Declaración institucional

Barcelona urge a la Generalitat a cambiar la norma para evitar cierres de patios escolares por ruido

Todos los partidos del ayuntamiento instan al Govern a estudiar una fórmula “con la máxima celeridad” para “defender el sonido” en las pistas de los centros

La mitad de las denuncias por ruido en escuelas de Barcelona se cierran recortando el uso del patio

Barcelona reabre una de las dos pistas cerradas por exceso de ruido en el colegio de los salesianos de Rocafort

La pista descubierta precintada y el patio del colegio Salesians de Rocafort, en Barcelona.

La pista descubierta precintada y el patio del colegio Salesians de Rocafort, en Barcelona. / VICTÒRIA ROVIRA

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Barcelona
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El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado por unanimidad una declaración institucional promovida por Junts que insta a la Generalitat a “revisar la normativa sobre ruido” para “blindar los patios escolares como espacios esenciales para la educación y el bienestar de menores y jóvenes”. La propuesta viene al caso por las denuncias a colegios e institutos presentadas por vecinos que viven junto a patios y pistas escolares que, en algunos casos, han comportado una orden de cierre de instalaciones -ocurrió en los Salesianos de Rocafort, que comparte pistas con un centro deportivo- y la reducción de actividades en algunos espacios para prevenir una posible clausura por superar los límites acústicos.

El gobierno municipal ya apoyó en diciembre a instancias de ERC estudiar una fórmula para excluir las actividades diurnas de las sanciones de la ordenanza de medio ambiente por contaminación acústica. La declaración que ahora todos los grupos municipales respaldan viene a ratificar el mismo compromiso y apremia a la Generalitat a hacerlo efectivo, revisando la normativa “con la máxima celeridad y garantía”.

El texto secundado por todos los partidos llama a “defender el ‘sonido’ de los patios escolares en horario diurno”. Que la redacción aclare que se refiere a actividades durante las horas de sol no es baladí, dado que el grueso de las quejas vecinales se centra en actividades extraescolares, a menudo practicadas por mayores de edad y mucho más allá del horario lectivo, también en fines de semana. “El sonido de los niños y las niñas jugando, hablando, riendo y corriendo por el patio de las escuelas no es ruido, es vida, es educación, es salud y alegría”, postula el pronunciamiento municipal.

Un grupo de niños juega en el patio de la escuela, este octubre.

Un grupo de niños juega en el patio de la escuela, este octubre. / Marc Asensio Clupes

La misma declaración juzga necesaria adaptar la normativa autonómica y municipal porque “las actividades escolares en horario lectivo, la actividad deportiva extraescolar y las actividades de ocio tienen un carácter y una finalidad muy diferente del ruido de la vía pública”. “Barcelona sufre un déficit de espacios deportivos y de ocio, y no nos podemos permitir pérdidas de espacios esenciales para la educación y la salud de nuestros menores y jóvenes”, alega.

Derechos de los menores

“Cerrar los patios escolares supondría una pérdida de oportunidades educativas y aumentaría el riesgo de sedentarismo”, alerta el documento, que apela a “los derechos de los menores y los jóvenes en relación con la educación, el deporte y la salud”. El texto recuerda que “varios patios escolares” de Barcelona “han sido amenazados de cierre e, incluso se han llegado a precintar” en los últimos meses.

Dos niños en el patio de una escuela en Catalunya, este curso.

Dos niños en el patio de una escuela en Catalunya, este curso. / Marc Asensio Clupes

“Las actividades escolares, especialmente los recreos y las actividades extraescolares, en horario diurno, tienen un carácter y una finalidad muy diferente del ruido de la vía pública, y se necesita una normativa adaptada a este contexto”, sostiene la declaración. “No nos podemos permitir perder los patios como espacios deportivos, de encuentro, juego y convivencia”, esgrime. 

Al mismo tiempo que manifiesta “el compromiso del Ayuntamiento de Barcelona con la convivencia comunitaria”, el pronunciamiento subraya que los patios “representan una parte esencial de la formación” de niños y jóvenes. “Necesitamos disponer de una normativa acústica que se adecúe a la realidad de los entornos educativos escolares porque ningún otro centro educativo más vea afectada su actividad”, concluye.