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Fallecimientos

Quince personalidades de Barcelona que nos han dejado este 2024

De empresarios internacionales hasta rostros icónicos de los barrios, el fallecimiento de personas clave de la ciudad deja un extenso legado

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Algunas de las personalides vinculadas a la ciudad de Barcelona que murieron en 2024

Algunas de las personalides vinculadas a la ciudad de Barcelona que murieron en 2024 / Archivo

Margot Canavaggia

Barcelona
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Barcelona ha despedido a lo largo de 2024 personalidades que han dejado una huella imborrable en la ciudad y en Catalunya. Desde el mundo empresarial hasta la cultura y las tradiciones de barrio, han contribuido a construir la identidad barcelonesa y a proyectarla al mundo.

Tanto ciudadanía como instituciones y líderes políticos se han movilizado tras los fallecimientos más destacados, a través de actos conmemorativos y mensajes de cariño en las redes sociales. Las muertes de estas personas –que El Periódico ha relatado en cada ocasión, algunas hace apenas unos días– invitan a recordar su legado y biografía.

A continuación, repasamos la vida de 15 de las figuras más conocidas que murieron el año pasado.

La Rambla perdió a Jordi García Valdés, histórico propietario de la Lotería Valdés, el pasado 13 de diciembre. La administración de este querido lotero fue sinónimo de suerte y alegría para muchos, especialmente en los sorteos navideños que propiciaban largas colas. En varias ocasiones vendió números ganadores de los mayores premios. Su familia promete ahora mantener viva la esperanza con la que obsequiaba a los vecinos y clientes fieles.

El fundador de la Llibreria Sant Jordi, Josep Morales Monroig, falleció el 12 de diciembre a los 58 años. Luchó durante años contra la creciente gentrificación del comercio en Ciutat Vella desde este emblemático establecimiento del siglo XIX. Mantuvo en pie su pasión y sueño en uno de los barrios más turísticos de Barcelona. Tras su muerte, la ‘Sant Jordi’ anunció la liquidación de todo su stock por cierre y registró largas colas de clientes que querían comprar libros como muestra de apoyo y adiós.

Pocos días antes de finalizar el año, el 14 de diciembre, Isak Andic, fundador de Mango, falleció en un accidente de montaña. Este empresario de orígenes turcos transformó el sector de la moda desde Barcelona, convirtiendo su marca en una de las más reconocidas del mundo, con presencia en 120 países. Su pérdida conmocionó tanto al mundo empresarial como político.

La ciudad también perdió a Montse Serrano el pasado 24 de noviembre. Como fundadora de la librería +Bernat, Serrano era admirada por su compromiso como activista cultural. Pero sobre todo será recordada por la calurosa acogida que ofrecía a sus clientes, con quienes construyó profundas amistades entre consejos y recomendaciones literarias.

En enero, Barcelona se despidió de Milagros Carballo, quien durante más de cuatro décadas atendió con dedicación un pequeño quiosco de la calle de Villarroel con la ronda de Sant Antoni. Para miles de vecinos, era mucho más que una quiosquera: un rostro amable y cercano que aportaba humanidad al ritmo frenético de la ciudad. El ayuntamiento la homenajeó con un acto frente al quiosco, convertido en un símbolo de dulzura del Eixample.

El histórico activista Armand de Fluvià, fundador del Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), falleció este septiembre a los 92 años en el Hospital de Barcelona a causa de una insuficiencia respiratoria. Reconocido heraldista y especialista en genealogía, batalló en la cruda trinchera del colectivo LGTBI durante el franquismo. Fue el iniciador en 1970 del movimiento LGTBI catalán y barcelonés. Fluvià ha muerto apenas cuatro meses después de que lo hiciera Silvia Reyes, a los 75 años, histórica activista del movimiento trans.

El diseñador industrial Miguel Milá murió en agosto a los 93 años en Barcelona, su ciudad natal, pocos días antes del día que el ayuntamiento iba a entregarle la medalla de oro. Tuvo una larga trayectoria en el diseño de objetos cotidianos como muebles y en especial lámparas, por la que había sido ampliamente reconocido. También fue autor de mobiliario urbano, como la luz Estadi y el banco Tram, ideados para los Juegos Olímpicos de 1992, además del interior de los vagones del metro. En vida recibió, entre otros, el primer Premio Nacional de Diseño Industrial (1987) y el Premio Nacional de Cultura (2010).

