Arda Turan, un ídolo en su país

El banco que venera el turismo turco en Barcelona está a medio mes de desaparecer

Barcelona anuncia la transformación de los Jardinets de Gràcia en un espacio peatonal

Ahmet Pekel fotografía a su esposa en el banco célebre por Arda Turan.

Ahmet Pekel fotografía a su esposa en el banco célebre por Arda Turan. / ZOWY VOETEN

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Menos de 15 días le quedan a los turistas turcos de paso por Barcelona para visitar lo que, aunque parezca incomprensible, es casi un santuario de obligada peregrinación cuando recalan en esta ciudad. Es solo un banco de madera, lleno a rebosar de firmas (Adem, Faruk, Ömar, Yusuf, Hüsey…), situado frente al número 119 del paseo de Gràcia, pero allí se hizo una foto el futbolista Arda Turan en 2017 y, tanto le gustó a la comunidad de instagramers de Turquía, que si tenían ocasión replicaban en persona esa escena, incluso la postura exacta. En 2024, Amazon Prime Video le dedicó un documental a la trayectoria profesional de Turan y, cómo no, a la anécdota del banco le dedicaron unos minutos, algo que sencillamente redobló más si cabe la ‘santidad futbolística’ de ese asiento que deja indiferentes a los barceloneses, pero no a los turcos. En realidad, no está mal visto, pues el paso de aquel deportista por el Barça fue, con excepciones, de chupar banquillo.

Una joven imita a Turan para reproducir la foto.

Una joven imita a Turan para reproducir la foto. / Amazon Prime Video

Al banco le quedan dos jornadas de Liga a lo sumo, no porque su estado, sin un rincón por garabatear así lo aconseje, sino porque está previsto que este mismo mes de enero comenzarán las obras de reforma de los Jardinets del paseo de Gràcia, que afectará sobre todo a la acera de la vertiente Llobregat, o sea, la del banco.

Arda Turan, durante su visita a Barcelona en 2024 para rodar el documental.

Arda Turan, durante su visita a Barcelona en 2024 para rodar el documental. / Amazon Prime Video

Turan le cogió cariño en su día a ese lugar simplemente porque era un cliente fijo del restaurante situado justo enfrente. Se hizo la primera foto con la pierna derecha entrecruzada por encima de la izquierda y las manos en las rodillas. Para el documental, repitió ese instante y, ya puestos, bromeó con todos los compatriotas que justo en ese instante pasaban por ahí para replicar ese instante y que, en lo que era una inmensa alegría, se lo encontraban en persona. Las peregrinaciones, de hecho, parece que son constantes. A la hora de retratar el banco para esta crónica, no han pasado ni 10 minutos y una pareja turca venía ya con la cámara en la mano, Ahmet Pekel y su esposa. La foto es un encargo expreso e ineludible de su hijo, portero de fútbol en Turquía.

Arda Turan fichó por el FC Barcelona en 2015 como un supuesto valor seguro, un tipo con carácter y con una trayectoria notable en el Atlético de Madrid. Quizá hasta gustó, cara a contratarle, que en una ocasión, con la camiseta rojiblanca, se sacó una bota y se la lanzó, con escasa puntería, al juez de línea, nada menos que Gil Manzano, un árbitro al que lo azulgranas siempre han mirado con recelo. A la hora de la verdad, no encontró su sitio en la plantilla. Lo encontró en el banco, del que cabe suponer que convenientemente remozado renacerá en otro punto de la ciudad. Lo curioso del caso, que ya de por sí lo es bastante, es que del resto de estampas que dejó para la posteridad el paso de Turan por Barcelona ninguna suscita el mismo interés entre sus compatriotas. Fue usuario del Bincig, y a lomos de una de esas bicicletas fue fotografiado. También su querebncia por el casino de la ciudad fue proverbial. Nada. lo que interesa es el banco.