Yacimiento condenado
Las obras de la Sagrera destaparán de nuevo la villa romana para construir un gran depósito
La tercera campaña de excavaciones buscará más vestigios de la enorme hacienda descubierta hace 14 años, aunque difícilmente se conservarán in situ
Las obras de la Via Laietana destapan los restos de cinco casas medievales de Barcelona

El terreno adyacente a la futura estación de la Sagrera, donde se excavará para buscar más restos de la villa romana descubierta en las obras, en Barcelona. / ELISENDA PONS


Jordi Ribalaygue
Jordi RibalayguePeriodista
Periodista especializado en información local de Barcelona y el área metropolitana. Ha trabajado en El Mundo, EFE, Público, Ara, Tot Barcelona y medios locales de Sant Adrià de Besòs y Badalona. Ha colaborado en la redacción del libro 'Objectiu Venus', sobre el barrio de La Mina.
Las obras de la estación de la Sagrera, marcadas por los retrasos y los sobrecostes, carecen de fecha de finalización. Los trenes de alta velocidad empezaron este domingo a circular sin detenerse por dentro del edificio en construcción desde 2011, desviándose de nuevo de las previsiones: en agosto pasado, se anunció que los convoyes atravesarían las vías bajo techo antes de que acabase 2024. La edificación -en la que se han comprometido unos 1.100 millones de euros- debería prestar servicio desde hace 13 años, en caso de haberse cumplido los primeros pronósticos. Si bien la infraestructura ferroviaria debe culminarse en 2026, se desconoce cuándo los viajeros embarcarán y se apearán en la Sagrera, en la que faltan aún algunas instalaciones antes de la puesta a punto.
Una de las que está pendiente de habilitarse es el sistema de climatización sostenible, dotado con un depósito subterráneo que debe abastecer a la parada y su entorno. En todo caso, la zanja que se abra se peinará primero a la búsqueda de más restos de la villa romana de 4.200 metros cuadrados que se descubrió bajo tierra al empezar a edificar los accesos a la futura estación, emplazada sobre un yacimiento prolífico que ha condicionado la evolución de los trabajos, hasta el punto que obligó a modificar su planificación.
Las nuevas prospecciones arqueológicas serán las terceras que se practiquen sobre la finca, datada entre el siglo I y el V después de Cristo y enterrada en gran medida justo debajo de la futura parada del AVE. Los primeros sondeos se alargaron entre 2010 y 2015, hubo otra tanda en 2019 y se retomarán este mismo año, indica el Ayuntamiento de Barcelona. Si bien queda por saber cuánto material de interés brotará bajo la superficie, el consistorio sostiene que las nuevas exploraciones “no implican ningún retraso en las obras de la estación de la Sagrera, ya que ya estaban previstas”.
Silos y tinajas
Las perforaciones rastrearán en un recodo de 1.838 metros cuadrados de la calle del Pont del Treball Digne. Ahí se situaba parte de la huerta del recinto que, hace unos 2.000 años, se dedicaba a la producción de vino. Se cuenta con encontrar huellas de “la zona rústica” de la hacienda, incluidas “estructuras vitivinícolas, silos y ‘dolia’”, unas tinajas de gran tamaño para almacenar vino.

Antiguo acceso a las obras de la estación de la Sagrera, dentro de la parcela de las próximas excavaciones arqueológicas, en Barcelona. / ELISENDA PONS
Los vestigios no serán conservados 'in situ'. Los que no puedan extraerse serán arrasados por la construcción de la planta de calefacción y refrigeración, como ya ocurrió con habitaciones, pasillos y termas de la casa romana. “Todos los restos que puedan aparecer se excavarán y se documentarán íntegramente”, explica el ayuntamiento. Agrega que, “una vez estudiados, se procederá a su tratamiento que, en este caso, será su desmontaje total, dado que el depósito es bastante más profundo y lo afectará todo”. De todos modos, subraya que la expectativa es que asomen ante todo "retazos en el terreno", ruinas difícilmente trasladables.
Los próximos sondeos corresponden a la segunda fase de investigación del asentamiento, cuyas enormes dimensiones se han equiparado con la extensión de Barcino, la ciudad romana de la que Barcelona nació. Las primeras campañas se centraron en las estancias y los espacios de la propiedad que emergió en los solares donde se erige la estación. Resultaron prolíficas, al aflorar mosaicos, pinturas murales, figuras de mármol -como un busto del dios Baco- y prensas de vino. También se localizaron 25 sepulturas infantiles y otras tumbas en las inmediaciones.
Ahora las indagaciones se trasladarán al contorno de la Sagrera, entre un antiguo acceso a la zona de obras, la entrada a un campo de petanca y el muro del instituto Salvador Seguí. A la espera de que el proyecto obtenga la última aprobación y el contrato salga a concurso, se desconoce la fecha exacta de inicio de las labores, si bien se calcula que se prolongarán durante 10 meses. De ellos, los arqueólogos dispondrán de siete meses para examinar el subsuelo.
La hipótesis de máximos del proyecto sostiene que puede que “salgan muchas estructuras relacionadas con la parte rústica de la villa”. El ayuntamiento subraya de que “todos los elementos singulares que puedan salir se llevarán a los almacenes de la Zona Franca”, pertenecientes al Museu d’Història de Barcelona.
Del Neolítico al siglo XX
Un informe del Servicio de Arqueología de Barcelona avisa de que en el entorno de la zona a cavar “es conocida la existencia de restos arqueológicos de alto interés patrimonial”. A lo largo de la construcción de la línea de alta velocidad -entre la Sagrera y el Nus de la Trinitat- han surgido piezas del período neolítico, íbero, romano, medieval y de siglos más recientes, hasta el XX.
Los hallazgos comprenden varios sepulcros. Entre 2011 y 2018, se identificaron decenas de fosas con varios centenares de cadáveres de hombres de 16 a 30 años. Se cree que eran soldados castellanos muertos a causa de la peste en mitad del asedio de Barcelona entre 1651 y 1652, durante la Guerra de los Segadors. En otros lugares del barrio de la Sagrera se han descubierto vestigios de distintas épocas, incluidas infraestructuras hidráulicas de era romana, que podrían haber regado los campos de la villa cubierta por la estación.

Un cartel de las obras de la estación de la Sagrera, junto a los terrenos que serán excavados para buscar restos arqueológicos, en Barcelona. / ELISENDA PONS
Las tareas preliminares incluyen retirar seis árboles y reubicar las instalaciones de algunos suministros. También se derribarán unos muros en un patio sin uso fijo que el instituto Salvador Seguí emplea puntualmente como garaje. También se planea levantar una pantalla acústica para minimizar molestias en el centro educativo, que está a la espera de conocer las intervenciones en detalle.
El consistorio señala que la prolongación de la finca bajo el tramo donde se soterrará la central de la red de suministro de climatización es conocida desde 2012 o 2013. Afirma que el depósito se ha proyectado teniendo en cuenta ese condicionante y la necesidad de efectuar excavaciones arqueológicas.
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