Balance del sector

Los hoteles de Barcelona cerraron 2024 con menos ocupación pero visitantes de más "calidad" y menos "conflictivos"

El año registró una media del 80,8% que no impidió un récord de facturación de 2.200 millones por el aumento de precio de las habitaciones

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El hotel Torre Melina Gran Meliá, abierto en 2024.

El hotel Torre Melina Gran Meliá, abierto en 2024. / MANU MITRU / EPC

Patricia Castán

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Barcelona
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Barcelona despidió el año pasado y ha iniciado 2025 consolidando la tendencia que ya se apuntaba tras el verano: una ligera caída de la ocupación hotelera frente a un aumento anual del precio de las habitaciones. El año 2024 se cerró con una ocupación media del 80,8% (1,4 puntos menos que en 2023) a un coste de 188 euros, tras haber subido 14,1 euros. Pero cabe destacar que el segundo semestre vivió una reducción de la ocupación más acusada, de 3,4 puntos, que se ha mantenido este enero. El presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos, considera que la ciudad ha logrado un perfil de viajero "internacional, cualitativo y con destacado poder adquisitivo" y los hoteleros han demostrado su apuesta por la calidad, pero cree necesario un discurso "riguroso y positivo del turismo" para evitar un descenso endémico de viajeros.

Los descensos de afluencia se basan en haber perdido visitantes más "conflictivos", en el sentido de molestias, ruidos, despedidas de soltero, vacaciones de sol y playa, ha matizado. Y de haber ganado peso en el viajero MICE, de congresos, convenciones, ferias o incentivos. Esa afluencia más selectiva y que paga más se ha traducido en una facturación hotelera récord de 2.200 millones de euros (entre un 12 y 14% más que en 2023) aunque el sector no puede precisar el incremento de beneficios, ya que consideran que cada establecimiento tiene márgenes distintos y que los gastos en suministros y personal han crecido sin pausa en los últimos años. De cara a 2025, ha alertado de los "nubarrones" de la situación internacional.

Jordi Clos, durante la rueda de prensa de este martes en el Gremi d'Hotels de Barcelona.

Jordi Clos, durante la rueda de prensa de este martes en el Gremi d'Hotels de Barcelona. / GHB

Clos ha hecho balance de la evolución de la actividad hotelera y turística, que en conjunto en 2024 ha calificado de "bastante positiva, con un desarrollo extraordinario de la actividad turística de MICE", como se pretendía. El objetivo de un turismo mejor, dispuesto a pagar más por alojarse en la ciudad, se traduce en que en el segundo semestre las habitaciones se pagaron en promedio 9,6 euros más que en el mismo periodo de 2023, aunque en algunos meses estuvo por debajo. Muestra una "estabilización" en los precios, que en la primera parte de la año habían escalado más y por eso arrojan un saldo de incremento anual más alto.

Tarifas y promoción selectiva

La estrategia clave, además de las tarifas, es la "promoción selectiva". El director general del gremio, Manel Casals, ha incidido en que ir a buscar los perfiles de viajeros de congresos, culturales y con más poder adquisitivo se saldará cada vez más con el viajero que desea Barcelona, más cualitativo que cuantitativo, en detrimento del que comporta molestias o genera menos impacto económico y llegaría a destajo si no se modula la oferta local. específica llega un viajero

El líder de la patronal hotelera ha subrayado que “la marca Barcelona vive un momento de fortaleza y prestigio internacional”, aprovechando para reivindicar un evento polémico como fue la Copa América de Vela que cree que proyectó la imagen de la capital catalana en todo el mundo y contribuyó a lograr un visitante futuro de mayor poder adquisitivo.

Clos ha analizado la bajada sostenida de la la ocupación hotelera en el último semestre de este año , que ha ido de los 3,5 puntos en julio a los 4,2 en diciembre, respecto al mismo periodo del año. De media han sido 3,4 puntos, mientras que este enero ha sido de un punto respecto al mismo mes un año antes. En principio, no les preocupa si "se mantiene en esos parámetros". Pero no puede consolidarse porque afectaría sobre todo a los hoteles menos céntricos, que se verían obligados a competir a base de reducir precios.

Más mensajes positivos y "valientes"

La patronal ha defendido que los “datos corroboran la apuesta firme del sector hotelero por la calidad" y su "colaboración con una gobernanza y gestión constructiva de la actividad”. Pero alerta de que hay que estar atentos a que no se llegue a una caída endémica de visitantes propiciada por "discursos o acciones que perjudiquen la imagen, el prestigio y la competitividad de Barcelona como destino”.

Para evitarlo ha reivindicado "que todo el mundo vuelva a un discurso riguroso y positivo sobre la actividad turística en la ciudad” y se potencie "el orgullo de ciudad”. Ha animado a las administraciones a "tomar decisiones valientes" que permitan mejorar como destino internacional y ser competitiva. Y ha enumerado la ampliación del aeropuerto para captar conexiones intercontinentales, la mejora de la seguridad, limpieza y civismo, y el freno a las políticas fiscales de la ciudad. Cree que la tasa turística ha llegado al "máximo", y advierte de que Barcelona no tiene la "exclusividad" del sector MICE, que puede elegir otros destinos españoles sin este impuesto.

Del mismo modo, ha defendido la celebración de eventos de calidad como motor de atracción del visitante al que se quiere llegar.

Jordi Clos no ha dado previsiones para los próximos meses, pero sí ha hecho hincapié en las "nubes" que podrían ser "nubarrones" si las políticas de Trump afectan al turismo (el estadounidense es el principal viajero internacional en Barcelona), teniendo en cuenta las caídas además de británico y la mala coyuntura económica de Alemania, ha relatado. Por ello cree que Barcelona ha de ir a buscar otros mercados emergentes, que incluyen a Canadá, Brasil, Japón, China, Corea, Australia y Nueva Zelanda.