Despedida gastronómica

Otro histórico que cierra en Barcelona: Casa Pepe de Balmes se despedirá el próximo 1 de enero

El negocio no logra renovar su contrato de alquiler tras 77 años de historia, aunque mantendrá su sede en la plaza de la Bonanova

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Local de Casa Pepe en la calle de Balmes de Barcelona.

Local de Casa Pepe en la calle de Balmes de Barcelona. / Instagram

Patricia Castán

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El año 2024 se despedirá con otro cierre de un establecimiento histórico en Barcelona: Casa Pepe de Balmes, 377, abierto en 1947. Un referente en la zona alta y también uno de los templos de la tortilla en la ciudad. El titular del negocio, Òscar Agustín, confirma a este diario que el próximo día 1 de enero será el último en que atiendan al público. A sus incondicionales les quedará el consuelo de que seguirá abierta su otra sede, mayor, en la plaza de la Bonanova.

Una vez más, la causa de esta defunción será la imposiblidad de renovar el contrato de alquiler. La propiedad del inmueble no contempla esta opción, explica el empresario, que también ha intentado comprar el local, sin éxito, al no alcanzar las expectativas económicas de la familia propietaria.

Un referente y tres generaciones

Casa Pepe lleva 77 años en la parte alta de Balmes, sumando tres generaciones y es un histórico que aparece en las guías locales. José Agustín Cros y su hijo José Agustín Pons la fundaron como tienda especializada de barrio, que poco a poco ganó prestigio tanto como charcutería como con sus degustaciones in situ y para llevar. En 1998 ganó el premio a la mejor tienda gastronómica de España, destacan. Pero en 1997 ya habían abierto un segundo espacio en la Bonanova, que sigue viento en popa. El negocio tuvo relevo generacional con los hermanos Carmen, Òscar y Josep Maria Agustín.

Estos días afrontan con tristeza la recta final del espacio de Balmes, que cuenta con obrador. En el establecimiento se puede comprar sus especialidades para llevar, pero también comer en sus mesas, en un ambiente con 'caliu'. Ofrecen cocina propia ininterrumpida de 10.00 a 22.00 horas, lo que lo hacía de él un punto de encuentro gastronómico desde el desayuno a la cena, o el aperitivo a cualquier hora.

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