En la Marina del Prat Vermell

Un sistema fallido de energía verde deja sin agua caliente durante cuatro años a 68 pisos públicos en Barcelona

Desde que se entregaron las primeras llaves en 2020, los vecinos solo han contado con este suministro básico de forma intermitente

"No se puede vivir así": familias de un bloque público de Barcelona denuncian graves deficiencias

VÍDEO | Un sistema fallido de energía verde deja sin agua caliente durante cuatro años a 68 pisos públicos en Barcelona

Un sistema fallido de energía verde deja sin agua caliente durante cuatro años a 68 pisos públicos en Barcelona / ELISENDA PONS / VÍDEO: EL PERIÓDICO

Gisela Macedo

Gisela Macedo

Barcelona
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"Estamos cada día con miedo a no tener agua caliente. No se puede vivir así". Los vecinos de una promoción de viviendas de protección oficial en el barrio de la Marina del Prat Vermell, en Barcelona, llevan cuatro años prácticamente sin agua caliente ni calefacción. El bloque afectado, que se encuentra en la calle de Cal Cisó, está compuesto por 68 pisos tanto de alquiler como de compra, así como sustitutorios para realojados urbanísticos.

Desde que se entregaron a los primeros vecinos en 2020, solo han contado con estos suministros básicos de forma intermitente, debido a las numerosas averías y costosas reparaciones que ha requerido el sistema con el que funciona: unas instalaciones de biomasa, gestionadas por la empresa público-privada Ecoenergies, que presentan carencias desde el primer día. Tras varios años de constantes problemas, derramas y reclamaciones al promotor del inmueble, el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), las familias han decidido recurrir a la vía judicial y presentar una demanda contra él.

Bloque de pisos de protección oficial de la Marina del Prat Vermell con problemas con el agua caliente y calefacción

Bloque de pisos de protección oficial de la Marina del Prat Vermell con problemas con el agua caliente y calefacción / Elisenda Pons

Cuatro años sin soluciones

Laura Gómez, presidenta de la comunidad de vecinos y una de las primeras en mudarse a un piso de la promoción, en este caso de compra, recuerda cómo en abril de 2020, cuando entró a vivir en su vivienda, ya empezó a notar que el agua caliente fallaba continuamente. Cuando acudieron técnicos a revisarlo, encontraron barro y agua sucia en el sistema de frío y calor. La primera limpieza del sistema costó 5.800 euros.

Gómez es madre de una familia monomarental especial, con una niña de dos años. Para bañarla, se ve obligada a calentar ollas en la cocina. "Me compré una olla grande expresamente para ello", cuenta a este diario, aunque esta solución no le es útil cuando su hija se encuentra mal. La peor situación, recuerda, ocurrió cuando la niña tenía seis meses: se puso enferma en un momento en que estuvieron 22 días seguidos sin agua caliente. "La pediatra me recomendó que, para bajarle la fiebre, la bañara y fuera bajando poco a poco la temperatura con el grifo. No lo pude hacer", lamenta.

Tras cuatro años con el mismo problema, Gómez y sus vecinos han llegado al límite. "Llega un punto en que no puedes más. He comprado piso nuevo y no puedo disfrutar de él. Vivo con miedo de ir a duchar a mi niña esta tarde y ver que solo tengo agua fría. He llegado a sufrir un ataque de ansiedad por este motivo", explica.

A este problema, se suma el mal funcionamiento del sistema de calefacción, que depende de la misma red de biomasa. Para solventarlo, los vecinos del edificio han optado por comprar radiadores eléctricos y calentar así sus hogares.

"Conejillos de indias" de un sistema defectuoso

La Marina del Prat Vermell, barrio en pleno crecimiento y donde más vivienda -y pública- se está construyendo actualmente en la capital catalana, es la primera zona residencial donde se aplica el sistema de biomasa. Se realiza a través de Ecoenergies, que tiene adjudicada la construcción, gestión y mantenimiento de la red de calor y frío en la zona. La biomasa proviene de la poda de Parcs i Jardins y llega a una gran instalación de la Zona Franca, donde se quema en una caldera y genera calor que se utiliza para calentar agua, que se envía por unas tuberías subterráneas a los edificios. Allí, las tuberías ceden su calor a una subestación de intercambio, que lo envía a cada vivienda para dotarla de calefacción y agua caliente sanitaria. Precisamente, lo que no tienen los vecinos de Cal Cisó.

En el informe pericial que acompaña la denuncia de los afectados y que ha sido consultado por este diario, se constata que las viviendas del edificio se viven "situaciones de falta de confort absolutamente intolerables e inadmisibles" y que, transcurridos estos años, "siguen sin solucionarse problemas denunciados desde un primer momento, y que sin duda son objeto de una deficiente realización de los trabajos de instalaciones".

