Normativa
La Guardia Urbana de Barcelona usará las pistolas eléctricas para reducir delincuentes con arma blanca
El ayuntamiento aprueba el anteproyecto de reglamento de estos dispositivos, conocidos popularmente por la marca comercial 'Taser'
La Guardia Urbana de Barcelona tendrá 22 pistolas eléctricas tipo Táser
Germán González
Germán GonzálezPeriodista.
A principios de 2026 mandos de la Unidad de Refuerzo y de Emergencia (UREP) de la Guardia Urbana de Barcelona dispondrán de pistolas eléctricas para salir a patrullar por la ciudad y utilizarlas en una intervención ante un sospechoso muy alterado cuando exista riesgo para la integridad física del policía o para una tercera persona. Será la culminación de un proceso que ha empezado esta semana con la aprobación por parte de la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona del anteproyecto de reglamento para regular la dotación y uso de los dispositivos conductores de energía por parte de la Urbana.
Tras la correspondiente tramitación, con el proceso de alegaciones y aprobación definitiva, se iniciará la adquisición de las pistolas eléctricas. Pedro Velázquez, intendente mayor de la Guardia Urbana de Barcelona, ha explicado que se comprarán 22 y se distribuirán 10 entre mandos de la UREP para el servicio activo. El resto permanecerán de reserva, ya que hay un proceso de carga, o se usará para dar clases. Precisamente, los agentes que lleven estas pistolas recibirán formación homologada en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya sobre funcionamiento, uso e intervención sanitaria una vez se dispare.
Una vez se culmine todo este proceso, en aproximadamente un año, las pistolas eléctricas entrarán en servicio y servirán para aquellas intervenciones a medio camino entre las que se necesita la defensa policial o el arma de fuego. El Ayuntamiento de Barcelona ha seguido las directrices y el protocolo salido de la comisión d'Interior del Parlament de 2016 sobre estas pistolas eléctricas. Los Mossos las tienen desde 2018 así como 78 policías locales catalanas.
"Situaciones de alto riesgo"
Velázquez ha recordado que se trata de una "herramienta de defensa policial no letal muy asentada" y que permite una respuesta en "situaciones de alto riesgo". Ha justificado su adquisición ahora por el incremento de las intervenciones contra sospechosos "con una agresividad extrema" que usan armas blancas y que suponen un riesgo para los agentes o terceras personas. Aunque el intendente mayor ha recordado que el 90% de estas intervenciones se resuelven con diálogo y mediación en el resto se podría usar el dispositivo eléctrico para evitar lesiones y daños.
En 2024 la Guardia urbana hizo 13 intervenciones para desarmar a sospechosos con arma blanca mientras que en 2023 fueron 8. La pistola produce una descarga eléctrica de cinco segundos que inmoviliza al sospechoso. Se puede disparar desde 13 metros de distancia y los agentes deben agotar todas las vías de diálogo antes de hacerlo. Toda la intervención queda registrada, desde que se quita la pistola de la funda, y la Guardia Urbana también comprará cámaras específicas para grabar lo que pasa en ese momento. Las pistolas también llevan un geolocalizador
Descarga entre 1 y 3 miliamperios
La unidad de Asuntos Internos de la policía municipal supervisará cualquier actuación y tendrá un informe de los agentes justificando el uso. Además, se informará a la autoridad judicial. Las pistolas emiten una descarga entre 1 y 3 miliamperios "cuando un enchufe en una vivienda tiene 5.000", según el intendente mayor, por lo que ha recordado que se trata de "una potencia baja" y, habitualmente, con una descarga es suficiente.
Velázquez ha señalado que se usará el arma siempre con "congruencia, oportunidad y proporcionalidad" cuando existe un "riesgo racionalmente grave e inminente para agentes o terceras personas", además de para la propia persona. En este sentido, el anteproyecto de reglamento también tiene en cuenta el uso de la pistola eléctrica para los casos de intentos de suicidio, que en los últimos tres años se han cuadriplicado en la ciudad, según el intendente mayor.
Desfibrilador obligatorio
Los agentes que lleven la pistola eléctrica también deben garantizar asistencia médica e irán equipados con un desfibrilador. No se usará en concentraciones de personas; menores de 14 años, ancianos, enfermos y mujeres embarazadas; animales (a no ser que se evite un mal mayor o grave) y cerca de sustancias, líquidos o gases inflamables. Desde la Guardia Urbana se señala que las pistolas eléctricas que hay en el mercado son menos lesivas para las personas e incluso gente con marcapasos pueden recibir una descarga y absorber la energía sin mayores consecuencias.
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