Medio siglo quemando basura

Sant Adrià pide a la Generalitat un "control máximo y exhaustivo" sobre la incineradora de Tersa y su entorno

El ayuntamiento de la localidad barcelonesa, partidario del cierre y el traslado de la planta, reclama estrechar la vigilancia sobre la dispersión de contaminantes, en especial sobre las dioxinas cancerígenas

La Generalitat tramita una multa a la incineradora del Besòs por no informar de un episodio de emisiones excesivas

DOCUMENTAL | Historia de una contaminación. La incineradora del Besòs

Vista aérea de Sant Adrià de Besòs, con las plantas de Endesa, Naturgy y Tersa entre la desembocadura del río y el Fòrum.

Vista aérea de Sant Adrià de Besòs, con las plantas de Endesa, Naturgy y Tersa entre la desembocadura del río y el Fòrum. / CLAIRE LOUIS

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Sant Adrià de Besòs
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La basura que no se recicla en Barcelona y el área metropolitana se quema en Sant Adrià de Besòs desde 1973. Tras medio siglo con la incineradora en su término, el ayuntamiento de la localidad pegada a la capital sostiene que le amparan argumentos jurídicos, urbanísticos, paisajísticos, socioeconómicos y medioambientales para reclamar desde hace un año que la planta de Tersa cierre y se reubique en otro punto del área metropolitana. El gobierno local insta a buscar un emplazamiento sin viviendas cerca, “donde tenga menos afectación sobre la población del entorno, que es lo que pasa aquí”, advierte el teniente de Territorio y Medio Ambiente de Sant Adrià, José A. Gras. 

El consistorio formuló la petición de clausura y traslado en las alegaciones que interpuso al Plan Director Urbanístico Metropolitano (PDUM). Su aprobación se ha atascado por las objeciones contundentes interpuestas por algunos ayuntamientos. Como ocurre con las demás propuestas de modificación presentadas, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) no ha respondido todavía a Sant Adrià, que asume que el desmantelamiento tardará aún años si se materializa. Mientras tanto, el gobierno de la ciudad de 38.672 habitantes ha reclamado a la Generalitat que ejerza “un control máximo y exhaustivo” sobre Tersa y su entorno, indica Gras. 

“El control que pedimos es de todo, pero especialmente de dioxinas, porque es de lo que hay menos información disponible”, precisa el concejal. Las dioxinas son sustancias tóxicas y cancerígenas, que tanto la cremación de desechos como el tráfico de vehículos pueden dispersar. Entre la desembocadura del Besòs y el Fòrum, se ubican la incineradora, las dos plantas de ciclo combinado de Endesa y Naturgy, la central de Ecoparc y un tramo de la ronda Litoral. 

“A nivel de emisión, tenemos algunas de las industrias más contaminantes de Catalunya aquí”, afirma el concejal. La incineradora aumentó la expulsión de dióxido de carbono en un 30,21% en 2023, cuando arrojó 373.254,11 toneladas de CO2 al aire. A escasos metros de la zona industrial, se hallan los bloques de viviendas del barrio de La Catalana, construidos en los últimos años y donde Sant Adrià ha crecido en población. También cerca se hallan los domicilios de La Mina y, al otro lado del río, se proyectan los 1.783 pisos en torno a las Tres Xemeneies. “No tenemos la misma ciudad que hace 50 años. No es coherente mantener Tersa, el Ecoparc y los ciclos combinados con los objetivos, los ejes y los valores del PDUM”, postula Gras. 

Humo y ruido

Cada cierto tiempo, por las redes se difunden imágenes de la humareda que se dispersa desde el polígono de Sant Adrià. En ocasiones, se alza con un tono amarillento o rojizo. En otras, la molestia viene por el ruido procedente de alguna de las fábricas. 

“Siempre pedimos explicaciones a las gerencias de las empresas, sea Tersa, Naturgy o Endesa”, afirma Gras. “Normalmente, la respuesta es que ha habido una incidencia puntual, que el sistema se ha parado y ha vuelto a arrancar o se hacen tareas de mantenimiento, pero que entran dentro de la normalidad y tienen más impacto visual que ambiental -detalla-. Pero no tenemos la capacidad de medir o comprobar que nos dicen la verdad. Por eso insistimos en el control y disponer de todos los datos”.  

Sant Adrià ha solicitado al Departament de Territori que instale una nueva estación de control de calidad de aire en el municipio. La petición se hizo bajo el Govern de ERC y se ha reiterado al ejecutivo del PSC. Se propone situarla en las inmediaciones del complejo donde conviven Tersa, las empresas de producción eléctrica y el tráfico de la ronda para examinar niveles de contaminantes industriales, diferentes a los que el medidor ya existente en la población estima. El gobierno municipal ve buena predisposición al respecto. En todo caso, Gras añade que el consistorio estudia contratar un estudio medioambiental por su cuenta “si no aumenta el control sobre las dioxinas”.

El ayuntamiento quiere conocer el grado de inmisión “para saber la calidad exacta del aire en torno a las centrales y la ronda”, señala el edil. También valora la posibilidad de tomar muestras de tierra en el entorno de Tersa, los ciclos combinados y la ronda Litoral. “La intención es tener la realidad del estado actual y el objetivo, garantizar la salud pública de la ciudadanía”, esgrime Gras.

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