Construcción polémica
Recta final de obras en la Torre Barceló, el rascacielos de 25 plantas de Mataró que despierta amor y odio
La promotora inició la comercialización en verano y ya tiene reservada una cuarta parte de los 192 pisos del bloque más alto del Maresme
/esArrancan las obras de la Torre Barceló, el que será el edificio más alto de Mataró
La vivienda se polariza en Mataró: de más de un millón de euros por un chalet a 60.000 euros por un piso ocupado en Rocafonda

La Torre Barceló, en recta final de obras, esta semana, en Mataró. / ELISENDA PONS. EPC


Patricia Castán
Patricia CastánPeriodista
Periodista en El Periódico de Catalunya desde 1996. Ha ejercido de redactora y jefa de sección en Gran Barcelona. Especializada en los ámbitos de economía local, comercio, turismo, vivienda, ocio, gastronomía y tendencias urbanas.
Sus 85 metros y 25 plantas de altura han emergido como un gigante en el litoral del Mataró (Maresme). Y con la misma potencia nació y sigue vivo el debate: ¿Es un icono de modernidad que da carácter al 'skyline' de la capital de la comarca, como defienden sus precursores, o un mamotreto gentrificante que rompe su horizonte, como critican muchos mataronenses? Tras largos meses de obras, la Torre Barceló polariza pasiones, del amor (sobre todo de los compradores) al odio de los detractores.
Lo cierto es que tras el larguísimo y controvertido proceso urbanístico y judicial que ha vivido la zona, ha prevalecido la modificación de su planeamiento que permite ese incremento de edificabilidad a lo alto. Ahora, el capítulo final muestra ya un rascacielos ejecutado al 90% que ha entrado en su recta final de obras. Sus primeros moradores tendrán llaves el 30 de junio y hasta el momento tienen reservadas un 25% de las 192 viviendas, avanza la promotora Stoneweg Living.
La comercialización, a cargo de Domus RS, comenzó tarde, hace poco más de medio año. La construcción se había iniciado en julio de 2022. Al contrario que en otras promociones que se ponen a la venta sobre plano y con apenas dos grúas en un solar, en este caso esperaron a que la singular edificación cobrase forma. Desde entonces, señala la directora Comercial de Stoneweg Living, Alexandra Delfín, venden una media de siete pisos al mes.
El interés suscitado se traduce en citas diarias para visitar el piso muestra y conocer los planos y pormenores del monumental bloque, que se distingue por su perfil escalonado en forma "adiamantada" con la parte delantera más estrecha y la central más ancha para poder integrar la superficie (16.500 m2) aligerando su apariencia y su impacto visual, explican fuentes de Batlleiroig Arquitectura, artífices del diseño.
Precisamente, esas particularidades en la volumetría, con balcones y terrazas de diversas dimensiones que se disgregan, persiguen ampliar las vistas al mar desde distintos ángulos y en el máximo de pisos, añaden.

Otra perspectiva de la Torre Barceló, esta semana. / ELISENDA PONS
Cabe constatar que el inmueble de lejos parece una mole de hormigón, pero en las distancias cortas luce mucho mejor, mostrando su fachada ventilada de cerámica extrusionada, en dos relieves de greca que se combinan para darle ritmo al acabado, reza el proyecto arquitectónico. Y lo hace en varios tonos tierra, inspirados en el propio litoral de la comarca. Juzgarlo no será posible hasta que se planten todas las palmeras perimetrales en dos niveles y se añada la nutrida vegetación que suavice el resultado final.
Estética aparte, se abandera la sostenibilidad: certificación energética A, climatización a partir de fuentes locales de energía renovable, sello BREEEAM, recogida pluvial para las zonas verdes y la novedad de ser "el primer edificio con sistema de extinción de incendios individualizado", relata Delfín.
Desde 209.000 euros
Al parecer los interesados son tan variados como las tipologías de vivienda, que van de cuatro diseños de una sola habitación (pisos de 46 a 56 metros cuadrados) hasta dos modelos de 3 habitaciones y unos 99 metros cuadrados, pasando por los de 2 habitaciones de 70 a 76 metros cuadrados, agrega. También sus balcones y terrazas varían, hasta alcanzar los 91 metros cuadrados en estas últimas. Los pisos más pequeños se ubican en las plantas más bajas, mientras que las más altas son las más cotizadas y con más metros cuadrados. Los precios también varían sustancialmente si las viviendas se encaran hacia el mar, aunque desde las terrazas laterales también hay vistas. Hay que sumar a partir de 13.000 euros por las plazas de párking.
Los precios de venta arrancaron a partir de 187.000 euros para uno de los pisos más pequeños y encarados a montaña. Los pocos que quedan de ese formato cuestan en este momento 209.000 euros, más IVA. Stoneweg va abriendo paulatinamente la venta de las mejores piezas. Recientemente ha sacado al mercado algunos áticos. Como ejemplo de una de las estrellas de la promoción, ya a la venta, Delfín alude a un piso de 2 habitaciones en la planta 23, con 74,15 m2 de piso y 93,71 m2 de terraza, por 570.000 euros (más 10% de IVA y más párking).

Obreros rematando el revestimiento del edificio, en Mataró. / ELISENDA PONS. EPC
El reclamo de este proyecto, que inicialmente se planeó para el alquiler y acabó siendo de venta para indignación de entidades como el Sindicat d'Habitatge, no siempre son las vistas de vértigo. Las primeras plantas están en competencia con otras promociones de viviendas de obra nueva frente al litoral, y que han proliferado en Mataró. Pero en la Torre Barceló se vende un "estilo de vida moderno y conectado", mantiene Deflín, en un edificio de diseño, con recepción y conserje, zona de 'coworking', gimnasio, espacio para aparcar bicis, zona 'gourmet' --donde previa reserva se pueden hacer eventos privados o celebraciones-- y, sobre todo, donde despunta una piscina 'infinity' que se asoma al puerto con el Mediterráneo de fondo. Otra cosa es el discreto tamaño de la zona de baño para semejante comunidad de vecinos, que la expone a morir de éxito.

Imagen virtual de la piscina de la Torre Barceló. / Stoneweg Living
A dos minutos de la estación de tren, cinco de la playa y 15 del corazón de Mataró (según calcula la empresa), la directora comercial defiende que "no solo redefinirá el 'skyline' del Maresme como su edificio más alto, sino que establecerá un nuevo estándar en la forma de vivir y disfrutar el entorno".
Perfiles y promesas
En cuanto a los perfiles de los futuros residentes, apunta a jóvenes solos o parejas que buscan obra nueva y ubicación en el caso de las viviendas más pequeñas, así como a profesionales que trabajan en Barcelona pero valoran residir en un entorno más tranquilo. Y a familias para las más grandes. Pero también han hecho reservas jubilados que buscan una segunda residencia. Y no omite que hay clientes inversores "interesados en un proyecto con alta demanda y atractiva rentabilidad".

Las viviendas tienen cocinas abiertas al salón. / Stoneweg Living
Tras muchos meses de polémica local, Stoneweg --una plataforma de inversión inmobiliaria que estructura activos de inversión, se definen-- afirma que el rascacielos "aportará múltiples beneficios a Mataró". Delfín argumenta que la torre será un "icono arquitectónico", que cubre una "demanda premium" y "elevará el perfil del municipio a nivel regional e internacional". También que al urbanizar el perímetro "mejorará la calidad de vida" del entorno e impulsará el comercio y servicios locales con la llegada de cientos de vecinos, "diversificando el perfil demográfico de Mataró", mantiene, a cinco meses de un estreno que será observado con lupa.
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