Mercado inmobiliario

Crece la demanda de vivienda en Catalunya: ya hay más de un millón de personas que buscan piso

Un 15,2% de los residentes en Catalunya mayores de 16 años buscan casa de alquiler o compra de forma activa, lo que supone un 11,4% más que un año atrás

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Un vecino mira los anuncios en una inmobiliaria del paseo de Sant Joan de Barcelona.

Un vecino mira los anuncios en una inmobiliaria del paseo de Sant Joan de Barcelona. / MANU MITRU

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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La demanda de vivienda en Catalunya sigue disparada. De hecho, ha crecido en el último año y ahora ya hay más de un millón de catalanes que buscan piso, Así lo refleja la última encuesta de demanda de vivienda realizada por el Observatori Metropopolità de l’Habitatge de Barcelona (OH-B), cuyos datos reflejan que un 15,2% de la población catalana mayor de 16 años —lo que equivale a algo más de 1.014.000 personas— buscaba vivienda de forma activa a finales de 2024. 

Es decir, no es que en algún momento de los últimos meses hayan pensado en cambiar de residencia o hayan echado un vistazo rápido a un portal. Lo que supone esta cifra es que hay un millón de residentes en Catalunya que, por múltiples, motivos buscan semana a semana un nuevo hogar al que poder trasladarse. Carles Donat, codirector del OH-B, señala que entre los principales motivos que explican un aumento de demanda interanual del 11,4% —en 2023 el porcentaje rozaba el 14%— están el aumento del tiempo que se tarda en encontrar vivienda o las dificultades para localizar un piso que “se ajuste a sus necesidades y posibilidades”.

Donat explica que hay una buena parte de condicionantes demográficos o familiares —como la emancipación, separaciones o la llegada de inmigración— que llevan a que cada vez más gente busque casa: “Estamos en una situación de crecimiento de población y del número de hogares y es lógico que también haya más necesidades”, apunta el codirector del Observatori, quien comenta que, además, hay “una serie de dificultades” que lleva a que los demandantes tarden más en encontrar vivienda. Uno de ellos, es obvio: la falta de oferta, que ha sufrido un decrecimiento en los últimos años. 

“En parte, como sabemos por otros trabajos que hemos hecho, se debe a que una parte de la oferta de alquiler se va hacia estas figuras que se llaman de alquiler de temporada”, dice Donat. Desde hace años, colectivos por el derecho a la vivienda exigen a las administraciones regular esta modalidad habitacional que escapa a las limitaciones de precios amparadas por la ley de vivienda y de la duración de los contratos del alquiler residencial permanente. Precisamente, el pasado 2 de enero, entró en vigor el registro único de arrendamientos de alquileres turísticos, de temporada, de habitaciones o cualquier otro tipo de alojamiento que permita el alquiler de corta duración, así como la ventanilla única digital de arrendamientos para la recogida e intercambio de estos datos. Una herramienta con la que el Gobierno pretende potenciar la oferta de alquiler regular. No obstante, este registro no será efectivo hasta el próximo 1 de julio.

Más de un año buscando casa

Así, la demanda se reparte de forma muy igualada entre búsqueda de propiedad (45,1%) y la demanda de alquiler (44,8%). En cualquier caso, los datos del Observatori Metropopolità de l’Habitatge apuntan a que la consecución de una nueva vivienda se ha convertido para una buena parte de los catalanes en un camino a Ítaca cada vez más largo. Una odisea —esta, por ahora, de algo más de un año de trayecto en vez de 10— que, sobre todo, ha experimentado un fuerte crecimiento en el mercado del alquiler.

Los datos de la encuesta del OH-B, realizada entre el 7 y el 15 de octubre de 2024, exponen que el tiempo de búsqueda de vivienda es superior a un año para una mayoría de demandantes de vivienda (47,4%), con especial relevancia en el caso de los demandantes de propiedad (53,4%), pero con un porcentaje importante también en el caso de los de alquiler (47,5%). Esto supone que tiempo para encontrar una vivienda ha crecido tanto en el mercado de compra —en 2023 un 44% de los encuestados destinaban más de un año— como en el de alquiler —un año atrás tan solo el 35,3 de las personas preguntadas tardaban más de un año—.

“En el marco de la propiedad, se puede deducir que es un dato normal. Porque cuando uno compra un piso, normalmente, hace la inversión más grande de su vida. Por lo tanto, es lógico que busque bien y se ajusten mucho las necesidades. En el alquiler vemos que un 47,5% lleva más de un año buscando. Esto se debe a algunos desajustes, como que no hay suficiente oferta y los precios son más elevados de lo que se está buscando”, remarca Carles Donat.

De hecho, la mitad de los catalanes que buscan piso no están dispuestos a pagar más 600 euros al mes por un alquiler. Una cifra que roza el 70% si se amplía el rango hasta los que buscan por debajo de 800 euros. Un dato que resulta paradójico teniendo en cuenta que, según los últimos datos del Incasòl, el precio medio de los alquileres en Catalunya es de 839,36 euros. Mucho más dentro del marco metropolitano, con múltiples ciudades por encima de los 1.000 euros al mes de media, como la misma Barcelona (1.133,33).

Perfiles

Por ámbitos territoriales, la demanda es significativamente más elevada en Barcelona ciudad (17,8%) y más baja en la región de Barcelona sin el área metropolitana (11,3%). A mitad de camino se encuentra la demanda en el área metropolitana de Barcelona —sin incluir la capital catalana— (16,1%) y Catalunya fuera de la región metropolitana de Barcelona (15,6%).

La descomposición de la demanda entre propiedad y alquiler también es diferente por ámbitos territoriales: así, la demanda de propiedad es relativamente superior en el caso del área metropolitana de Barcelona —de nuevo, sin contar Barcelona ciudad— (56,9%) y el resto de la región metropolitana de Barcelona (48,9%). En cambio, en Barcelona ciudad y Catalunya —fuera de la región metropolitana— la demanda de alquiler es más elevada (57,6% y 46%, respectivamente).

Los datos del Observatori, por lo general, el principal motivo de la demanda de vivienda es la emancipación (28,6%), con un peso superior entre los demandantes de alquiler (33,7%) con relación a los demandantes de propiedad (22,9%). Le sigue en importancia la mejora de la vivienda o el entorno, motivo que es destacado por un 20,3% de los demandantes de vivienda en general. A su vez, los cambios en las situaciones familiares y laborales son destacados por un 11,6% de los demandantes. Entre quienes buscan alquiler destaca también la finalización del contrato de alquiler o la posibilidad de desahucio —prácticamente un 10% de los demandantes lo señalan como motivo—. En cambio, las dificultades económicas que motivan a buscar vivienda para reducir su gasto son relativamente mayores entre los demandantes de propiedad (13,9%).

Con todo, la demanda de vivienda "demuestra tener un fuerte componente local", dice el informe del OH-B, dado que una mayoría relativa de demandantes busca vivienda en el mismo barrio o núcleo de población (32,1%), y a medida que el radio de búsqueda se amplía, la proporción de demandantes disminuye.