Compromiso municipal

Entidades contra el ruido demandarán a Barcelona si deja sin límite acústico a los patios escolares

Una escuela de Gràcia encara un juicio por una demanda que solicita el cierre de su pista por contaminación acústica tras frustrarse los intentos de conciliación

La mitad de las denuncias por ruido en escuelas de Barcelona se cierran recortando el uso del patio

Barcelona reabre una de las dos pistas cerradas por exceso de ruido en el colegio de los salesianos de Rocafort

El patio de la escuela Kostka de los jesuitas de Gràcia, rodeado de viviendas, en Barcelona.

El patio de la escuela Kostka de los jesuitas de Gràcia, rodeado de viviendas, en Barcelona. / JORDI COTRINA

Jordi Ribalaygue / Pau Lizana

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El Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido esta semana a que las actividades en los patios de escuela en horario diurno queden eximidas de la ordenanza que regula la contaminación acústica. La propuesta, a instancias de ERC, obtuvo el apoyo de todos los partidos, también del gobierno del PSC. El concejal de Educación, Lluís Rabell, postula que “es normal que los patios, que son zonas de recreo y actividad deportiva de los niños, generen ruido”. No obstante, afirma que se valorará que “se respeten unas condiciones razonables de ruido para evitar molestias” en viviendas próximas a pistas escolares o cuando compartan un interior de manzana, en caso de “actividades extraescolares o deportivas que ultrapasan los horarios de uso habitual de los niños”.

A la expectativa de cómo la medida se implanta, entidades que velan por que el bullicio no incordie a los vecinos prevén litigar en contra. “Si lo quieren aprobar, tiraremos adelante con una demanda. Y en cuanto haya la impugnación judicial, pediremos que se tumbe”, anticipa Lluís Gallardo, abogado de la Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCCA). 

La presidenta de la misma organización y miembro de la Xarxa Veïnal Contra el Soroll (Xavecs), Margarida Furró, avanza que una u otra entidad recurrirá, si no ambas. “No sé qué figura legislativa les permitiría no proteger la salud en esos casos. Lo estudiaremos y, si es necesaria una acción judicial, la haremos”, promete.   

Para Gallardo, la pretensión del ayuntamiento es un “disparate” que choca con leyes a las que las ordenanzas municipales se deben: “Las excepciones solo pueden ser por interés público. Por ejemplo, se sobreentiende en el caso de las ambulancias. Lo que se plantea deja indefensos a los vecinos”.

Juicio a los jesuitas

Gallardo representa a residentes del barrio de La Salut que acusan a la escuela Kostka de los jesuitas de Gràcia y el Ayuntamiento de Barcelona de no frenar el ruido de un patio frente a sus domicilios. El litigio tiene vista para juicio en marzo, a raíz de la demanda de un particular. Además, la comunidad ha presentado un requerimiento previo a un contencioso contra el consistorio, al que acusa de inacción. 

“Se hizo un estudio acústico que superaba los umbrales máximos, pero la respuesta del ayuntamiento es el silencio”, recrimina Raúl, que ha interpuesto la demanda civil. El distrito de Gràcia responde que las mediaciones que ha propiciado entre ambas partes “no han fructificado” hasta ahora. Agrega que ha abierto un expediente administrativo sobre el caso. 

Raúl explica que la primera reclamación se remonta a 2014. “Poco a poco, la molestia ha ido incrementándose -narra-. Antes, al acabar las clases, había actividades algunos días entre las cinco y las siete de la tarde y el volumen era aceptable, pero se amplió el edificio del Bachillerato y se creó el club deportivo, y se desmadró”. Cuenta que el aumento de alumnos y el uso de la cancha fuera del horario lectivo ha supuesto “más actividades, incluso en julio, con campus, ‘clínics’, fiestas y partidos de los padres hasta las 10 o 11 de la noche”.

Añade que, en los actos de conciliació fallidos, los vecinos no pidieron “cierres ni reducciones, sino que se mirase cómo mitigar el problema de inmisiones”. La escuela sostiene que se han reubicado actividades. “No ha habido cambios, estamos igual”, rebate Raúl, que solicita la clausura del patio en su demanda. “La ley establece el cierre del foco emisor. No quiero cerrar el patio, pero no puedo pedir actividades de un tipo u otro y, en 10 años, no ha habido buena fe para llegar a un acuerdo”, reprocha.

Reapertura en los salesianos

Otro de estos casos es el del colegio Salesians Rocafort. Las quejas de los vecinos contra dos pistas propiedad de la escuela y compartidas con el Esportiu Rocafort, un pabellón interior y una pista descubierta situada justo encima, provocaron que se precintaran ambas canchas el pasado 25 de julio.

La pista descubierta precintada y el patio del colegio Salesians de Rocafort, en Barcelona.

La pista descubierta precintada y el patio del colegio Salesians de Rocafort, en Barcelona. / VICTÒRIA ROVIRA

Este pasado jueves, el ayuntamiento desprecintó oficialmente la pista descubierta, como avanzó EL PERIÓDICO. Para Narcís Frigola, titular del centro, nunca se tendría que haber clausurado. "Siempre hemos dicho que es la que menos molesta porque cumple las condiciones acústicas", asegura.

Los vecinos, por su parte, se muestran molestos con la decisión, que consideran "una bajada de pantalones" del ayuntamiento. Algunos recuerdan una de las frases que un técnico del consistorio soltó durante el proceso de mediación que mantuvieron a principios de este año: "Con la iglesia hemos topado".

"Cuando vives al lado de una escuela, sabes lo que hay", expresa Raúl. "Pero llega un momento en que, a ciertas horas y si pasas mucha parte del día en casa, te sientes impotente, porque acumulas pelotazos en las canastas, las rejas y gritos a las siete, las ocho y las nueve de la noche. Eso no es normal y no se puede aceptar", zanja.