Cambio de norma a la vista

Barcelona aboga por que los patios escolares estén libres de castigo por ruido hasta las nueve de la noche

El ayuntamiento aguarda que el Parlament retoque la ley para modificar su ordenanza y excluir a las pistas de centros educativos de penalización por contaminación acústica en horario diurno

Barcelona advierte a otro colegio con cerrarle el patio si no toma más medidas contra el ruido

Alumnas de la escuela Vedruna de Gràcia reclaman que no se restrinja el uso de su patio, en una manifestación reciente en Barcelona.

Alumnas de la escuela Vedruna de Gràcia reclaman que no se restrinja el uso de su patio, en una manifestación reciente en Barcelona. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

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Barcelona
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El Ayuntamiento de Barcelona está a la expectativa de un posible cambio de la ley catalana de protección contra la contaminación acústica para adaptar la ordenanza municipal de medio ambiente y eximir a los patios y las pistas escolares de sanción por ruido en horario diurno. El consistorio explica que miembros de su plantilla han tomado parte en el proceso abierto para que el Parlament modifique la norma en Catalunya. La cámara catalana votará esta semana si debe abordarse el asunto por la vía de urgencia y de aprobarse, que parece lo más probable, la modificación legal se debatiría en el próximo pleno del 11 al 13 de marzo.

El consistorio asegura que el equipo de técnicos municipales se ha guiado por una línea de trabajo que defiende "blindar los horarios escolares, alargados hasta las nueve de la noche". A su vez, el ayuntamiento aboga por unas "mediciones de sonometría adecuadas". "Las pautas vigentes de la norma no fueron pensadas para las escuelas", observa.

El gobierno municipal añade que "también se trabaja con la idea de expandir el uso deportivo y comunitario de los patios más allá de los días y los horarios lectivos". El uso de las pistas escolares fuera del horario estrictamente lectivo resulta controvertido y es clave para entender el debate (cuando no los litigios) que el ruido suscita en varios centros educativos de Barcelona. De hecho, el grueso de las quejas se centra en actividades extraescolares, a menudo practicadas por mayores de edad y mucho más allá del horario de clases, extendidaa también a los fines de semana.

Ajetreo tras las clases

Al igual que en otros casos, como el que llevó al cierre de dos canchas de los salesianos de Rocafort, las quejas en torno al colegio Kostka de Gràcia se asocian ante todo a que el patio siga ocupado cuando las clases han acabado. Los habitantes molestos del entorno aluden a entrenamientos cuando las aulas ya se han vaciado y encuentros deportivos desde una hora temprana en fin de semana, con participantes jóvenes y adultos que han superado con creces la edad de escolarización obligatoria.

Una de las pistas deportivas en el interior de manzana que ocupa el colegio de los salesianos de Rocafort, visto desde una vivienda, en Barcelona.

Una de las pistas deportivas en el interior de manzana que ocupa el colegio de los salesianos de Rocafort, visto desde una vivienda, en Barcelona. / MANU MITRU

“Hacia las 08:15 o las 08:30 horas ya están calentando, dando gritos y pelotazos”, protesta el vecino que interpuso una denuncia al centro, pendiente de juzgarse en una vista fijada para este próximo marzo. El denunciante afirma que las quejas y los requerimientos no han sido suficientes para que las molestias remitan: “Las extraescolares comienzan a las cinco y acaban poco antes de las nueve o ya pasadas. Y los sábados y domingos hay actividad: partidos de básquet, de fútbol… No ha habido ningún cambio”.

Traslado de actividades

La directora del colegio Kostka, Anna Segura, sostiene que sí han tomado “muchas” medidas para respetar el descanso de los vecinos. “En nuestro caso no están afectados todos los patios, solo uno, y hemos intentado trasladar las actividades que creaban más ruido a otras pistas de la propia escuela”, comenta. Agrega que se ha establecido que el uso de la cancha más próxima a las viviendas termine unos 15 minutos antes de las 21:00 horas

El ayuntamiento postula que "allí donde no llegue la previsión normativa tiene que prevalecer el diálogo". En ese sentido, dice que "se hará en cada caso la mediación necesaria para fomentar el consenso y se imponga el sentido común".

En cualquier caso, el gobierno del PSC blande que defiende “el rol educativo de los patios de las escuelas” y que quiere “preservar su uso”. En la misma línea, propugna que cabe “modificar las condiciones para permitir y garantizar el uso de estos espacios para el ocio y la educación de los menores”.

Unanimidad en Barcelona

En el consistorio, la protección de los recintos escolares frente a denuncias y amonestaciones por bullicio genera unanimidad. El pasado martes se aprobó con el apoyo de todos los grupos una declaración institucional --promovida por Junts-- que instaba a la Generalitat a “revisar la normativa sobre ruido” para “blindar los patios escolares como espacios esenciales para la educación y el bienestar de menores y jóvenes”. Además, el gobierno municipal ya apoyó en diciembre a instancias de ERC estudiar una fórmula para excluir las actividades diurnas de las sanciones de la ordenanza de medio ambiente por contaminación acústica.

La declaración respaldada por todos los grupos municipales este febrero viene a ratificar el mismo compromiso y apremia a hacer efectiva una solución normativa “con la máxima celeridad y garantía”. El texto consensuado llamaba a “defender el ‘sonido’ de los patios escolares en horario diurno”. “El sonido de los niños y las niñas jugando, hablando, riendo y corriendo por el patio de las escuelas no es ruido, es vida, es educación, es salud y alegría”, postulaba el pronunciamiento municipal.

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