En diciembre

Barcelona sacará de nuevo a concurso hasta cuatro restaurantes del Balcón Gastronómico del Port Olímpic

La empresa municipal BSM primará esta vez las propuestas culinarias con una "oferta diferencial" respecto a los seis establecimientos ya abiertos

El Balcón Gastronómico arranca con fuerza en la planta alta pero se ralentiza en la baja

Entramos en el nuevo Balcón Gastronómico del Port Olímpic de Barcelona: cuenta atrás para su apertura

El Balcón Gastronómico del Port Olímpic, cuya planta baja tiene actualmente cuatro de los locales cerrados y uno en obras.

El Balcón Gastronómico del Port Olímpic, cuya planta baja tiene actualmente cuatro de los locales cerrados y uno en obras. / Ferran Nadeu

Patricia Castán

Patricia Castán

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Casi tres meses después de que debutasen los primeros restaurantes del ambicioso Balcón Gastronómico del Port Olímpic, el actual saldo de aperturas es de seis abiertos, uno en recta final de obras y otros cuatro cerrados, cuya futura actividad podría demorarse hasta el próximo verano. Estos últimos se concentran en la planta baja, lo que ha afectado a la escasa actividad en esa zona, frente al dinamismo de la planta superior, como informó este diario el pasado día 3. La celebración de la Copa América llevó a posponer la búsqueda de nuevos operadores, pero la empresa municipal BSM, gestora del recinto, se dispone a abrir un nuevo concurso público en diciembre, que podría aglutinar a los cuatro espacios sin uso, con el fin de que el espectacular balcón despegue conjuntamente por fin con toda la fuerza que estaba prevista.

Uno de los locales que permanecen vacíos en el Balcón Gastronómico.

Uno de los locales que permanecen vacíos en el Balcón Gastronómico. / Ferran Nadeu

Dos de ellos quedaron vacíos la pasada primavera cuando sus arrendatarios optaron por apearse del proyecto por los altos costes. Otros dos siguen adjudicados, pero ambos operadores han comunicado su probable salida del acuerdo, aunque la decisión no es todavía definitiva. Lo que sí está claro es que el ayuntamiento enfocará de otro modo la búsqueda de nuevos operadores. Priorizará en esta ocasión una "oferta diferencial" respecto a los negocios que ya hay en marcha, y que han tenido una buena acogida de público, tanto local como foráneo, en especial los fines de semana y mediodías entre semana.

En una primera fase, se establecieron distintas tipologías de cocina para favorecer la diversidad. La actual oferta ofrece signos distintivos en cada caso, pero a la práctica no faltan los pescados, arroces y platos marineros en buena parte de las cartas, así que BSM es partidaria ahora de abrir más el abanico. Primará este criterio a la hora de elegir entre los proyectos que se presenten a concurso, avanza a este diario su directora, Olga Cerezo. Oferta asiática, italiana o peruana, por ejemplo, encajarían para ampliar el repertorio de sabores.

Calendario desvinculado de la Copa América

En la actualidad, la actividad gastronómica es plena en la planta a ras de calle, donde operan el asador vasco Kresala, el Eldelmar-Hermanos Torres, el singular Tribut de cocina catalana y espectacular interiorismo inspirado en Gaudí y la cocina marinera de siempre del Cangrejo Loco. Este último es el único operador que ya estuvo en el puerto en la etapa anterior a la reforma integral y ya ha ampliado su fiel clientela. Debajo, están abiertos desde verano la cantina Casa Carmen, más informal, y el Superlocal, centrado en el producto de proximidad con platos llenos de gracia. Antes de un mes levantará la persiana Nuara (del grupo familiar de Ca la Nuri), que se demoró al haber tomado el relevo de un operador que también se apeó del proyecto. Y también están operativas las tres tiendas gastronómicas.

Con lo que no contaba BSM a estas alturas, con la Copa América ya celebrada y terminada, era con que dos arrendatarios de la planta inferior se echasen atrás in extremis. Uno es el negocio que iba a llamarse Platets, con oferta de tapas, platillos y vinos y cervezas, y otro era el proyecto liderado por el chef Albert Ventura. Ambos han explicado a este diario que están tomando la decisión final, siendo muy posible que no continúen. En un caso buscan socios capitalistas y en otro un concepto gastronómico que sea competitivo y encaje. Han comunicado su situación a la empresa municipal, que espera una respuesta definitiva en cuestión de días. Contaban con un plazo de cuatro meses para hacer obras y empezar a operar este pasado verano, cuando les fueron entregados los espacios. En uno de ellos se llegaron a realizar las preinstalaciones, pero ninguno llegó a comenzar las obras del diseño interior.

