Movilidad

Un error impide a los autobuses articulados atravesar las Glòries

Los vehículos de las líneas 7 y H12 se ven obligados a seguir girando por Independència, Aragó y Castillejos hasta llegar a Gran Via porque no pasan por uno de los nuevos tramos

La nueva Glòries ya deja ver su nuevo aspecto a un mes del estreno

El 7 gira por Independència, el pasado martes. A la izquierda, el carte indica que solo giro a la izquierda que podría hacer cuando se haya resuelto el error..

El 7 gira por Independència, el pasado martes. A la izquierda, el carte indica que solo giro a la izquierda que podría hacer cuando se haya resuelto el error.. / Elisenda Pons

Toni Sust

Toni Sust

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La plaza de les Glòries es uno de los lugares de Barcelona que más transformaciones ha vivido y que más años de obras acumula. Pero hay que apostar por el optimismo: parece que esta vez todo está encarado para que no tenga que venir dentro de unos años un nuevo gobierno de la ciudad a cambiarla por completo.

En este terminar la obra siempre hay algo que retocar, y al parecer se ha dado una pequeña chapuza que se está resolviendo y que por ahora impide que los autobuses articulados pasen por una parte concreta del trayecto previsto en la nueva plaza. Porque la señalización actual ya prevé que los autobuses crucen la plaza en lugar de girar por la calle de la Independència, como han hecho desde hace un tiempo, en medio del campo de batalla de las obras de reforma.

El error

Ese giro previsto, a la izquierda, vetado a los vehículos privados, permitirá a los buses pasar a la derecha del Museu del Disseny –es decir, dejándolo a la izquierda del bus– y girar antes de los Encants para discurrir unas decenas de metros por la calle paralela al Tram que lleva el nombre de la plaza de les Glòries y, en seguida, girar a la izquierda para coger Gran Via desde el tramo que sale de la plaza. Ahí es donde está el problema, la pequeña pifia: tal como quedó acabada no permitía el paso de un autobús articulado, por lo que la línea 7 y la H12 siguen girando por Independència, luego coge Aragó, para proseguir por Castillejos y entrar en la Gran Via.

Los trabajos en la zona por la que tiene que pasar el 7, y por donde no cabía tras la reforma.

Los trabajos en la zona por la que tiene que pasar el 7, y por donde no cabía tras la reforma. / Elisenda Pons

El pasado martes, un grupo de operarios trabajaban en esa zona, y resultaba visible como han tenido que cambiar el límite entre la calzada y la acera, que ahora ha sido retirada más o menos un metro. Fuentes conocedores de la chapucilla sostienen que también ha habido que quitar de allí una papelera y un semáforo. Y todo porque la vía no resultaba lo suficiente ancha para que los autobuses de la línea 7 y la H12 (que son articulados para dar respuesta a la demanda de pasajeros) pasen por allí.

Los dos sentidos

La previsión inicial era que esa línea hiciera ese nuevo trayecto  en septiembre, aunque tampoco se cumplió en el sentido contrario, en sentido Besòs, en cuyo caso el 7 empezó a hacerlo en diciembre. Por ello, el retraso causado por el error para que pase lo mismo en el sentido contrario es de un par de meses a lo sumo. Por ahora, porque no está claro cuándo empezará a pasar por esa ruta prevista.

Confían en que sea pronto, indican fuentes de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que en este caso no tienen relación con el origen del problema, ya que los trabajos son responsabilidad del Ayuntamiento de Barcelona.

El giro y el tiempo perdido

El giro que siguen haciendo el 7 y el H12 en sentido Llobregat no es una maniobra tremendamente complicada, pero a menudo la ruta Independència-Aragó-Castillejos está abarrotada de tráfico, lo que genera un pequeño retraso de varios minutos. Eso conlleva una consecuencia. En los casos, pocos, en los que se emplean autobuses estándar en estas líneas –porque ese día no queden articulados disponibles- se les obliga a hacer también el giro por Independència, porque si no podrían adelantar a alguno de los que van antes en la misma ruta, cuyos vehículos pasan con una frecuencia de cinco minutos.

A la izquierda de las vías, tramo por el que pasará el bus cuando el arreglo este hecho, dentro de algo más de dos semanas.

A la izquierda de las vías, tramo por el que pasará el bus cuando el arreglo este hecho, dentro de algo más de dos semanas. / Elisenda Pons

Luego está, lógicamente, el efecto de los minutos perdidos por los usuarios, que sin ser nada dramático se hubieran evitado si ese tramo de la Gran Via se hubiera construido correctamente. Y finalmente cabría preguntarse si la modificación necesaria par que los buses articulados puedan hacer el recorrido previsto en Glòries acarrea ha generado un gasto económico considerable.

Preguntado por el asunto, el ayuntamiento replica que la situación no ha ocasionado ningún incremento de la inversión necesaria en las obras de la zona. Fuentes municipales subrayan que la transformación de la plaza es “una obra muy compleja, de gran envergadura”, y aseguran que el retoque que ha habido que hacer “forma parte de los ajustes habituales”.

Dos semanas

“La actuación consiste en ampliar el espacio para que pasen los autobuses articulados y la superficie de actuación es muy pequeña, de cerca de tres metros cuadrados”, relatan las mismas fuentes, que añaden que la previsión es que en dos semanas esté todo arreglado. Entonces se procederá a hacer los controles habituales antes de permitir el paso de autobuses. Por lo tanto, es cuestión de poco tiempo que el 7 y el H12 dejen de girar por Independència y pase junto a la Torre Glòries y el Museu del Disseny.

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