Movilización

Los vecinos apelan al Papa y al alcalde para que las clarisas sigan en Pedralbes

Collboni no ha llegado a contestar la carta que pedía su intercesión y el colectivo ha enviado una segunda misiva al Pontífice

Las tres monjas clarisas que quedan en el monasterio de Pedralbes lo abandonarán en febrero

El cardenal Omella advierte de que solo las clarisas pueden decidir el destino de las monjas de Pedralbes

El papa Francisco con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, al que recibió en audiencia el pasado 24 de agosto.

El papa Francisco con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, al que recibió en audiencia el pasado 24 de agosto. / Ajuntament de Barcelona

Toni Sust

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Barcelona
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El colectivo que pugna por que las clarisas sigan en el monasterio de Pedralbes, compuesto en gran parte por vecinos del cercano barrio de Sarrià, no se resigna por ahora al adiós a las tres últimas monjas que quedan en el recinto religioso, que el día 15 de febrero serán trasladadas a las instalaciones de la orden de Santa Clara en Vilobí d’Onyar si nada cambia.

La única forma e lograr que se queden es que lleguen a Pedralbes otras dos monjas clarisas para que alcancen la cifra mínima para que la comunidad se mantenga: cinco personas. También podrían llegar tres o cuatro y que alguna de las tres que hoy siguen allí todavía, sor Isaura, sor Pilar y sor Immaculada, se vaya. Pero en todo caso si no hay cinco monjas no hay abadesa ni continuidad posibles.

Tres cartas

La movilización por la continuidad de las clarisas en el monasterio barcelonés se concretó, días atrás, en el envío de tres cartas. Una al Papa Francisco, una al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y otra al alcalde de la ciudad, Jaume Collboni. Omella respondió tanto por carta como mediante una conversación telefónica con una de las personas que defienden la continuidad de las clarisas. El cardenal subrayó el afecto que dice sentir por las monjas de Pedralbes pero agregó que no está en su mano revertir la decisión de que se vayan a Vilobí d’Onyar, y que esta corresponde a sor Clara, cabeza visible de las clarisas y abadesa del monasterio gerundense.

No falta quien considera que Omella podría haber hecho más por el futuro de las clarisas de Pedralbes, pero hay un enfado mayor con Collboni. El primer mosqueo con el socialista tiene una razón sencilla: los promotores de la continuidad de la comunidad de Pedralbes no han recibido respuesta alguna por su parte. El segundo mosqueo está vinculado con la argumentación de la misiva que se le envió, que era distinta a las otras dos.

El respeto a Elisenda de Montcada

La carta al Papa, enviada por una persona que reside en EEUU, le rogaba que tomase armas en el asunto para evitar que las clarisas dejen la ciudad. La carta a Omella le informaba de la misiva enviada al Papa y le pedía su intercesión. La carta a Collboni tenía una particularidad: le recordaba los compromisos adquiridos por Barcelona con el monasterio de Pedralbes ya en tiempos de su fundación, cuando el Consell de Cent se comprometió a darle su apoyo y protección.

Es decir, la misiva subrayaba que el consistorio tiene una responsabilidad con la comunidad religiosa. La vinculación es innegable, y no se reduce a la visita anual de la delegación municipal que cada 12 de febrero, día de Santa Eulàlia. Porque el consistorio tiene un acuerdo renovado por 75 años en 2022, siendo alcaldesa Ada Colau y primer teniente de alcalde, Collboni. Un acuerdo por el que el consistorio se comprometía a hacerse cargo, como ya hacía, de los gastos del equipamiento y acordó un presupuesto anual, que para ese año ascendía a 1,7 millones de euros.

Segundo intento con el Papa

El pacto implica que la comunidad aporte los bienes artísticos del monasterio y cobre un alquiler del consistorio. El acuerdo tiene una vigencia de 75 años. A la vista de esa relación, los vecinos del monasterio consideran que el alcalde tendría que haber intervenido para que las clarisas siguieran en Barcelona.

En el caso del Papa, y a la vista de que a la primera no hubo éxito ya que no ha llegado respuesta por su parte, se le ha enviado una segunda carta en la que de nuevo se le pide que tome cartas en el asunto. Quedan menos de 10 días para el traslado de las tres monjas clarisas y menos de una semana para que estas reciban por última vez la visita del alcalde y los concejales. No parece fácil que el plan previsto se modifique. A estas alturas empezaría a parecer un milagro.

Convocatoria

Por su parte, el grupo de partidarios de que las clarisas se queden han concretado su convocatoria con un texto en el que llaman a encontrarse “en las puertas del monasterio” de 9.30 a 10.30 el próximo 12 de febrero, día de puertas abiertas con motivo de la celebración de Santa Eulàlia. El escrito recuerda que la reina Elisenda de Montcada, esposa del rey Jaume II el Just, que fundó el monasterio en 1327, acordó con el Consell de Cent que protegería a las clarisas.

“Por eso pedimos a nuestros representantes municipales actuales, herederos de ese compromiso, que defiendan ahora los intereses de las monjas de Pedralbes y que no rompan la palabra dada por sus predecesores”, sostiene un texto que convoca al acto, y que agrega: "Queremos apoyar y apoyamos a las monjas clarisas y su deseo de no abandonar su casa. Nosotros no miraremos a otro lado ni las dejaremos solas”.

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