Tribunales
Dos años y medio de prisión para un acusado de estafar a 11 taxistas con seguros falsos
Estafa a taxistas de Barcelona con falsos seguros

Taxistas en la Terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona / EFE/Quique Garcia


J. G. Albalat
J. G. AlbalatRedactor
Ha trabajado en el Diario de Barcelona, El País y AVUI. Desde hace años en El Periódico cubriendo los acontecimientos judiciales. Premios Ortega y Gasset, Save the Children, Ramon Barnils y Josep Maria Planes por la investigación del 'caso Maristas' sobre abusos sexuales en los colegios. En el 2016, mención honorífica de la Generalitat en el Día de la Justicia. Colaborador de publicaciones jurídicas. Profesor asociado Master de Criminología de la Universitat de Barcelona.
Un juzgado penal de Barcelona ha condenado a Víctor R.M. a 2 años y 6 meses de prisión por estafar a 11 taxistas mediante la contratación fraudulenta de pólizas de seguros. Además, deberá indemnizar a las víctimas con 5.000 euros, más los intereses legales. "“Esta sentencia es importante porque pone de manifiesto la gravedad de este tipo de estafas”, asegura Javier Benito, letrado del despacho Vosseler Abogados que representa los taxistas que han denunciado el fraude. Javier Benito remarca “las peligrosas consecuencias que suponen circular con un taxi sin seguro”. El abogado subraya que "ha quedado de manifiesto el modus operandi del condenado, ya que había perpetrado el mismo tipo de estafa en Valencia, Salamanca y Madrid”.
La sentencia del Juzgado Penal número 3 de Barcelona considera probado que Víctor R. M. se hacía pasar por mediador de seguros y ofrecía pólizas con condiciones "atractivas" y precios reducidos a taxistas, quienes realizaban los pagos a sus cuentas bancarias. Sin embargo, en muchos casos, nunca llegó a contratar las pólizas o lo hizo en condiciones distintas a las acordadas, dejando a los afectados sin cobertura real. la resolución precisa que el acusado actuó entre los meses de julio de 2020 y marzo de 2021 con "ánimo de enriquecerse ilícitamente", aprovechándose de que era "conocedor del sector de los seguros" al haber sido empleado externo de una correduría.
La crecibilidad de los testigos
La jueza sostiene que "el acusado nunca tuvo la intención de gestionar la emisión de las pólizas en las condiciones ofrecidas, pues actuaba con la intención de quedarse el dinero entregado" por los taxistas. Por ello, subraya, pese a los ingresos realizados por los perjudicados "nunca estuvieron asegurados en las condiciones" acordadas. Para la magistrada, la manifestación de las 11 víctimas "revisten plena credibilidad", al no apreciarse en ninguno de ellos "malquerencia o animadversión" hacia el imputado.
La magistrada, además, ha desestimado la alegación de la defensa sobre la existencia de cosa juzgada, en referencia a las condenas previas en Valencia, Salamanca y Madrid, argumentando la desconexión de unos hechos con otros. La condena también incluye la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el cumplimiento de la pena y el pago de las costas del procedimiento. El acusado ha reconocido parte de los hechos y se ha mostrado dispuesto a devolver las cantidades defraudadas. Contra esta sentencia cabe recurso ante la Audiencia de Barcelona.
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