BSM ha optado por esperar a ver si se realizan las renuncias por escrito, para poder sacar una licitación conjunta de los dos locales que no tenían novio, más estos dos llegado el caso. Sería más sencillo realizar toda la tramitación y adjudicación a la vez. Pese a estas renuncias, el ayuntamiento no rebajará ni alterará los precios ni las condiciones iniciales que ya se aplican a los otros establecimientos. Los cuatro en cuestión son iguales en tamaño, con más de 500 metros cuadrados de local y unos 200 de terraza. El municipio estima que pueden acoger a unas 210 personas, aunque dependerá de la separación entre mesas y tipo de oferta que quieran los arrendatarios.

Obras en la terraza de Nuara, del grupo de Ca la Nuri, que abrirá en las próximas semanas.

Obras en la terraza de Nuara, del grupo de Ca la Nuri, que abrirá en las próximas semanas. / Ferran Nadeu

Un año de retraso

El calendario con el que trabajan es dejar un par de meses para el proceso de presentación de candidatos y tomar una decisión a final de febrero o marzo. A partir de ese momento los seleccionados tendrían cuatro meses para acondicionar los locales. De ese modo, estima Cerezo, supuestamente todo el Balcón Gastronómico estaría operativo el próximo verano.

Interior del Cangrejo Loco, el único operador del Port Olímpic que ya estuvo en la anterior etapa.

Interior del Cangrejo Loco, el único operador del Port Olímpic que ya estuvo en la anterior etapa. / Ferran Nadeu

Una de las razones por las que muchos grupos de hostelería no presentaron candidatura y algunos se han ido echando atrás tras haber sido elegidos en el concurso de principios de año son las condiciones y limitaciones sobre la actividad. Los horarios de restaurante implican poder cerrar hasta las 3.00 de la madrugada en fines de semana, pero la música debe tener un volumen moderado y no se puede bailar. No pueden hacer de discotecas, aunque sí ofrecer copas y cócteles hasta esa hora. Cerezo aclara que se pueden celebrar eventos privados con música sin que esta se escuche desde la calle. También hay ciertas reglas en las terrazas para que tengan coherencia en colores y altura de los semicerramientos.

Otro aspecto determinante que ya frenó la respuesta en la primera licitación es el precio de los alquileres, que en general oscila entre los 35.000 y 42.000 euros. Algunos creen que obligan a elevar el tíquet de caja para lograr la rentabilidad sufciente y que están por encima de otros espacios comparables. Pero Cerezo asegura que hicieron un estudio de mercado y que los alquileres son adecuados a la calidad de las instalaciones, el entorno y la inmejorable ubicación ante el mar y en un Port Olímpic renovado de arriba a abajo. Solamente el balcón ha precisado una inversión de casi 16 millones de euros.

Algunos años más de obras

Pese a la reforma que luce el Port Olímpic, y en concreto los muelles de Gregal (donde se ubica la restauración) y de Mestral (donde antaño hubo discotecas y ahora economía azul), todavía faltan un par de años de trabajos diversos. Por un lado se han de reurbanizar los tramos más cercanos al mar de ambos, donde habrá mobiliario, más verde y zonas de juegos infantiles en pequeñas plazas. Se trabaja en el anteproyecto y los trabajos se llevarán a cabo durante todo 2026, en temporada baja para no afectar a los restaurantes. Más adelante, en 2027, se renovará todo el muelle de la Marina, en la parte más cercana al hotel Arts, lo que incluye un nuevo edificio para el CSIC, Mar de Ciencia, como explicó recientemente el alcalde Collboni.

A corto plazo, el próximo año se renovarán los pantalanes del puerto, que serán flotantes. El puerto suele tener una ocupación de embarcaciones del 85%, para dejar espacio a barcos de paso. Tiene unos 700 amarres y siempre lista de espera, señala Cerezo. En cuanto a la nueva vida del Port, explica que el 60% de los locales están firmados, aunque contando a los reservados se llega al 80%.

Los próximos retos son la dinamización del puerto con actividades ciudadanas, como ya sucedió durante la Copa América o la Mercè. En Navidad habrá iluminación especial, pequeños mercadillos y actividades para niños. Y ultiman también un programa de dinamización cultural.

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