El boom del 'tinder' presencial: el festival Bésame para ligar o conocer gente tendrá siete convocatorias en el área de Barcelona en 2025

Cuerpo a cuerpo. O cara a cara. Una legión de solteros, separados o viudos tienen ganas de conocer a alguien, sea para emparejarse o para encontrar a compañeros o grupos con quien socializar en su tiempo libre. Pero prefieren hacerlo en vivo y en directo. Y las aplicaciones de Tinder, con sus contactos virtuales y (tantas veces) sus desengaños no cuadran con muchos mayores de 40 años. Con esa premisa, el encuentro Bésame Fest, que debutó hace unos meses para conectar presencialmente a cientos de personas sin pareja, regresará en 2025 con siete convocatorias, de las que cinco se celebrarán en el centro de Barcelona.

Las 'speed dating' (donde se interactúa unos minutos con diversos candidatos al ligue) son habituales desde hace años, pero el formato de festival, que conjuga múltiples actividades en formato de grupo y con más componentes lúdicos, es más novedoso. Lo impulsaron Francesca Subirats y su equipo el verano pasado, con varias ediciones de tardeos en la Masía Can Pau en Argentona (Maresme). Su experiencia en la celebración de eventos la llevó a descubrir que había un público ávido de experiencias para interrelacionarse presencialmente y dispuesto a una alternativa a las 'apps' en boga en la última década.

"Las aplicaciones son válidas para mucha gente, pero cada vez hay más personas que nos dicen que están aburridos de esta vía y buscan otro tipo de experiencias", añade. Sobre todo tras la pandemia.

Tardeo

Su propuesta, en versión tardeo, combina 'slow dating' (en modo grupal y sin ir a contrarreloj) e 'impact dating' (con espacio para interactuar en el marco de alguna actividad lúdica, como catas de vinos o actividades deportivas), junto con copas, conciertos y demás parafernalia. Las anteriores convocatorias sirvieron para perfilar aún más el público objetivo: mayor de 40 años, con ganas de socializar y dispuesto a hacer amigos si Cupido no da en la esperada diana.

Subirats cuenta que tras el buen resultado del pasado verano y otoño, dan el salto a la capital catalana, en un espacio que muy pronto revelarán en su web y que se ubica en pleno Passeig de Gràcia. En este enclave celebrarán sus festivales un viernes al mes, a partir de febrero, avanza a este diario. La oferta se completará con otras dos citas en Argentona. Tienen claro que el pequeño formato y el horario de tarde es el idóneo para su 'target', a petición popular: "Prefieren encuentros para no más de 150 o 200 personas, más cercanos", resume.

Sin planes de fin de semana

De hecho, la instigadora del Bésame Fest ha tenido oportunidad de contactar con cientos de interesados, ya que para la inscripción realizan un pequeño cuestionario a los interesados de cara a filtrar grupos por afinidades e intereses. "Hemos visto que mucha gente nos comenta que le gustaría encontrar pareja, pero que sobre todo valoran poder relacionarse y hacer amigos con los que luego poder salir, ir a tomar algo, al cine o a cenar en grupo", resume.

De hecho, cuenta que mucha gente confiesa que, pese a tener una vida muy activa laboralmente, "al llegar el viernes entran en casa y no salen hasta el lunes porque no tienen con quien quedar". Ello no significa que se trate de personas solitarias ni apáticas, sino que, simplemente, "a partir de cierta edad", las oportunidades de quedar y salir se reducen mucho si los amigos de siempre tienen pareja o familia.

Más participación femenina

En esta coyuntura, las quedadas por la tarde triunfan mucho más que la nocturnidad porque a esa hora se sienten más cómodos para tomar algo, participar en actividades organizadas y relajarse un rato, añade. De cara a las próximas convocatorias aún no han especificado las modalidades de entrada y precio, y si las opciones lúdicas se incluirán en paquete o serán opcionales, como en las anteriores ediciones A finales de diciembre se anunciarán en su web besamefest.es

Del bagaje de 2024 concluye que la mujer sigue siendo mucho más activa y participativa en las actividades organizadas –"se apuntan a todo"–, aunque los hombres poco a poco rompen el hielo y se integran en los grupos. El festival abre una vía para verse las caras, romper el hielo, interactuar y conocerse en un entorno seguro, con gente alrededor y sin que el amor o la cama sean la meta esencial de muchos participantes.

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