Prórroga

El gobierno Collboni se “planta” con los Comuns y cierra la negociación del presupuesto 2025

Jordi Valls acusa a los Comuns de torpedear las conversaciones con "exigencias innegociables"

Collboni propone un presupuesto para 2025 con nuevo récord y guiños a ERC y Comuns

Jordi Valls durante una rueda de prensa

Jordi Valls durante una rueda de prensa / ACN

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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El gobierno municipal de Jaume Collboni pone punto y final a las conversaciones para aprobar el presupuesto 2025. No lo someterá a votación este miércoles en la comisión de Economía y, por lo tanto, apuesta por mantener la prórroga de las cuentas del año pasado, que ya dictó en diciembre para seguir explorando un acuerdo este mes de enero.

El teniente de alcalde Jordi Valls ha salido en rueda de prensa a anunciar, con una rotundidad inédita, que el ejecutivo socialista “se planta y da por cerrada la negociación”. Sin tapujos, ha acusado a los Comuns de haberse “enrocado” en “exigencias innegociables” y “líneas rojas”. “Llevamos cinco meses, más de 30 reuniones y la creación de tres comisiones de debate entre las dos fuerzas progresistas para cerrar las ordenanzas fiscales y también un buen presupuesto para Barcelona”, ha argumentado Valls.

Pese a “poner en valor” este recorrido, ha acusado a los Comuns de “poner constantes líneas rojas, más exigencias” y de “dedicarse a estresar y tensionar la negociación”. En cambio, ha alabado los acuerdos con ERC anunciados la semana pasada, como incrementar la inversión en políticas de vivienda para superar el umbral inédito de 200 millones de euros. Pero los 15 votos que sumarían socialistas y republicanos no son suficientes para llegar a la mayoría en el pleno, que se sitúa en 21 ediles.

Con Junts fuera de las quinielas por el creciente distanciamiento con Collboni, la luz verde dependía principalmente de Barcelona en Comú. “Cuando hay un bloqueo, no hay que seguir discutiendo quién se levanta de la mesa. Se cierra la negociación y ya está, es lo más limpio y lo más civilizado”, ha alegado, en respuesta a las críticas de los Comuns esta misma mañana. Sobre no apurar al miércoles, ha sostenido que la ciudad “no merece” alargar el debate y convertirlo en un “espectáculo hasta última hora”.

El 30% de la discordia

A preguntas de la prensa, ha reconocido que un desencuentro crucial ha sido la reserva del 30% de vivienda social, que los socialistas propugnan flexibilizar y los Comuns reclaman mantener intacta: “Piden una adhesión acrítica al 30%, a sus propuestas”. “El presupuesto es un elemento fundamental pero la política de vivienda probablemente aún lo es más. La vivienda nos preocupa a todos, y otras formaciones de centro también deben decir la suya”, ha advertido, en lo que ha sonado a una invitación a Junts a desencallar la reforma del 30%.

Otros ejemplos que ha mencionado de condiciones de los Comuns que el PSC rechaza son la gratuidad del Bicing para jóvenes, una óptica municipal y “la funeraria pública que ellos mismos no pudieron crear en 8 años”. “Si nunca te das por satisfecho es que quizá no buscas un acuerdo”, ha aventurado el teniente de alcalde. Dado que las cuentas planificadas para 2025 sí incorporaban la prolongación del Trambesòs hasta paseo de Gràcia, Valls ha sostenido que los exsocios de gobierno están "diciendo 'no' a los presupuestos del tranvía".

“No se puede ir predicando acuerdos de izquierdas sin hacer posible ejercerlos”, ha cargado, en referencia al posicionamiento favorable a un tripartido que siempre ha defendido la formación de Ada Colau, ahora liderada en el consistorio por Janet Sanz. “Debemos configurar y fortalecer la mayoría de izquierda, pero esto requiere de generosidad y sentido de responsabilidad por parte de todos. No solo para defender tus posiciones, sino también la diversidad de posiciones”, ha subrayado Valls.

“La fragmentación política ha venido para quedarse y tener posiciones ideológicas muy fundamentadas está muy bien, pero no te aporta nada sin capacidad de transacción con otras fuerzas”, ha añadido. Es más, ha instado a pensar más allá del consistorio y priorizar los acercamientos de izquierdas ante el auge de la extrema derecha global: “Hoy curiosamente Donald Trump tomará posesión, mientras nosotros discutimos si nos levantamos o no de la mesa”. “Se cierra esta carpeta y seguimos gobernando”, ha zanjado.

ERC saca pecho

Los republicanos han reaccionado rápidamente a la noticia y han aclarado que los puntos que transaccionaron con el PSC no caen en saco roto: "Todas nuestras propuestas estarán incluidas en la prórroga". "Esquerra vuelve a marcar el rumbo y la ambición que necesita Barcelona", han proclamado, tras inventariar los principales logros de su negociación bilateral. "Hemos hecho los deberes, leyendo las necesidades de la ciudad y proponiendo soluciones concretas a los retos en vivienda, seguridad, movilidad, turismo y defensa del catalán", han añadido. Asimismo, han lanzado un dardo al grupo de Sanz: "Lamentamos la gesticulación de los últimos días, se ha sido incapaz de llegar a acuerdos anteponiendo el interés de la ciudad".

BComú: "Decepción y sorpresa"

La presidenta del grupo de los Comuns, Janet Sanz, ha replicado a Valls posteriormente que el alcalde ha elegido "no tener presupuestos para estar junto a los especuladores". "Es una decepción y una sorpresa", ha dicho la exteniente de alcaldía de Colau, que ha acusado al gobierno de Collboni de ser "débil" y "cobarde ante los más fuertes" por rechazar recetas de los Comuns como más supermanzanas y ejes verdes.

Junts: "Sin rumbo ni liderazgo"

También se ha pronunciado sobre la prórroga presupuestaria el nuevo líder municipal de Junts per Barcelona, Jordi Martí Galbis: “Se confirma que Jaume Collboni encabeza un Gobierno municipal débil, frívolo, sin rumbo ni liderazgo y, ahora, sin presupuesto". "Aquí quien se ha quedado plantada es la ciudad, y el único responsable es el gobierno de los socialistas", ha disparado.