Efecto llamada

La recta final de las Golden Visa acelera la venta a extranjeros de pisos de más de medio millón en Barcelona y empuja los precios

Chinos, estadounidenses y de Emiratos son algunos de los principales demandantes, antes de que se eliminen los beneficios en abril

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Claves de un 'personal shopper' tras 6.000 compraventas de viviendas

Un anuncio en la Casa Condeminas, en el paseo Colón, donde los pisos cuestán más de 1,5 millones.

Un anuncio en la Casa Condeminas, en el paseo Colón, donde los pisos cuestán más de 1,5 millones. / Ferran Nadeu

Patricia Castán

Patricia Castán

Barcelona
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Sara M. puso su piso en venta hace dos meses a 525.000 euros a sabiendas de que era caro para 70 metros cuadrados en la calle de Rosselló, cerca del Hospital Clínic. Tras varias ofertas muy por debajo, hace unos días recibió una de 510.000 de un comprador mexicano cuya visita había durado cinco minutos. La venta meteórica se debió a las prisas del hombre, a sabiendas de que a principios de abril España dejará de otorgar Golden Visa o visados de oro a extranjeros no comunitarios que compren viviendas de más de 500.000 euros. Este recurso para hacerse con un permiso de residencia a golpe de talonario ha provocado un esprint final de compradores de estas características en Barcelona, interesados esencialmente por el Eixample, algunas partes del centro y la zona alta.

Desde que el Gobierno anunció sus intenciones, se generó un efecto llamada que animó este segmento de mercado, hasta el punto de que en 2024 hasta noviembre en la provincia de Barcelona se alcanzó el récord de 308, según datos recogidos entonces por 'ACN'. No son muchas en el marco del mercado inmobiliario local, pero sí tienen un cierto efecto inflacionista en algunas viviendas, en tanto que ponerlas en venta por encima del medio millón de euros las abre a ese mercado. El propio alcalde Collboni celebró la extinción de esta práctica, que impulsó en 2013 el Gobierno del PP. Pero la recta final de su vigencia ha acelerado la demanda en puntos calientes como la capital catalana.

En la práctica, quien no compre a lo largo de este mismo febrero ya lo tendrá difícil para obtener el visado, ya que tal como indica Jordi Roca, director de Talento y Movilidad de la asesoría Adlanter --que gestionan cientos de Golden Visa, tanto por la vía de adquisición de vivienda como por inversiones y depósitos--, "no llegarán a tiempo". Y es que, tras la adquisición, el proceso de registro de la propiedad puede llevar hasta un mes, y no se puede solicitar la residencia hasta que este paso no se ha completado.

Prisas por el registro de la propiedad

Posiblemente esa urgencia llevase también hace unos días a un comprador chino a comprar por 520.000 euros un piso de dos habitaciones en la calle de Trafalgar "casi sin mirarlo", cuenta a este diario otro testigo. "Buscaba ubicación y tenía que comprar enseguida", relata Pep, el feliz vendedor, que hasta ahora no había tenido tanta suerte con clientes locales.

La experta Judith Strub, cuya prestigiosa agencia del mismo nombre en Sant Gervasi suma 20 años de experiencia, explica que desde hace años el permiso de residencia ha empujado a muchos pisos de más de 400.000 euros a escalar la barrera del medio millón para atraer a los extracomunitarios. Solo que ahora ese importe suele quedarse corto para las zonas más demandadas y "han de subir el presupuesto". Con el agravante de que si se compra estas últimas semanas posiblemente se produzcan "decisiones precipitadas" en tanto que aumenta la expectativa de precio de los propietarios y el importe final de cierre.

Eso sí, una operación de este tipo habría que realizarla en estos momentos solo con viviendas sobre las que no pesen cargas como hipotecas, ya que aunque se cancelen el día de escriturar, no se estaría a tiempo de levantarlas del registro y poder proceder a inscribir al nuevo titular a tiempo, advierte el conocido 'personal shopper' inmobiliario Jordi Clotet. Entre sus clientes hay extranjeros de fuera de la UE que le apremian para realizar compras de este tipo en las últimas semanas. Como un venezolano que este mismo viernes les ha encargado a distancia encontrar lo antes posible un inmueble de hasta 650.000 euros en el Eixample izquierdo. "Hay compradores que son inversores y otros que buscan una segunda residencia por si la situación política de su país les lleva a vivir fuera un tiempo", explica a este diario.

Venta de pisos de lujo en Rambla Catalunya, 29, este viernes.

Venta de pisos de lujo en Rambla Catalunya, 29, este viernes. / Ferran Nadeu

En este sentido, añade que algunos interesados están dispuestos a pagar incluso un 15% por encima del precio de mercado a sabiendas de hay pisos inflados en la ciudad, con tal de superar los requisitos de la Golden Visa o porque les sobran recursos. Pero quienes recurren a asesores de compra personales como él y su equipo para localizar su inmueble ideal, quieren "comprar bien, buenas propiedades y en zonas que les gustan".

Carles Sala, portavoz de los API de Catalunya, señala tras sondear a diversas agencias que algunas "percibieron claramente un aumento de interés por parte de estos compradores tras el anuncio de modificaciones en el régimen de la Golden Visa". Ello se materializó en "un repunte de operaciones o la aceleración de las que ya estaban en curso".

Agrega que algunas viviendas procedían del mercado de alquiler, pero sus propietarios han optado finalmente por vender a inversores extranjeros, "ya sea por la inseguridad jurídica que suscita la nueva regulación del alquiler o para aprovechar aún las ventajas" del visado en determinados segmentos del mercado. Sala sostiene que el fenómeno, menos alquileres y más venta a foráneos, era justo "lo contrario de lo que pretendía el legislador".

Nacionalidades y preferencias

Por su parte, Ramon Riera, presidente mundial de FIABCI (Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias) y expresidente para España, constata que el final de los visados el próximo 2 de abril implica una auténtica carrera para buscar, comprar, escriturar y registrar. Ese mismo día atendía a un comprador de Dubai desplazado expresamente para encontrar un inmueble con ese fin. Estadounidenses, turcos, asiáticos y de Emiratos son sus principales demandantes, resume. Algunos buscan sobre el precio límite, pero el auge de precios en la ciudad en los últimos años ha hecho que la oferta en ese umbral se reduzca --"hay más compradores que oferta"-- y sean frecuentes presupuestos que rondan el millón de euros.

El adiós a las Golden Visa afectará especialmente al tramo de precios que rondase el mínimo, considera. Para otros precios más elitistas sigue habiendo un mercado fuerte, que incluye a muchos compradores de la UE que vienen a vivir a la ciudad sin necesidad de visado o invierten en ella.

El Eixample es el distrito estrella, pero también puntos del centro y, por supuesto Sarrià-Sant Gervasi. Lázaro Cubero, director de análisis de Tecnocasa, añade que aunque el cliente extranjero no es su especialidad, si en 2023 hicieron solo siete vendas a extracomunitarios en Barcelona por importes que permitían la Golden Visa, el año pasado la cifra se elevó a 22, sobre todo de 35 a 44 años, y en especial en el Eixample.

Desde Engels&Völkers, Juan-Galo Macià, presidente para Iberia y Sudamérica, relata que las Golden Visa han tenido un impacto "poco significativo" en sus operaciones porque representan menos del 10% de su actividad. Lo atribuye a que el mercado del lujo "sigue siendo atractivo en España por factores como la calidad de vida y las oportunidades de inversión, más allá de los incentivos fiscales o administrativos". Y cree que la demanda internacional seguirá alta en ciudades como Barcelona.

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