Según el citado informe, la posible causa de los fallos sería que la red pública de agua está prácticamente en cota cero, siendo posible que toda la zona de Cal Cisó sea un punto de acumulación de fangos contenidos en la propia red, que atascan el sistema. A ello hay que sumar el elevado número de construcciones que se están desarrollando en la zona, que provocarían la entrada de arena en las tuberías de la red pública. Por ello, y a pesar de haber realizado minuciosas limpiezas, las averías por obstrucciones vuelven de forma recurrente. Según el perito, se requiere un sistema de filtrado que evite que el agua no tratada genere problemas de funcionamiento.

"En modo alguno parece que se hayan afrontado las soluciones a los problemas origen de las averías. La instalación de agua caliente del edificio no se encuentra preparada para funcionar con el agua de la red pública a la que se tiene acceso en la ubicación donde se encuentra", ratifica el informe pericial.

Subestación de biomasa del bloque de pisos de protección oficial de la Marina del Prat Vermell

Subestación de biomasa del bloque de pisos de protección oficial de la Marina del Prat Vermell / Cedida

Cambio de piezas enfangadas en la subestación de biomasa del bloque de pisos de protección oficial de la Marina del Prat Vermell

Cambio de piezas enfangadas en la subestación de biomasa del bloque de pisos de protección oficial de la Marina del Prat Vermell / Cedida

Con todo, los vecinos denuncian que, además de haber sido los primeros en la zona en probar este sistema fallido, han tenido que asumir el coste y las molestias de su mal funcionamiento. "Hemos sido los conejillos de indias", lamentan las familias entrevistadas por este diario, mientras muestran algunas de las facturas de reparaciones de la subestación, que en algún caso supera los 8.000 euros.

El Consorcio admite fallos

Fuentes del Consorcio de la Zona Franca consultadas por este diario admiten que el sistema presenta deficiencias, y argumentan que, en parte, podrían haber sido ocasionadas por el retraso que acumuló la obra. El edificio ya fue noticia hace un lustro, porque permaneció totalmente parado durante tres años: la obra del edificio finalizó en el 2017, pero no entró a vivir nadie hasta el 2020 por variadas demoras en los trámites burocráticos. Por otro lado, el consorcio defiende que, una vez constituida una comunidad de propietarios en Cal Cisó, el mantenimiento es responsabilidad de ellos. Igualmente, afirma que "no se han desentendido" y que han intervenido en algunas ocasiones, aunque no se haya resuelto el problema de fondo. "Nosotros realizamos algunas reparaciones, pero el mantenimiento del sistema es responsabilidad de la comunidad de propietarios", insisten.

Los residentes, por su parte, sostienen que el sistema nunca ha funcionado correctamente y que los pisos se entregaron con fallos desde el primer día. La presidenta de la comunidad cuenta que, incluso, contratar una empresa de mantenimiento para la subestación de biomasa fue una odisea: "Llegué a llamar a diez empresas; cuando venían y veían lo que había, se iban sin darnos un presupuesto. No querían hacerse cargo, porque se les vendría encima un gran problema", asegura.

Subestación de biomasa de un bloque de protección oficial de la Marina del Prat Vermell

Subestación de biomasa de un bloque de protección focial de la Marina del Prat Vermell / Elisenda Pons

Asimismo, el Consorcio afirma que el sistema de biomasa fue instalado debido a que la normativa del Ayuntamiento de Barcelona así lo exigía. Preguntado por este asunto, fuentes municipales han explicado a este diario que las promociones de esta área deben incorporar medidas de eficiencia energética como la que ofrece la red de calor y frío de Ecoenergies, que cuenta con una central en la Zona Franca-la Marina, promovida por el propio ayuntamiento y que fue instalada en el 2013 para dar servicio a estos dos barrios.

Además, el consistorio indica que actualmente la red de Ecoenergies tiene 745 viviendas conectadas y que se añadirán 1.800 más que están en construcción o planificadas, a lo que habrá que sumar hoteles, oficinas y otros equipamientos.

Largo camino legal

En vista de las deficiencias cronificadas y ante la falta de respuestas efectivas, los vecinos de Cal Cisó han presentado una demanda contra el Consorcio de la Zona Franca. El abogado de los afectados, Eulogio Gallego, del Bufete Euroforo Arasa de Miquel, destaca la situación de precariedad en la que viven muchas de estas personas, algunas de ellas de colectivos vulnerables. También señala con preocupación que "el proceso judicial se puede alargar años, y estas familias no pueden vivir tanto tiempo en estas condiciones". La audiencia previa del juicio está prevista para diciembre del 2025.