Personas sin hogar

Barcelona desalojará un gran asentamiento de chabolas para construir el Parc Central de Vallcarca

Chabolistas de Vallcarca salen a la calle ante su posible desalojo: "Queremos un futuro mejor"

La reactivación de la reforma de Vallcarca amenaza un gran asentamiento chabolista

Ellis, el niño 'activista' de 11 años que defiende a los chabolistas de Vallcarca

Una gran comunidad de familias gitano-rumanas viven en asentamientos de barracas y locales ocupados del barrio de Vallcarca

Una gran comunidad de familias gitano-rumanas viven en asentamientos de barracas y locales ocupados del barrio de Vallcarca / MANU MITRU / EPC

Gisela Macedo

Gisela Macedo

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado los trámites para desalojar próximamente a las personas sin hogar que, desde hace años, viven en chabolas en el solar ubicado entre la avenida Vallcarca y las calles Argentera y Cambrils. Para ello, el consistorio ha notificado de que ha iniciado el procedimiento para declarar el lugar como infravivienda, lo que le permitirá, en un futuro, desahuciar a las personas que ocupan este terreno, que es de propiedad mixta pública y privada.

En este solar está previsto desde hace años levantar el futuro Parc Central de Vallcarca, un gran espacio verde donde también se construirán nuevas promociones de viviendas públicas. El objetivo del consistorio es que el parque esté terminado antes de que finalice el mandato, en 2027.

Barcelona 14/12/23 Barcelona. Del reportaje de Ellis (11 años) y sus padres forman parte de la gran comunidad de familias gitano-rumanas que viven en asentamientos de barracas y locales ocupados del barrio de Vallcarca. Fotos de las barracas ubicadas en Vallcarca. AUTOR: MANU MITRU

Una gran comunidad de familias gitano-rumanas viven en asentamientos de barracas y locales ocupados del barrio de Vallcarca / MANU MITRU / EPC

Desalojo próximo

Para recuperar el terreno, el ayuntamiento ha iniciado un procedimiento administrativo que declarará la zona como infravivienda. Cuando se lleve a cabo esta declaración, y dado que previsiblemente los habitantes del asentamiento no desalojarán voluntariamente el lugar, es posible que el consistorio deba reclamar una autorización judicial para un desalojo forzoso, que podría llevarse a cabo en los próximos meses.

Esta intervención llega después de que, el pasado 20 de febrero, la comisión de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona aprobara una proposición del PP para desalojar a los habitantes del asentamiento lo antes posible. La propuesta salió adelante con los votos favorables de PP, Vox y Junts y la abstención del PSC. BComú y ERC votaron en contra.

Más desalojos pendientes

Además del mencionado solar, el consistorio también prevé desalojar otras fincas municipales de la zona, ocupadas por personas en situación de vulnerabilidad. En este caso, como los inmuebles son de titularidad pública, el ayuntamiento tiene la potestad de llevar a cabo para el desahucio será de recuperación de la propiedad municipal de oficio, sin necesidad de acudir inicialmente a los tribunales. Si los ocupantes no desalojan, puede ordenarse el desalojo forzoso.

Vecinos reclaman soluciones sociales

Asociaciones vecinales de Vallcarca llevan tiempo siendo conscientes de que este desalojo era solo cuestión de tiempo y, por ello, llevaban años insistendo en que es necesario ofrecer una solución habitacional a las personas que malviven en el solar, principalmente familias de origen gitano-rumano con rentas bajas que difícilmente podrán acceder a una vivienda por sus propios medios. Además, subrayaban que los menores que forman parte de estas familias están escolarizados en el barrio y que forman parte de la comunidad.

El Ayuntamiento de Barcelona asegura que todos los desalojos se llevan a cabo "de la mano de Servicios Sociales". Muchas de las personas que serán desalojadas no solo perderán el lugar donde vivían, sino también su espacio de trabajo, ya que la mayoría se dedica a la recogida y venta de chatarra y el solar en cuestión es el lugar donde almacenan el material y desarrollaban su actividad.

