Prolongación de una infraestructura

La L2 hasta el Llobregat por debajo de Montjuïc: un metro imprescindible para el nacimiento de un nuevo barrio

La ampliación de la línea conectará el aeropuerto de manera directa con el centro de la ciudad, pero, sobre todo, dará servicio a los más de 20.000 nuevos residentes que irán llegando a la Marina del Prat Vermell en los próximos años

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La parada de Tetuan de la L2

La parada de Tetuan de la L2 / Jordi Cotrina

Carlos Márquez Daniel

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Barcelona
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No es la primera vez que un político promete ampliar la línea 2 del metro de Barcelona desde Poble-sec hasta la Zona Franca. Pero nunca como ahora había tenido tanto sentido impulsar esta infraestructura. Los barrios al este de Montjuïc han vivido siempre de espalda a la gran ciudad. Con la excusa de la montaña, el cementerio y la Ronda Litoral, los vecindarios de la Marina del Port y de la Marina del Prat Vermell han focrmado un compartimento casi estanco, solo unido al resto de la urbe por el hilo del paseo de la Zona Franca y la Gran Via. Hasta que llegó la L9/10 de metro, todavía por terminar, las líneas de bus o el carril bus. Pero claro, faltaba el metro...., el elemento diferencial. Las principales promociones de vivienda nueva de la ciudad se levantan en estas calles; Fira de Barcelona va como un tiro y necesita más y mejores comunicaciones, y la montaña mágica, una de las principales tareas pendientes de la capital catalana, exige a gritos movilidad ágil, sostenible y masiva. Una carta de presentación que explica y justifica que la L2 pueda dar el salto.

Los Juegos de 1992 pasaron por alto muy pocas cosas. Una de las que sin duda se escapó fue la necesidad de que el metro llegara hasta la anilla olímpica: el Estadi Lluís Companys, el Palau Sant Jordi o las piscinas. Pero también al Museu Olímpic, la Fundació Miró, el Palauet Albéniz o el castillo, amén de los jardines que conforman las 450 hectáreas de Montjuïc, al fin y al cabo, el parque urbano más grande de Barcelona, con permiso de Collserola, y a años luz de las 32 hectáreas de la Ciutadella, la mitad de las cuales están ocupadas por el zoo.

"Encima de la mesa"

Una semana antes de las elecciones de mayo de 2023, el entonces candidato socialista, Jaume Collboni, dijo en plena campaña que impulsaría la ampliación de la L2. Se dijo entonces que el nuevo ramal podría captar cerca de 57.100 nuevos viajeros, un 8% de los cuales procederían del vehículo privado. Lo volvió a verbaliza Laia Bonet en septiembre de ese mismo año con el PSC ya en el gobierno local. La teniente de alcalde de Urbanismo y presidenta de TMB dijo en Betevé que era necesario volver a poner esta infraestructura "encima de la mesa". Un año y dos meses después y con un nuevo Govern con el que comparten color político, los astros parecen haberse alineado.

BARCELONA 2015/04/09 BARCELONA L-2 del metro parada de Sant Antoni-Universitat donde en agosto se realizaran obras para cambiar las viasFOTOGRAFIA DE JOAN CORTADELLAS

Parada de metro Sant Antoni, punto de inicio de la prolongación de la L2 hacia Montjuïc y El Prat / Joan Cortadellas

La ampliación aportaría 6,3 kilómetros más a la L2, lo que requeriría ampliar la flota móvil de TMB en siete trenes más y seis estaciones, según queda documentado en el plan director de infraestructuras 2021-2030, que también especifica que el proyecto constructivo está terminado (2009) pero todavía no tiene la aprobación definitiva. A ello se pondrán ahora la Generalitat y el ayuntamiento, con una nueva denominación de paradas, más acorde con el entorno: antes eran Montjuïc y la Foixarda y ahora, MNAC e INEFC. Cortita y al pie.

Un nuevo barrio

Es probable que la demanda prevista, calculada años atrás, se quede muy corta con lo que está por venir en el lado Llobregat de Montjuïc. Por citar un ejemplo, el pasado agosto, el gobierno municipal aprobó el proyecto de reparcelación del Sector 6, que permitirá la edificación de 893 nuevas viviendas, de las cuales 424 serán de protección oficial. Además, se construirá un nuevo equipamiento cultural y se creará una plaza pública que integrará mejor el barrio. Es solo una pequeña parte de las 12.000 viviendas que está previsto que se construyan en la Marina del Prat Vermell. El vecindario tenía 1.508 residentes a principios de siglo, ahora son 2.597, un 72% más.

Estación de Badalona | Pompeu Fabra de la L2 de metro

Estación de Badalona de la L2 / Ferran Nadeu

Está previsto, sin embargo, que todo ese parque inmobiliario genere entre 25.000 y 30.000 vecinos nuevos en los próximos 12 años. A los que habría que añadir los que vayan a trabajar al 15% de suelo disponible para levantar nuevas oficinas en el denominado BCN Fira District. A todas luces, un nuevo barrio que requerirá de nuevos servicios, nuevos equipamientos (deportivos, educativos, sanitarios...), nueva oferta de ocio. Y, por supuesto, de un servicio de metro ágil y eficiente que conecte con rapidez con el centro de la ciudad. Pero no solo eso, porque hacia el otro lado, con un salto a la L9, se podrá llegar al aeropuerto en Fira o Parc Logístic.

¿Y fuera de Barcelona?

Adrià Ramírez, presidente de la asociación Promoción del Transporte Público (PTP) celebra el anuncio de la ampliación de la L2, ya que corrige "el pecado original de la L9 de no conectar de manera directa el centro de Barcelona con la Zona Franca y el aeropuerto". Pero lanza una advertencia: "Nos preocupa esta dinámica de muscular el ámbito del Área Metropolitana de Barcelona mientras que el resto del territorio tiene problemas muy importantes de transporte público que no se solucionan con más autovías".