Salud mental

Los intentos de suicidio crecen entre los hombres en Barcelona pero se cuentan más casos en mujeres

El informe municipal de salud de 2023 atribuye las tasas más elevadas de conducta suicida a las chicas de 18 a 24 años

Las muertes por cáncer e infartos caen en 40 años en Barcelona pero las enfermedades mentales y sexuales suben

Una mujer observa el lugar donde un hombre se suicidó cuando iba a ser desahuciado en el barrio del Bon Pastor, en Barcelona.

Una mujer observa el lugar donde un hombre se suicidó cuando iba a ser desahuciado en el barrio del Bon Pastor, en Barcelona. / JORDI OTIX

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Barcelona
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En Barcelona se registraron 2.037 episodios de conducta suicida en 2023, de los que 1.343 concernió a mujeres, casi el 66%, según se desprende de la última edición del informe anual de salud de la capital. El estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, publicado este jueves, revela que tanto los casos de ideación autolítica como las tentativas fueron más frecuentes entre la población femenina de la ciudad que la masculina. No obstante, la evolución de 2018 a 2023 dibuja un aumento sostenido de los intentos entre los hombres de 25 a 44 años de provocarse la muerte.

El dictamen plasma que se produjeron 198,3 conatos de suicidio por cada 100.000 personas entre la mujeres de 18 a 24 años casos en 2023, tras dispararse por encima de los 250 casos un año antes. En las menores de edad, descendieron de unos 250 intentos por 100.000 personas a 164,8 entre 2022 y 2023. A su vez, se estimaron 93,4 intentos autolíticos por 100.000 personas en hombres de 25 a 44 años el año pasado, el doble que en 2019 o 2020, cuando fluctuaban en el medio centenar, por encima de los episodios detectados en 2018. 

Los suicidios se cobraron 103 vidas en Barcelona en 2023. Fallecieron 36 mujeres y 67 hombres. La mortalidad por esta causa “fue más alta entre los hombres, excepto en el grupo de 13 a 19 años, en que no se observaron diferencias de género”, puntualiza el análisis.

La Agencia de Salud de Barcelona manifiesta que “la tasa de mortalidad por suicidio tiende a aumentar con la edad”. Indica también que “fue siempre más frecuente en los hombres”. A lo largo del año pasado, se documentaron 32 muertes por suicidio en menores de 45 años (10 mujeres y 22 hombres); 44 en personas de 45 a 64 años (13 mujeres y 31 hombres); siete en personas de 65 a 74 años (dos mujeres y cinco hombres), y 20 en mayores de 75 años (11 mujeres y nueve hombres).

Aun con oscilaciones, el índice de mortalidad por suicidio “se mantiene estable” desde 2005, concluye el balance. No obstante, matiza que “en los hombres destacaron dos picos relevantes, especialmente a partir de los 75 años, coincidiendo con los años de la crisis económica y, más tarde, de la pandemia del covid”. En paralelo, la Agencia de Salud detecta un auge de los trastornos de salud mental en Barcelona, sobre todo entre las mujeres, los mayores de 75 años y los jóvenes de 15 a 24 años.

Más episodios autolíticos

El informe reseña que los promedios más altos de conducta suicida en Barcelona “se dieron entre los 18 y los 24 años, especialmente en mujeres que, a diferencia del resto de grupos de edad, presentaban una tasa de ideaciones superior”. El mismo análisis advierte que, “desde 2021, se observa un incremento de los episodios, sobre todo en mujeres y menores de 25 años”.

El documento destaca que “se observaron más tentativas entre las chicas, sobre todo entre el 2021 y el 2022”. Apostilla que la tendencia “disminuyó a partir del 2023”. “En los chicos, el aumento fue más moderado desde el 2020, especialmente en tentativas suicidas, pero se mantuvo en 2023”, apostilla.

La Agencia de Salud de Barcelona diagnostica que, en línea con lo que sucede alrededor del mundo, las mujeres acumulan más casos de ideaciones y tentativas no letales, mientras que los hombres consuman más suicidios en la ciudad y recurren a métodos más mortíferos. Lo atribuye a los roles que se han solido achacar a cada sexo. “La masculinidad tradicional lleva a los hombres a asumir más riesgos para la salud, tener comportamientos agresivos y evitar expresar emociones o vulnerabilidad”, teoriza el informe. “Además, la presión por ser productivos hace que pidan menos ayuda que las mujeres”, agrega.