Un mes después del tiroteo

Parlon y Trapero avisan que acabar con los grupos criminales de La Mina costará tiempo

La investigación sigue sin detenciones, admiten la consellera y el director general en el Parlament, y postulan que el barrio requiere más medidas que la presencia policial para desestigmatizarse

La autoridad de los patriarcas en La Mina, en crisis por falta de relevo y conflictos más violentos

El director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, y la consellera de Interior, Núria Parlon, en el Parlament.

El director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, y la consellera de Interior, Núria Parlon, en el Parlament. / DAVID ZORRAKINO / EUROPA PRESS

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La policía no es suficiente para dignificar La Mina y liberarla de los clichés de la miseria y la inseguridad. La consellera de Interior, Núria Parlon, y el director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, han compartido mensaje este miércoles en el Parlament, donde han comparecido para dar cuenta de la actuación policial tras el intenso tiroteo con más de 150 disparos que atemorizó al barrio situado en Sant Adrià de Besòs hace casi un mes. Los dos máximos responsables de la seguridad en Catalunya han abogado por extender también políticas sociales en el vecindario y han explicado que la investigación sobre el altercado todavía no ha derivado en detenciones. Al mismo tiempo, han comentado que el refuerzo policial con presencia constante de antidisturbios de la ARRO y la BRIMO continuará. 

Buscamos desarticular los grupos criminales asentados en el barrio y, por decirlo claro, sacarlos de circulación el máximo tiempo posible, pero eso no serán dos, tres o cuatro meses, sino que será largo”, ha prevenido Trapero. Asimismo, Parlon ha advertido que las investigaciones abiertas por los Mossos serán “largas” y ha rogado que se deje trabajar a los cuerpos de seguridad. “Detener a los que perturban la convivencia y desarrollan las actividades ilícitas no se resuelve de un día para otro, sino que requiere el tiempo necesario para imputarles los delitos y que esas personas sean juzgadas”, ha sostenido. La consellera ha trazado que, por un lado, se halla la mayoría de vecinos “que quiere vivir tranquilamente” en La Mina y, por otro, un “grupo de personas que se dedican a querer imponer su forma de entender la vida y llevar a cabo actividades delictivas”.

Por su parte, las fuerzas de la oposición han reprochado "descontrol" en la gestión del caso al Govern, así como exceso de "gesticulación" y "triunfalismo" e ineficacia frente a las bandas delictivas. "Dimos la cara, no nos escondimos", ha contestado Parlon. Los partidos también le han afeado el retraso en el derribo del bloque degradado de la calle Venus, uno de los escenarios de la reciente trifulca.

Además, los diputados han echado en cara a Parlon que asegurase que el barrio se había pacificado dos semanas después de la refriega, lo que se puso en cuestión al trascender nuevos incidentes. La consellera ha replicado que se refirió a una “pacificación momentánea”. “No significa que esté resuelta la situación en La Mina, porque hay factores estructurales de delincuencia criminal y organizada que requieren que se deje trabajar a la policía”, ha subrayado. 

"El barrio no les pertenece"

Trapero ha prometido que “se perseguirá sin descanso la actividad delictiva de grupos organizados que buscan impunidad en un barrio que no les pertenece”. Ha rematado diciendo que La Mina “tiene que ser para los vecinos que no tienen nada que ver con la droga, las armas ni las amenazas”.

En el mismo sentido, ha juzgado “importante” tomar “acciones contundentes contra organizaciones criminales asentadas en el barrio, que se dedican a todo tipo de delitos relacionados con el tráfico de droga”. No obstante, ha avisado de la “complejidad” de ciertos objetivos, como confiscar armas a personas asociadas con el trapicheo en la zona: “Las guardan en casa, pueden hacer ostentación puntual, pero circulan poco con ellas, lo que hace difícil requisarlas en controles de entrada y salida del barrio”.  

La consellera ha añadido que los antidisturbios apostados durante las 24 horas “seguirán allí hasta que el comisario de la región policial no considere oportuna la retirada”. Trapero ha precisado que la presencia de agentes de orden público oscila “entre una y tres unidades de la ARRO en el interior del barrio” a lo largo de toda la semana. Parlon ha comentado que el despliegue no pretende ser "intimidatorio", sino "garantizar que haya seguridad y mejorar la convivencia”.

Más agentes

La consellera y el director general han reiterado que se planea incrementar la plantilla de la comisaría de La Mina. El barrio dispone ahora de 75 agentes, ocho cabos, cinco sargentos y un subinspector. “Se reforzará seguramente para hacer actividad de proximidad, mediación e investigación”, ha enumerado Parlon.

Trapero ha asegurado que las “consecuencias” caerán sobre los participantes del tiroteo “más pronto que tarde”. En todo caso, ha agregado que las pesquisas se están prolongando para recabar pruebas suficientes para encausar a los autores

El director de la Policía ha defendido que los Mossos “trabajan con más intensidad que nunca en La Mina” para conseguir la “pacificación” de la zona, que “la inseguridad no se enquiste” y evitar que “grupos delictivos organizados tomen el control” del vecindario. Ha subrayado que la meta es que el barrio sea “más seguro, como los vecinos piden para vivir en tranquilidad y sin miedo”.

Combatir estigmas

Parlon ha enfatizado que “el futuro de La Mina no vendrá garantizado por la presencia policial constante ni del despliegue de la ARRO durante las 24 horas”. Ha blandido que el barrio “tiene oportunidades de futuro”, que “deben removerse estigmas” y que se requiere de una “estrategia integral”. Ha recordado que se ha creado un grupo de trabajo que integra a varias conselleries y el Ayuntamiento de Sant Adrià para valorar medidas a implantar.

Trapero ha recalcado que “la verdadera normalidad necesaria” en La Mina “es un reto que trasciende a la policía”. “Hay más presencia policial y más patrullas, pero con eso no será suficiente”, ha avisado. “La policía es parte de la solución pero no es la única solución -ha proseguido-. No resolverá las desigualdades, las carencias y el haber mirado a otro lado. La falta de alumbrado, la ausencia de expectativas de los jóvenes o que el ascensor social falle no se resuelven con dos furgonetas y una quincena de agentes de la ARRO. Es el auténtico reto que nos emplaza en La Mina y otras ‘Minas’, y para que ninguna otra pueda emerger en próximas décadas”.