Teresa Gimpera murió en julio a los 87 años. La actriz y modelo fue musa de la ‘Gauche Divine’ y protagonizó filmes fundamentales como ‘El espíritu de la colmena’. Aunque era hija de Igualada, estará siempre asociada a la Escuela de Barcelona de cine y locales de la capital como la discoteca Boccaccio y la tortillería Flash Flash, entre otros iconos de la modernidad barcelonesa de la segunda mitad de los 60 y la primera de los 70, un revulsivo para los años de plomo del franquismo.

La escritora barcelonesa Rosa Regàs murió en julio a los 90 años, en su residencia de la Costa Brava y a su manera. En su funeral no quiso símbolos religiosos, sino el republicano Himno de Riego, The Beatles y Schubert. Regàs ganó en 1994 el Premio Nadal con su novela 'Azul', en el año 2001 se alzó con el Premio Planeta con una novela de intriga, 'La canción de Dorotea', y en 2013 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por la novela 'Música de Cámara'. Había trabajado también como traductora para las Naciones Unidas en Ginebra y también fue directora de la Biblioteca Nacional de España de 2004 a 2007.

El diseñador barcelonés Enric Huguet falleció este mayo a los 95 años. Fue un referente del diseño gráfico con proyección internacional que conjugó el trabajo profesional con la docencia a lo largo de 30 años en la Escola Massana. Recibió el Premio Nacional de Diseño 2013, fue miembro fundador de ADG/FAD 1961, Maestro del FAD en 2004, miembro de la AGI, así como impulsor y Colegiado de Honor del Colegio Oficial de Diseño Gráfico.

El fotoperiodista Joan Guerrero murió en abril a los 84 años. Aunque había nacido en Tarifa (Cádiz), echó raíces en Santa Coloma de Gramenet y destacó como fotoperiodista de la ‘Gran Barcelona’ y maestro de toda una generación de fotógrafos catalanes. Fue autor de varios libros y exposiciones y colaboró con los diarios EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, 'El País', 'Diario de Barcelona', 'El Observador' y 'Grama'.

En septiembre murió a los 60 años Ramona Coronado García, conocida como ‘Mónica del Raval’, exprostituta de Barcelona que saltó a la fama gracias a su aparición en el programa televisivo 'Callejeros'. Se ganó al público por su excesivo maquillaje de color azul y rosa, pero también por su sencillez, humildad y ternura. Ejerció la prostitución hasta 2015 y vivió una vida complicada, llena de obstáculos que logró superar. El cineasta Francesc Betriu le dedicó en 2009 una película que lleva su nombre.

La actriz catalana Sílvia Tortosa falleció en marzo en su Barcelona natal a los 77 años, tras una larga carrera en televisión, cine y teatro. Fue uno de los rostros más populares en los años 70, considerada como una musa del cine del 'destape' durante el posfranquismo aunque a ella nunca le gustó el calificativo. Participó en más de 30 películas, una de las más destacadas 'La señora' (1987). También participó en populares series de televisión como 'Curro Jiménez', 'Farmacia de guardia' y 'Hostal Royal Manzanares'.

Hace casi un año, en enero de 2024, el incombustible cineasta Ventura Pons fallecía a los 78 años en un accidente doméstico, al atragantarse. Fue uno de los grandes valedores del cine catalán y en catalán, de los pocos que conseguía estrenar sus películas fuera de Catalunya en versión original. Destaca, ‘El perquè de tot plegat’ (1994), adaptación de los relatos de Quim Monzó; ‘Actrius’ (1996), con Núria Espert, Rosa Maria Sardà, Ana Lizarán y Merce Pons; ‘Caricies’ (1998) y ‘Amic/amat’ (1999). En los últimos años puso sus energías en resucitar el cine Texas de Barcelona y otras salas catalanas cerradas.

La química, fundadora de una marca barcelonesa de complementos alimenticios que lleva su nombre, Ana María Lajusticia murió este noviembre a los 100 años. Fue pionera en introducir el magnesio como suplemento nutricional: experimentó consigo misma para revertir la diabetes, artrosis y forúnculos en la cara que le causó la deficiente alimentación de la posguerra. Nació en Bilbao, estudió en Madrid, se mudó a Girona para trabajar y al separarse de su marido se instaló en Barcelona, donde montó una herboristería, escribió libros y puso los cimientos de su compañía.