

Consideran que amenaza la supervivencia de muchos negocios del Poblenou e imposibilita nueva oferta legal en diversos enclaves

Barcelona extiende el veto a la apertura de más bares y súpers 24 horas en Sant Martí

El ruido perdura en el Triángulo Golfo de Barcelona

Ambiente en el Triángulo Lúdico del Poblenou, en una imagen de archivo.

Ambiente en el Triángulo Lúdico del Poblenou, en una imagen de archivo. / ZOWY VOETEN

Patricia Castán

Patricia Castán

Barcelona
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Los locales afectados y las patronales de la restauración y el ocio han presentado numerosas alegaciones contra el plan de usos de Sant Martí, que consideran excesivamente restrictivo y que, a su juicio, amenaza a la supervivencia de los negocios legales e imposibilita la apertura de nuevos espacios en algunas zonas del distrito. La batería de argumentaciones persigue que el Ayuntamiento de Barcelona suavice el plan que debe aprobarse de forma definitiva en las próximas semanas y que afecta especialmente al llamado Triángulo Lúdico del Poblenou y la calle de Rogent. Por contra, el consistorio defiende que la normativa busca mejorar la convivencia vecinal en la zona y dar respuesta a sus quejas.

El Gremi de Restauració de Barcelona critica que el plan de usos de Sant Martí replica la doble regulación que ya impuso del Eixample, pero "da un paso más al prohibir la implantación de nuevos bares y restaurantes en barrios enteros con una superficie aproximada de dos kilómetros cuadrados". Y apunta que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ya anuló una prohibición de estas características impulsada en 2011. Por ello, en sus alegaciones, la rechazan y también piden que se rebajen los límites de distancia entre locales y concentración, entre otros.

Su director, Roger Pallarols, opina que "hechos y decisiones como esta desmienten el discurso 'business-friendly' que quiere abanderar el gobierno. Estamos asistiendo a un endurecimiento de las políticas restrictivas, a una deriva prohibicionista. Barcelona no puede seguir secuestrada por estas dinámicas". El representante de los hosteleros ve una contradicción entre "fomentar la actividad nocturna mediante la creación de la Oficina de la Noche y, al mismo tiempo, adoptar decisiones como este plan, que asfixia estas mismas actividades hasta la extenuación".

Añade que el gobierno municipal necesita un "cambio de guion que despierte la ciudad" frente a sus competidores. Es más, ven una continuidad en las políticas "antihostelería" del anterior mandato. El colectivo sostiene que si el consistorio aprueba el plan de Sant Martí estaría "abusando de sus prerrogativas", a sabiendas de que la justicia puede tardar años en dictaminar al respecto.

Equilibrio entre vecinos y el sector

También en el último día de plazo de alegaciones, la patronal del ocio nocturno Fecalon presentó el lunes las suyas, con el título 'Desaparición progresiva de locales por falta de renovación o adaptación técnica, desincentivación de inversores legales y atracción de operadores ilegales', al considerar que "el plan condena a una muerte lenta a zonas históricamente activas del distrito, como el Triángulo Lúdico o Rogent". 

Sostienen que el plan es “desproporcionado” y "alejado de las necesidades reales de la población y del sector empresarial". En especial arremeten contra "restricciones excesivas" en las dos mencionadas Áreas de Tratamiento Específico (ATE), donde no se darán más licencias de ocio nocturno. En el resto del distrito "se imponen condiciones inviables", prosiguen, como una distancia mínima de 400 metros entre locales, estar en calles a partir de 20 metros de ancho y tener un máximo de 150 m²) que "asfixian la viabilidad de nuevos negocios y la renovación de los existentes".

Por ello, creen que el plan implicará una "fuga del ocio legal", con consumidores que irán a locales de otros distritos o municipios y la desaparición progresiva de locales legales, incapaces de adaptarse técnicamente a las exigencias del plan, dicen. Y añaden que se fomentará la "oferta ilegal", en detrimento de la seguridad y la convivencia, según su secretario general, Fernando Martínez. Además, argumentan que la medida vulnera la Directiva 2006/123/CE de la UE al "no justificar adecuadamente la proporcionalidad ni la necesidad de las restricciones, coartando la libertad de prestación de servicios".

La patronal reivindica en sus alegaciones "permitir la apertura regulada de nuevos locales musicales" (bares, restaurantes y discotecas) que cumplan con la normativa técnica vigente, así como una "revisión profunda del plan antes de su aprobación definitiva, buscando un equilibrio entre las demandas vecinales y la supervivencia del sector".

"Saturación de actividad" y quejas

Cabe recordar que el plan aprobado inicialmente en diciembre pasado establece una zona general de regulación (ZR) y declara las zonas del Triángulo Lúdico y entornos y de la calle de Rogent como áreas de tratamiento específico (ATE). En ambas se producen las mayores restricciones, "ya que es donde se detecta una elevada saturación de actividades con potencial impacto en la convivencia", según el ayuntamiento.

El Plan especial urbanístico (PEU) de ordenación de las actividades de pública concurrencia, comercios y alimenticios y otras actividades del distrito de Sant Martí "tiene el objetivo de proteger el comercio de proximidad y la mixtura de usos y la preservación del descanso del vecindario", defendió el consistorio. Su voluntad es "anticiparse a posibles desequilibrios en el tejido urbano" y "dar respuesta a los actuales conflictos de convivencia generados por determinantes usos en planta baja".