Barcelona 14/12/23 Barcelona. Del reportaje de Ellis (11 años) y sus padres forman parte de la gran comunidad de familias gitano-rumanas que viven en asentamientos de barracas y locales ocupados del barrio de Vallcarca. Fotos de las barracas ubicadas en Vallcarca. Reciclando chatarra. AUTOR: MANU MITRU

Familias gitano-rumanas que malviven en Vallcarca se dedican a la chatarra / MANU MITRU / EPC

50 habitantes, según SomBarri

Según datos del consistorio, constaría que son 17 las personas que pernoctan en este solar. No obstante, desde la asociación de Vallcarca SomBarri aseguran que esta cifra no se ajusta a la realidad, y que ningún técnico ni policía del ayuntamiento ha llegado a entrar en el asentamiento para hacer un censo, tal y como venía reclamando desde hace tiempo el Síndic de Greuges. Según SomBarri, actualmente duermen en las chabolas de este solar unas 50 personas. "Las cifras que tiene el ayuntamiento son identificaciones hechas en la calle. No es la forma de hacer un censo real", lamenta José, uno de los portavoces de la asociación vecinal, en declaraciones a EL PERIÓDICO.

Además, desde SomBarri manifiestan que echan de menos más diálogo con la administración. "Nosotros siempre hemos manifestado que sabíamos que llegaría este desalojo, pero queríamos alternativas sociales a estos desahucios, y desde el gobierno municipal en ningún momento las han ofrecido. Hicimos una instancia para pedir una reunión con Servicios Sociales y la concejala del distrito, Laia Bonet, pero no recibimos respuesta".

"No defendemos que los solares ni las ocupaciones sean una buena forma de vivir, pero es la única alternativa posible que tiene mucha gente. Queremos un acceso a la vivienda digna y posible, algo que hoy en día en Barcelona no existe", añade José.

Reactivación del plan urbanístico de Vallcarca

En declaraciones a los medios este martes, la concejala del distrito de Gràcia, Laia Bonet, ha destacado que la transformación que desde hace años tiene pendiente Vallcarca es "imprescindible" y ha recordado que el barrio lleva dos décadas con una situación de provisionalidad "enquistada", que ha hecho aflorar asentamientos y ocupaciones de personas vulnerables.

El proyecto de reurbanización de la avenida de Vallcarca se remonta al año 2002, durante el mandato de Joan Clos. Entonces se aprobó un planeamiento urbanístico que contemplaba una gran rambla verde, que se extendía desde la plaza de Lesseps hasta el viaducto de Vallcarca. Para hacerlo posible, era necesario expropiar y derribar numerosas fincas de la zona.

Durante la primera década de los 2000 comenzaron los derribos. Uno de los más emblemáticos fue el de La Casita Blanca, el histórico ‘meublé’ que desapareció en 2011. Pero ese fue el último. La crisis inmobiliaria frenó el proyecto y dejó tras de sí un paisaje urbano deteriorado, con solares vacíos, plazas desangeladas y edificios descuidados.

Así, con el paso de los años, la zona fue degradándose y proliferaron los asentamientos de chabolas y las ocupaciones de locales y viviendas. A día de hoy, aún son visibles las huellas de las demoliciones del plan de la rambla verde de 2002. Para vecinos de la zona, este es "un agujero" que persiste por “falta de decisión política” de los distintos gobiernos municipales que han ido pasando por el ayuntamiento y que han perpetuado esta situación de provisionalidad enquistada, a su juicio.

Vista de Vallcarca desde el viaducto.

Vista de Vallcarca desde el viaducto. / Jordi Cotrina

En 2015, se reactivó el proyecto con un nuevo MPGM (Modificación del Plan General Metropolitano). En este nuevo plan, además de la rambla verde, se añadió la construcción de un gran Parque Central en la parte alta de la avenida de Vallcarca, tocando el viaducto. En el mismo espacio que el parque se situarán también huertos urbanos y dos edificios de viviendas de protección oficial.

El actual gobierno de Jaume Collboni quiere que el parque esté terminado en unos dos años. De hecho, las primeras obras ya están en marcha: la nueva pista de baloncesto que sustituirá a la actual –ubicada debajo del viaducto– ya se ha empezado a construir al otro lado de este puente. Esta actuación no afecta a ningún asentamiento. No obstante, para completar la obra del parque, sí es necesario desmantelar el campamento de chabolas.

En cuanto al proyecto de la rambla verde, el actual gobierno municipal ha asegurado que para él es una "prioridad" retomarlo, si bien todavía no ha informado de ningún calendario. Si quisieran hacer realidad el plan original, sería necesario terminar el proceso de expropiación y demolición de fincas que se inició en los 2000.