Sector turístico

Airbnb avisa a Illa y Collboni de que el decreto contra los pisos turísticos no puede aplicarse por igual en todas partes

El TC avala la ley catalana que permite que las licencias de pisos turísticos dejen de ser perpetuas

Collboni anuncia que Barcelona extinguirá sus 10.000 pisos turísticos en 2028

Un grupo de turistas entra en una finca de apartamentos turísticos el pasado agosto.

Un grupo de turistas entra en una finca de apartamentos turísticos el pasado agosto. / JORDI COTRINA

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Barcelona
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Menos de una semana después de que el Tribunal Constitucional avalara la ley catalana que permite que las licencias de pisos turísticos dejen de ser perpetuas (y abre la puerta a su rescisión definitiva), la plataforma Airbnb ha enviado una carta al president de la Generalitat, Salvador Illa, y al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en la que les pide que dejen de señalar a los apartamentos turísticos como responsables de la falta de vivienda en Catalunya y como generadores de los problemas del turismo de masas. La compañía se ofrece a colaborar con ambas administraciones para redactar "una regulación justa" para el sector.

Según Airbnb, "el último censo de viviendas del INE muestra que el número de viviendas vacías en Barcelona es casi ocho veces superior al número de licencias de viviendas turísticas que hay en la ciudad". A partir de esta constatación, prosigue la plataforma en un comunicado, la regulación de los alquileres turísticos o de corta duración debería "basarse en datos reales de actividad y responder a objetivos concretos y alcanzables". Y cita, como posible punto de partida, la conveniencia de diferenciar las restricciones "por zonas y por actividad", de modo que en aquellas zonas "donde los problemas de acceso a la vivienda y de masificación turística estén debidamente justificados" sí se implanten limitaciones, pero reclama que no se hagan "de manera indiscriminada".

Los alquileres de corta duración, asegura la compañía, "generan oportunidades económicas para los pequeños comercios locales, ayudan a dispersar el turismo hacia zonas rurales y facilitan que las familias catalanas puedan viajar de manera asequible". "Las regulaciones que no tienen en cuenta la realidad local o que se utilizan como única herramienta para abordar el problema de la vivienda han demostrado ser ineficaces a nivel global y local", afirma Jaime Rodríguez de Santiago, director general de Airbnb Marketing Services en la misma nota.

Contra las grandes cadenas hoteleras y los cruceros

Airbnb insta a los gobiernos catalán y barcelonés "a aplicar medidas más efectivas, como fomentar la construcción de viviendas y permitir que las familias y pequeños negocios puedan beneficiarse del turismo, en lugar de favorecer un modelo que solo beneficia a un grupo reducido de grandes cadenas hoteleras", afirma Rodríguez de Santiago, tras sostener que "la alta densidad de hoteles y de cruceros suelen tener un impacto mayor en los desafíos locales que el alquiler de corta duración". Y es que, agrega, "los hoteles, que concentran la actividad turística en los centros urbanos, también compiten por suelo y recursos con el mercado de vivienda". 

La plataforma recuerda que el nuevo marco europeo (EU STR) "establece reglas claras sobre cómo las plataformas y las administraciones deben compartir información y simplifica el proceso de registro de los anfitriones" y anima a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona a apostar "por una regulación alejada del turismo masivo que impulsan los hoteles, que evolucione hacia un modelo más equilibrado, en el que los ciudadanos puedan beneficiarse directamente del turismo". En su opinión, eso pasa, por ejemplo, por favorecer la dispersión del turismo de los destinos más saturados y en temporadas menos concurridas.

Al president de la Generalitat, en concreto, le avisa de que el decreto de 2023 (el que ratificó el Constitucional hace seis días) podría afectar negativamente a destinos rurales menos concurridos y "limitará la capacidad de muchas familias catalanas para viajar". Y al alcalde de Barcelona, le recuerda que una década después de la moratoria sobre licencias de alojamientos turísticos en la ciudad, los datos muestran que, aunque ha caído esta oferta, "los problemas relacionados con la vivienda y el turismo masivo son peores que nunca".