Tiago e Idalija: quién son los dos superconserjes de hoteles de lujo de Barcelona en el podio español

De aspecto imponente, uniformados y con las Llaves de Oro en sus solapas, que identifica la ‘champions league’ del servicio más exclusivo en la hotelería, Idalija Nacaite y Tiago Tavares son dos figuras –en versión contemporánea– de lo que es un superconserje hoy en día en Barcelona.

Como a otros compañeros de profesión, se les encuentra en los mostradores de los hoteles de cinco estrellas y lujo, donde se encargan de proporcionar el servicio, información y asistencia más personalizada a los huéspedes. No hay que confundirlos con el área de recepción, donde se realizan tareas de entrada y salida de los clientes y de tipo administrativo. Su tarea se centra en los turistas más exclusivos, por lo que se los considera los grandes ‘conseguidores’ de las necesidades y caprichos del viajero. Su agenda de contactos vale más que su peso en oro y están al corriente de todo lo que se cuece o se puede hacer o lograr (legalmente) en la ciudad.

En esa misión, destaca la organización Llaves de Oro (Clefs d’Or), implantada en los cinco continentes con más de 4.000 miembros hermanados en calidad de servicio y cooperación. Incorporan en sus filas solo a profesionales acreditados, que lucen el famoso pin en la solapa, garantía de que el servicio será ‘top’ durante el alojamiento.

La selecta entidad, que en Catalunya suma 35 portadores de las llaves (la mayoría en Barcelona) y 41 afiliados en vías de obtenerla, estimula el relevo generacional y la formación con iniciativas como el concurso al Mejor Conserje de España Joven, celebrado el mes pasado en Sevilla, y donde los miembros proponen anualmente a candidatos.

Allí llegaron Idalija y Tiago, procedentes de los hoteles El Palace Barcelona y Sofitel Barcelona Skipper, en la capital catalana, y aunque las quinielas apuntaban a la victoria de alguno de los dos, finalmente se quedaron entre los tres finalistas. Un éxito, aún con todo, que avala el nivelazo de la conserjería en Barcelona, como apunta Mauro Torres (en el hotel Mercer), delegado en Catalunya y vicepresidente segundo de Las Llaves de Oro Españolas.

Habrá ocasión de volver a demostrarlo en 2025, cuando además Barcelona acogerá la Asamblea Nacional de la organización, con un nuevo certamen cuyo ganador (menor de 36 años) compite en la competición internacional.

Nuevos talentos

Idalija tiene 33 años, es de Lituania y llegó a Barcelona cuando estudiaba la carrera de Turismo en su país, para hacer prácticas en la cadena Meliá. Acabó los estudios, hizo un máster en Barcelona, siguió trabajando y un día dejó el currículo en El Palace, el hotel de sus "sueños", por su estilo clásico y elegante. Fue capaz de aprender español en apenas unos meses para integrarse en un equipo de ocho conserjes (el que más llaves doradas suma) y este 2 de febrero sumará 10 años en el hotel, coincidiendo con su cumpleaños. “Fue el mejor regalo”, rememora.

El 2024 que deja atrás le ha permitido interactuar con miles de viajeros (su pasión) también en inglés, ruso y catalán, y le ha traído nuevos retos. El más difícil todavía. En este caso gestionar un barco para un cliente que quería una escapada personalizada a Alicante, sin importar el astronómico precio, y el ayudar a que unos viajeros que llegaron a Barcelona para ver actuar en el teatro a Ricardo Darín lograsen su objetivo, relata a este diario.

El portugués Tiago, de la misma edad, y también arraigado a Barcelona hace una década, empezó en el mismo establecimiento cuando estaba gestionado por otra cadena, antes de Sofitel. Y desde 2022 es jefe de conserjería, ese 'universo' diferenciado con mostrador propio en los vestíbulos de los mejores hoteles, imprescindible para poder lucir las llaves, que posee desde hace seis años. Saca tiempo también para impartir masterclases con Torres en las universidades catalanas de turismo, difundiendo y dignificando una profesión que hasta ahora no tenía asignaturas propias. El también tesorero de la entidad compitió con soltura en un certamen que pone a prueba sus conocimientos de la ciudad donde trabajan, y de la organización nacida en Francia en 1929 y desarrollada en España desde 1952.

En el anecdotario del año, explica a este diario que ha logrado, por ejemplo, conseguir mesa de un día para otro en el restaurante Disfrutar, con tres estrellas Michelin y considerado actualmente el mejor del mundo (con muchos meses de espera), para unos clientes super VIP de otro hotel con Llaves de Oro. Y hasta un reservado para 15 personas, también de última hora, en la solicitadísima y premiada coctelería Paradiso.

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