Entre 2013 y 2023

Catalunya ha perdido un 11,6% de comercios en una década, tres puntos por debajo de la media estatal

Los municipios hacen frente a una tendencia de cierre de locales cada vez mayor

Dieciocho ciudades de Catalunya luchan contra un exceso de locales comerciales vacíos

Reus reivindica su capitalidad comercial pese a tener un 47% de locales vacíos

Locales cerrados en Travessera de Gracia.

Locales cerrados en Travessera de Gracia. / ELISENDA PONS

Judith Cutrona

Judith Cutrona

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La pérdida de tejido comercial es una realidad innegable a pie de calle en Barcelona y en la mayoría de grandes ciudades. El varapalo de la pandemia llegó tras años difíciles para las tiendas de proximidad y la fotografía actual dista mucho de la oferta que había hace una década. Muchos comercios se han reinventado, con nuevos formatos y experiencias para atraer más la atención del consumidor, así como aprovechando los canales de venta digitales. Sin embargo, otros no han podido hacerlo y han bajado la persiana. A la necesidad de adaptación se han añadido las subidas del precio del alquiler, la jubilación de comerciantes históricos y la inflación. El resultado es la pérdida de 11.000 comercios en 10 años en Catalunya.

La cifra supone un retroceso del 11,6% entre los años 2013 y 2023, una cifra llamativa aunque por debajo de la tendencia general en el sector. En el conjunto de España, la media de establecimientos que han cesado su actividad en el mismo periodo es del 14,3%, según el Directorio Central de Empresas del INE.

Son datos que recoge el conseller de Empresa i Treball de la Generalitat, Miquel Sàmper, este diciembre en una respuesta parlamentaria consultada por EL PERIÓDICO, elaborada en respuesta a una petición de Vox sobre el número de comercios que han abierto, cerrado o que han sido traspasados desde el 2014 hasta ahora. El conseller admite en el texto que Catalunya "no es ajena" a la tendencia del cierre de locales, aunque registra un descenso menor a la media estatal y "lejos" de comunidades como Castilla y León (20,3%) y la Comunidad de Madrid (16,6%).

Cerca de 6.000 comercios menos entre 2022 y 2023

La evolución de los establecimientos comerciales en Catalunya, que el conseller ofrece en esta misma respuesta, refleja como en 2013 habían 95.777 tiendas, que pasaron a 84.631 en 2023. En esta década, la tónica inicial fue la estabilidad, hasta que en 2017 empezó un lento declive. Tras una pérdida de 200 locales entre 2020 y 2021, en 2022 se recuperaron 636, pero en 2023 llegó el golpe más fuerte con el cierre en un solo año de 5.862 establecimientos.

El Mapa Comercial de Catalunya de la Generalitat, actualizado por última vez en junio de 2024 y que recoge la situación de los locales comerciales de todas las ciudades catalanas de más de 20.000 habitantes y capitales de comarca, contabiliza cerca de un 22% de persianas inmóviles. La ratio, si bien no es preocupante para el conjunto de Catalunya, no es homogénea y en algunos municipios se dobla la media. Numerosos consistorios, en especial los 18 municipios medios y grandes con más de un 30% de locales cerrados, lidian contra el exceso de establecimientos vacíos. Algunos ya se han puesto manos a la obra para monitorizar mejor las aperturas y clausuras, como es el caso de Barcelona, que busca controlar la situación con un censo automatizado.

Las medidas del Govern

Para el Govern, el cierre de comercios es la consecuencia de una serie de retos que afronta el comercio catalán y de toda Europa, como la falta de relevo generacional, la competencia del canal online, la necesidad de propuestas de valor más atractivas y la dificultad para afrontar el precio del alquiler. Estas son algunas de las causas que la Generalitat atribuye a esta problemática y que expone Sàmper en otra respuesta parlamentaria, en esta ocasión a preguntas de Junts, que había solicitado conocer qué hace la Generalitat para evitar el cierre de comercios. "Este Govern está convencido de que hay que afrontar las causas de los problemas y no sus consecuencias", subraya.

Actualmente, la Conselleria d'Empresa i Treball está diseñando una planificación estratégica "bastante abierta y flexible para adaptarse a las necesidades de cada municipio" que partirá de acciones en dos ámbitos diferenciados: la competitividad empresarial y la territorial. El primero incluirá actuaciones como un programa de apoyo a la digitalización, líneas de subvenciones a nuevas aperturas de locales y creación de sinergias entre empresas y el mundo formativo, mientras que el segundo quiere potenciar la competitividad del tejido asociativo con acciones coordinadas con el mundo local para fomentar usos alternativos a los locales vacíos.

La necesidad de presupuesto

El ejecutivo de Salvador Illa argumenta que para llevar a cabo acciones de gran impacto en favor del comercio de proximidad es necesario un presupuesto, en concreto, un incremento. "Que esto sea posible dependerá de la responsabilidad de todos los grupos parlamentarios", subraya Sàmper en su respuesta, en alusión a la negociación presupuestaria para aprobar unas cuentas de 2025 que den estabilidad a la legislatura.

Suscríbete para seguir leyendo