Desde los años 80

Las muertes por cáncer e infartos caen en 40 años en Barcelona pero las enfermedades mentales y sexuales suben

Un informe municipal calcula que la esperanza de vida ha crecido en 7,7 años de media, si bien aprecia que las clases más acomodadas gozan de mejor salud que las menos favorecidas

Los intentos de suicidio crecen entre los hombres en Barcelona pero se cuentan más casos en mujeres

Sala de espera en un ambulatorio de Barcelona.

Sala de espera en un ambulatorio de Barcelona. / ALBERT BERTRAN

Jordi Ribalaygue

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Barcelona
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La mortalidad prematura por tumores malignos y enfermedades cardiovasculares ha descendido en Barcelona respecto a los registros de hace cuatro décadas. En cambio, los trastornos de salud mental y las infecciones de transmisión sexual -como la gonorrea en los hombres y la clamidia en mujeres- han crecido, según un balance con que la Agencia de Salud Pública de Barcelona traza la evolución sanitaria de los últimos 40 años, en base a los informes con que chequea a la ciudad desde 1985. 

A su vez, el estudio destaca que, en base a datos de 2022, la esperanza de vida ha aumentado de media en 6,6 años en las últimas cuatro décadas en las mujeres -que ahora se sitúa en 86,9 años- y sube en 7,7 años en los hombres, que viven 81,3 años de promedio. “Los indicadores sociales y de salud han mejorado de forma clara en estos 40 años”, ha sostenido la concejala de salud, Marta Villanueva. La edila ha remarcado que la contaminación, el consumo de tabaco y de cánnabis o las muertes por sobredosis de droga han disminuido. A su vez, ha advertido que las condiciones económicas influyen en el diagnóstico.

Del estudio se desprende que los sectores más acomodados gozan de mejor salud. A tenor de los datos, las personas con más ingresos practican más deporte, fuman menos y sufren menos de soledad que las más desvalidas, entre otras diferencias. “El impacto del código postal es mayor que el genético”, ha postulado la gerente de la Agencia de Salud, Carme Borrell.

Cuando se pregunta a los barceloneses por su salud, los vecinos que lidian con la pobreza siguen siendo los que más declaran encontrarse peor. Según el último sondeo, datado en 2021, el 34,9% de las personas clasificadas en la categoría más desfavorecida afirmaron que su salud es mala, un 6,29% menos que en 1986. En el otro extremo, el 11,6% de la clase más acomodada respondió que padecía achaques, un 7,92% menos que a mediados de la década de los 80.

El dolor de la soledad

El dictamen de la Agencia de Salud observa que, entre 2001 y 2021, los trastornos de carácter ansioso-depresivo en adultos "han sido más frecuentes entre las mujeres y las personas de 75 años y más". Añade que, a partir de 2011, se aprecia "un aumento notable de la prevalencia entre las personas entre 15 y 24 años, que llega a los niveles de las personas más mayores".

El estudio cifra que el 36,3% de las barcelonesas de más de 75 años sufrían afecciones de salud mental en 2021, un 11,2% más que 20 años atrás. En el caso de las jóvenes de 15 a 19 años, se disparó del 15,5% al 32,4%. En la población masculina, la expansión de las alteraciones psicológicas escala del 13,6% al 22% en los ancianos barceloneses y del 7,4% al 25,7% en los adolescentes.

Del diagnóstico cambiante de los últimos 40 años emerge también el dolor causado por la soledad, que declaran sentir casi el 10% de los mayores de 15 años. Ocurre ante todo entre la población femenina y joven, así como entre los mayores de 75 años. También es más asidua entre los barceloneses menos adinerados.

En paralelo, el consumo de riesgo de alcohol sube entre los jóvenes, con especial intensidad tras la pandemia. La ingesta excesiva ha pasado de extenderse del 9,5% al 19,2% de las chicas y, en los chicos, del 18,1% al 24,7% entre 2006 y 2021.

Gonorrea y clamidia

Tras caer los contagios de sida y tuberculosis, el informe constata que los diagnósticos de gonorrea se han triplicado de 225,3 por 100.000 habitantes en 2017 a 767,6 en 2023 en los hombres, mientras que el índice de 111,6 casos de clamidia en mujeres se duplicó hasta 225,1. La Agencia de Salud de Barcelona lo atribuye a “un cambio en los hábitos sexuales y la reducción del uso de medidas preventivas, como el preservativo”. 

A su vez, advierte de la mortalidad asociado a las olas de calor, alentadas por el cambio climático. El informe atribuye 470 muertes por temperaturas excesivas en 2017, 420 en 2018 y 530 en 2022, que hicieron mella ante todo ancianos con afecciones preexistentes. Los fallecimientos inducidos por el calor son mucho más habituales en el caso de la población femenina: en 2023, más de 200 mujeres murieron en Barcelona con indicios de que el ambiente tórrido agravó enfermedades preexistentes, mientras que no llegaron a contarse un centenar de muertes en hombres en las mismas circunstancias.

A su vez, Borrell ha observado que “la calidad del aire ha mejorado". "Cumplimos con la normativa de la Unión Europea, pero nos queda un poco para llegar a los niveles más restrictivos que marca la Organización Mundial de la Salud”, ha advertido. Precisamente, los umbrales de la OMS serán los que la UE adoptará como obligatorios a partir de 2030 y tanto Barcelona como las demás localidades del área metropolitana los rebasan por ahora.

Por otro lado, los dolores de espalda en la zona lumbar, así como en las cervicales, y la depresión son la dolencias crónica más extendida entre las mujeres, de acuerdo a estadísticas de la agencia de 2021. En los hombres, son la presión alta, el colesterol elevado y el dolor lumbar.

Los cánceres de tráquea, bronquios, pulmón y estómago son los que más han bajado entre los pacientes masculinos, en los que las muertes por la enfermedad decae de 2.143,7 casos por 100.000 habitantes en 1991 a 959,7 en 2022. En las mujeres, descienden los de mama y de cuello uterino y la mortalidad de 1.224,5 casos por 100.000 personas a principios de los 90 se ha mitigado a 749 fallecimientos en proporción esta década.

En el apartado de afecciones del sistema circulatorio, la tasa se ha desplomado de 1.327,8 muertes por 100.000 hombres a 613,9 y de 441,8 víctimas entre las mujeres a 144,7. La Agencia de Salut subraya que han disminuido los fallecimentos por enfermedades isquémicas del corazón, insuficiencia cardíaca y enfermedades cerebrovasculares.