Ordenación polémica

El sector de los pisos turísticos de Barcelona contrataca y afirma generar más de 1.900 millones de impacto económico

Un informe encargado por la patronal local señala que el sector comporta 40.000 puestos de trabajo en la ciudad y el ayuntamiento cuestiona el beneficio

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Puesta a punto de un piso turístico.

Puesta a punto de un piso turístico. / EP

Patricia Castán

Patricia Castán

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En plena ofensiva política para controlar y, en el caso concreto de Barcelona, prohibir los casi 10.000 pisos turísticos con licencia en la ciudad, el sector vuelve a contratacar a base de cifras. Un informe elaborado por la firma de consultoría y auditoria PwC concluye que eliminar las viviendas de uso turístico en la capital afectaría a la economía local, ya que establecen que su impacto actual es de más de 1.900 millones anuales, lo que (con datos de 2023) supone un 1,9% de su PIB. El balance suma efectos directos, indirecto y inducidos como la restauración, el comercio, el ocio y la cultura. Añade que la actividad contribuye con más de 40.000 puestos de trabajo.

Con el título ‘Impacto de la eliminación de las viviendas de uso turístico en Barcelona’, el estudio encargado por la patronal de Barcelona Apartur defiende que por cada euro que se aporta desde el sector "se generan 3,5 euros en el conjunto de la economía", que además beneficia a otras áreas, según ha relatado la socia de PwC Anna Merino durante su presentación este miércoles. La economista ha considerado que la eliminación de esta actividad en Barcelona sería como "matar moscas a cañonazos", tras presentar datos con los que ha intentado desmontar la idea de que las viviendas de uso turístico son responsables del aumento disparado del precio del alquiler tradicional.

Horas después, el comisionado municipal de Vivienda, Joan Ramon Riera, ha replicado que el ayuntamiento no pretende poner en riesgo la actividad económica, sino que considera que "destinar esos 10.000 pisos a vivienda habitual generará economía y también puede beneficiar a 25.000 ciudadanos" que los utilicen y a su vez "generarán actividad económica más diversificada". El mismo portavoz ha apelado a que el sector sea "razonable", ante la crisis habitacional que vive la ciudad, enfatizando que los pisos en cuestión se construyeron y vendieron para ser utilizados por residentes. "Es un señor negocio", ha dicho con sorna, si tras una inversion de 257 euros en la licencia permite a cada piso turístico generar cuatro puestos de trabajo.

Y es que esa es una de las tesis del alcalde Collboni, y también de la Generalitat y el Gobierno central, volcados ahora en medidas para su control y reducción. Así que Apartur, que /eshace unos meses ha pasado a la ofensiva para tratar de evitar la erradicación de este negocio, ha diseccionado la repercusión económica en la ciudad. No obstante, algunos economistas presentes en el acto han cuestionado aspectos metodológicos del análisis.

665 euros de impacto en el PIB por turista

El presidente de Apartur, Enrique Alcántara ha destacado los 665 euros que genera en el PIB cada usuario de pisos de uso turístico en la ciudad y ha puesto en valor su aportación a la economía de la urbe, desvinculándolo de los problemas de la vivienda.

Por ámbitos, el documento presentado concluye que la contribución indirecta e inducida por los pisos turísticos en la restauración es de 331 millones, seguida por el comercio con 181 millones y de 134 millones en materia de ocio y cultura. En cuanto al efecto en el mercado laboral, de los 40.340 empleos (3,5% del total) que estima, distribuidos en 9.140 puestos de trabajo directo; otros 24.584 derivados del gasto de los visitantes en su estancia; el impacto mientras que fija el inducido en 6.616. En otras palabras, su tesis es que cada puesto de trabajo creado por un piso turístico genera 4,4 en el conjunto de la economía.

Desgranando los efectos colaterales que benefician a otros sectores, se ha detallado que según sus cálculos “el 65% de los gastos de los usuarios de apartamentos turísticos se destinan al comercio y a la restauración local, sectores intensivos en generación de ocupación”.

Con un auditorio abarrotado de propietarios y gestores de pisos turísticos, Merino también ha querido poner el dedo en la llaga al hablar de la reducción de ingresos públicos que comportaría eliminar la oferta local, ya que la tasa turística que abonaron en 2023 alcanzó los 58 millones. Una cifra que en 2024 habrá sido mayor, al incrementarse este impuesto.

Efectos en la vivienda

El argumento final que establece el informe de PwC es que "los pisos turísticos no han influido en el aumento del precio de la vivienda en Barcelona". Para ello se basan en un análisis de la evolución de la oferta y los alquileres en los últimos años, con datos de Idealista. Merino ha afirmado que "mientras que el precio del alquiler por metro cuadrado en la capital catalana se ha incrementado un 72% en los últimos diez años, el número de pisos turísticos solo ha crecido un 2,2%", dado que la actividad está regulada en la ciudad hace 10 años, limitando nuevas aperturas.

Ha puesto el foco en casos como el distrito Sant Martí, con un aumento superior al conjunto de la ciudad (82%), mientras la oferta turística solo ha crecido un 1%. Otro tanto ha sucedido en el Eixample, donde las plazas turísticas han caído un 3%, ha manifestado. En cambio, ha enfatizado, Nou Barris ha ganado pisos turísticos (está fuera de la zona de prohibición de nuevas licencias) pero el incremento de los alquileres habría sido menor (68%).

Para Merino, la investigación demuestra que "el aumento del precio de la vivienda viene propiciado por el estancamiento del estoc de pisos en Barcelona en los últimos" a la par que crecía la demanda por el impulso de la actividad económica de la metrópolis. Una vez más, el sector esgrime que los pisos turísticos solo representan el 1’2% del parque total de vivienda y "no tienen peso para influir en los precios".

Perderlos afectaría, han reiterado también, a la competitividad de Barcelona en materia de ferias, congresos y eventos. Los apartamentos turísticos suponen actualmente el 40% de las plazas de alojamiento por lo que creen que la oferta hotelera sería insuficiente en caso de grandes convocatorias internacionales. Pon contra, el sector hotelero aseguró recientemente poder cubrir las necesidades de la ciudad.

También contribuyen a diversificarla, con una importante cuota de visitantes en familia, ha añadido Alcántara, que ha participado en una mesa redonda posterior. Ha subrayado que sus usuarios hacen las estancias más largas, con una media de cuatro noches.

Apoyando al sector han participado también representantes de Barcelona Oberta y del Gremi de Restauració, defendiendo la aportación de los turistas alojados en pisos, que en caso de prohibición de estos perjudicaría a ambos sectores. Mientras que el presidente de la patronal de agencias de viajes Acave, Jordi Martí, ha puesto de relieve que el mercado turístico cada vez es más competitivo y que perder esta oferta alejaría a determinados tipos de visitantes que piden alojarse en viviendas.