MAPA | Más de 9.500 contenedores han ardido en el área de Barcelona en los últimos cinco años

Sea por vandalismo, por una atracción al fuego alentada por un trastorno psiquiátrico u por motivos difusos, la esporádica quema de contenedores en el área metropolitana de Barcelona provoca daños en calles, impone reparaciones que cuestan varios cientos de miles de euros anuales y alimenta la sensación de inseguridad. Ninguna de las localidades más pobladas de la provincia es ajena a que unas cuantas decenas de depósitos de basura se echen a perder por incendios que generan inquietud, azuzada en ciertos puntos por un goteo de incidentes en que varios vehículos han ardido.

Desde 2019 y hasta agosto de 2024, se han quemado 6.538 depósitos de residuos en Barcelona. En L’Hospitalet han sido 927; en Badalona, 1.238; en Santa Coloma, 448; y en Sant Adrià, 414. En todo el Barcelonès, la cifra asciende a 9.565 contenedores calcinados, según los datos geolocalizados facilitados por los ayuntamientos a las peticiones de acceso a información pública formuladas por EL PERIÓDICO.

Fuera de la comarca, cabe destacar la afectación en Sabadell, donde se quemaron 1.163 contenedores entre 2019 y 2024. En Terrassa fueron 758; y en Mataró se destruyeron 336. En total, se prendió fuego a más de 11.000 ‘containers’ entre las siete ciudades de la provincia que superan los 100.000 habitantes. 

El foco del Besòs

Los presuntos ataques intencionados al mobiliario urbano han tenido especial incidencia en torno al Besòs. En barrios próximos al río, se han desplegado dispositivos discretos de vigilancia policial para tratar de disuadir y atrapar a los autores de los estragos que han avivado un malestar que se ha manifestado ya con alguna que otra protesta. 

Así actúa uno de los incendiarios detenidos en Barcelona por quemar vehículos y contenedores

El hecho de que cada vez más a menudo las llamas se propaguen de los contenedores a coches, furgonetas y motocicletas aparcados en las calles ―o, incluso, a fachadas― ha incrementado la alarma en los últimos meses en el barrio del Besòs i el Maresme de Barcelona y en zonas de Badalona, Santa Coloma de Gramenet y Sant Adrià. Los tres ayuntamientos del Barcelonès Nord y sus policías locales se coordinan con los Mossos d’Esquadra para tratar de atajar el repunte. 

Aunque la gravedad de los destrozos y la persistencia del problema han intensificado la preocupación, los estropicios por los supuestos asaltos incendiarios no son nuevos en la franja del Besòs. Prueba de ello es que la corona norte de Barcelona -formada por los barrios de la urbe y las localidades que basculan hacia el río- acumula el mayor número de ‘containers’ reducidos a cenizas en el área de la capital en los últimos cinco años.

El ‘área Besòs’ de Barcelona ―los distritos de Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí― y las ciudades del otro lado del río ―Sant Adrià, Santa Coloma y Badalona― concentran 4.459 ‘containers’ malogrados por las llamas. Es el 46,9% de los desperfectos en el Barcelonès durante el lustro pasado. Si solo se toman en cuenta las tres ciudades y los cinco barrios de Barcelona más próximos al río ―Trinitat Vella, Baró de Viver, Bon Pastor, La Verneda i la Pau y El Besòs i el Maresme―, los contenedores abrasados representan casi uno de cada tres del cómputo de la comarca.

La afectación en la zona del Besòs cobra más peso si se aísla la inusual cifra de depósitos a los que se prendió fuego en la capital en 2019 y, en particular, en la Dreta de l’Eixample. Solo ahí ardieron 628 contenedores aquel año, en el marco de las protestas por la sentencia del ‘procés’, con epicentro en la plaza Urquinaona y calles adyacentes. La media de los años posteriores en el barrio se queda, sin embargo, por debajo de los 80 contenedores quemados. 

De esta manera, la Dreta de l’Eixample es la zona más afectada de la urbe, con 946 contenedores calcinados entre 2019 y agosto de 2024. En segundo lugar, figura El Besòs i el Maresme, con 357. No obstante, ambos barrios casi igualan sus datos si la muestra prescinde del convulso 2019: a partir de 2020, la Dreta de l’Eixample acaparó 318 ‘containers’ arrasados por 312 en el Besòs i el Maresme, pese a que el primero triplica en tamaño y población al segundo.

A prueba de llamas

El fenómeno se ha tenido en cuenta en el diseño del nuevo contrato de limpieza de Badalona, que contempla que casi el 35% de los contenedores de la localidad sean metálicos para dificultar la propagación del fuego si son vandalizados. La medida no se implantará en todo el municipio, sino en las zonas más afectadas por la problemática. 

No en vano, los cuatro distritos de Badalona que hacen frontera con Sant Adrià y Santa Coloma suman 937 de los 1.238 contenedores quemados desde 2019 en la ciudad. O, lo que es lo mismo, un 79,5% del total. Los nueve barrios limítrofes con ambas poblaciones vecinas (Artigas, el Remei, los tres barrios de Llefià, La Pau, Montigalà, Puigfred y Sant Roc) suman el 44% de los 'containers' devastados en Badalona. El ayuntamiento calcula que podrá contener la quema en un “60 o 70%” mediante la instalación de contenedores “ignífugos” en La Salut, Llefià, Artigas, Sant Roc, el Remei y la Pau.

En Sant Adrià, con 38.672 habitantes, fueron 414 los contenedores quemados, pocas decenas menos que los 450 registrados en Santa Coloma, que tiene el triple de habitantes, 120.903. Precisamente, la zona más castigada de Santa Coloma por los incendios premeditados es la que hace frontera con Badalona y Sant Adrià. Así, los barrios colomenses que limitan con las ciudades vecinas (Raval, Fondo, Llatí, Safaretjos y Santa Rosa) suman 246 de los 604 contenedores quemados. 

En Sant Adrià, los perjuicios son más elevados en el barrio de La Mina, que aglutina 226 de los 'containers' desperdiciados en el municipio, algo más de la mitad. Otros 162 ardieron en los barrios de Sant Joan Baptista y Sant Adrià Nord, que limitan con Badalona y Santa Coloma.

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