Proyecto pendiente y controvertido
Las obras del mercado de la Estrella se retrasan y el traslado se pospone a finales de 2025
El Ayuntamiento de Barcelona calcula que la construcción de la carpa en los jardines del Baix Guinardó comenzará durante la próxima primavera y la mudanza se producirá unos dos años después de lo que previó
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Puestos del mercado de la Estrella, en el distrito de Gràcia, en Barcelona / JORDI COTRINA


Jordi Ribalaygue
Jordi RibalayguePeriodista
Periodista especializado en información local de Barcelona y el área metropolitana. Ha trabajado en El Mundo, EFE, Público, Ara, Tot Barcelona y medios locales de Sant Adrià de Besòs y Badalona. Ha colaborado en la redacción del libro 'Objectiu Venus', sobre el barrio de La Mina.
El mercado de la Estrella, situado en el Camp d’en Grassot, espera reforma y traslado desde 2022. Por entonces, se diagnosticó que padece patologías en el techo y la estructura, así como también goteras, pero el Ayuntamiento de Barcelona aún no ha contratado las obras. Los plazos previstos han ido venciendo y el calendario para la mudanza se ha corregido en varias ocasiones. El consistorio dice ahora que los trabajos para alzar el edificio provisional que albergará los puestos de venta se iniciarán en la próxima primavera y que los vendedores serán desplazados “antes de finales de 2025”. Dado que se cuenta que la construcción de la carpa dure unos seis meses, el realojo podría efectuarse en el último trimestre del año que viene. De ser así, se habrá atrasado unos dos años sobre la planificación inicial.
En noviembre de 2022, el consistorio congeló la construcción de un mercado temporal en otro barrio y otro distrito, dentro de los jardines del Baix Guinardó. La exalcaldesa Ada Colau optó por frenarlo a raíz de las protestas vecinales contra la ubicación de la carpa, que conllevaban que parte del parque se perdiera durante unos años al quedar ocupado y que se talaran árboles. Aun así, el bipartito de Barcelona en Comú y PSC que regía el ayuntamiento hasta junio de 2023 acabó reconfirmando que la instalación provisional se levantará en los jardines, pero erigiéndola sobre el lago, emblemático del lugar. La lámina de agua se secará y quedará cubierta durante al menos dos años y medio, el tiempo que se estimó en 2023 que los vendedores pasen en el destierro mientras la Estrella se rehabilita.
La decisión, en la que el ejecutivo de Jaume Collboni se reafirma, disgusta a la asociación vecinal Salvem el Parc, dispuesta a pleitear en contra. Para emprender el litigio, la entidad espera que el consistorio saque la edificación de la carpa a licitación. Se anunció que se produciría hace meses pero aún no ha ocurrido. "Es un sinsentido, es muy turbio e iremos donde haga falta, los vecinos y la asociación tenemos a los abogados a punto para ir a los tribunales y parar esta barbarie", afirma Patrícia Moya, miembro de Salvem el Parc. Sostiene que, "en pleno siglo XXI, no tiene ningún sentido derruir zonas verdes tan importantes dentro de una ciudad y de uso intensivo para miles de ciudadanos".
A la espera de que el pulso se dirima en el juzgado, las obras para comenzar el mercado provisional acumulan retrasos. La presidenta de la asociación de comerciantes de la Estrella, Lourdes Vico, señala que la demora ha supuesto que se hayan cerrado puestos sin hallar relevo. “Ha sido un problema grave, porque ha habido gente que se ha jubilado y no ha podido hacer un traspaso -lamenta-. Es difícil hacerlo en medio de un proceso de transformación. Entre las jubilaciones y mientras se esperaba qué pasaba con el traslado, se han perdido puestos”.
Vico añade que los negocios tienen que trampear sin embarcarse en inversiones para renovar y reparar instalaciones, pendientes del traslado que aguardan. “Si nos hubiésemos ido en 2023, prácticamente ya estaríamos volviendo a estas alturas -piensa-. Nos marcharemos menos a la carpa de los que íbamos a ser en principio. Iremos unos 20, entre un 30% y un 40% menos de los que éramos en el mercado hace unos dos años”.
Vaivén de fechas
Antes de paralizarse el primer plan en noviembre de 2022, se esperaba que los comerciantes fueran reubicados en el Baix Guinardó en enero de 2024. Tras replantearse el emplazamiento de la carpa sin salir de los jardines, el ayuntamiento anunció en marzo de 2023 que los puestos de venta atenderían a los clientes a partir de julio de 2024 en el parque. El cálculo municipal volvió a rectificarse y, en mayo pasado, se confiaba en que los trabajos para construir la carpa empezarían después del verano pasado. Todos esos pronósticos se truncaron.

Puestos cerrados en un pasillo del mercado de la Estrella, en Barcelona. / JORDI COTRINA
El gobierno municipal comenta que ha acabado el proceso de valoración técnica y jurídica de las 132 alegaciones presentadas al proyecto de mercado provisional de la Estrella. "Nos encontramos dentro del período máximo establecido por los protocolos municipales para darles respuesta y eso se hará durante los próximos días", informa el ayuntamiento. Sostiene que la gran cantidad de alegaciones recibidas para revisar la construcción de la carpa ha exigido dedicar “tiempo” a estudiarlas antes de contestarlas.
“Por eso ha cambiado el calendario”, achaca el consistorio. Agrega que "la previsión es iniciar la licitación del contrato de ejecución de las obras tan pronto como se resuelva la aprobación definitiva del proyecto, que es lo que concretará el plazo de ejecución de las obras".
"A día de hoy, no hay ninguna alegación resuelta", se queja Moya. A su vez, opina que el coste para levantar el edificio provisional será "descomunal". "Se gastarán más de siete millones de euros, cuando comenzaron hablando de 2,3 millones. Hay una obsesión por hacer una obra faraónica y una infraestructura gigante dentro del parque, con todo el barrio en contra y cuando la clientela de Gràcia no vendrá a comprar aquí, porque está muy lejos del mercado actual", pronostica. Moya apostilla que, en pocos meses, hará cuatro años que se habla de remodelar la Estrella. "Decían que se tenían que hacer las obras de inmediato pero, en casi cuatro años, no han buscado otra ubicación o una solución para hacer otro proyecto o reubicar los negocios en otros mercados con puestos cerrados", plantea.
Los atrasos han difundido el escepticismo entre las tiendas que siguen levantado la persiana en la Estrella. “Hasta que no comience la licitación y se pueda hablar de fechas más ciertas, no nos las creeremos. Todas las que han salido no se han cumplido. Vivimos al día”, comenta Vico. Explica que el deterioro se manifiesta sobre todo con goteras en el mercado, construido en 1957. “Vienen cada mes a mirar las catas que se hicieron. Hay zonas que no se pueden usar porque se consideran que tienen peligro por las filtraciones de agua”, asegura. Dice palpar “decepción y resignación” entre sus compañeros de plaza. “Si sabes que debes marcharte, no puedes gastarte el dinero que deberías, así que cualquier cosa que nos pase en el puesto es un tormento”, confiesa.
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