Pugna histórica

La restauración de Barcelona logra un apoyo ciudadano récord en defensa de las terrazas: 35.634 firmas

La cruzada entre la FAVB y la patronal sobre los veladores genera una participación histórica y recrudece los ataques

El movimiento vecinal de Barcelona fuerza a debatir que se limite el número de terrazas

El comercio de barrio de Barcelona rechaza rehacer la ordenanza de las terrazas

Una terraza en el paseo del Born, en Barcelona.

Una terraza en el paseo del Born, en Barcelona. / MANU MITRU

Patricia Castán

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Barcelona
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La cruzada que se ha reabierto entre la Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB) y el sector de la restauración va camino de ser la más dura hasta la fecha. El Gremi de Restauració de Barcelona ha contratacado este martes presentando nada menos que 35.634 firmas de apoyo recogidas en apenas un mes en defensa de las terrazas y su actual modelo en Barcelona, marcado el récord local en una iniciativa de participación ciudadana de este tipo. El colectivo presume de no haber tenido que apurar el plazo legal para esta movilización con la que replican una acción similar de la FAVB que se saldó recientemente con 18.000 para reivindicar sustanciales recortes en la normativa vigente. "El combate democrático lo ha ganado el gremio", mantiene su director, Roger Pallarols

La patronal ha aprovechado la rueda de prensa celebrada esta mañana para cuestionar de nuevo el procedimiento llevado a cabo por la federación, ya que los documentos de firma no adjuntaban el texto detallado informando de los drásticos recortes que esta última reclama al Ayuntamiento de Barcelona, han insistido. Ya han solicitado al consistorio que se examinen las supuestas "irregularidades". El gremio denuncia también el "acoso" del que están siendo objeto sus representantes en redes sociales por parte de la "orbita" de la entidad vecinal. "se puede discrepar desde el respeto", ha insistido Pallarols.

En un contexto más tenso que nunca entre ambas entidades, los restauradores han sacado pecho por su poder de movilización y apoyo ciudadano. Su director ha explicado que no quieren abrir una guerra sino "responder a un ataque". Que su campaña de recogida se basaba en apoyar la actividad y la ordenanza actual, sellada en 2018 entre todas las partes, y que ahora quiere modificar la FAVB. La patronal hostelera ha recordado que ya hizo concesiones horarias y sobre el mobiliario de las terrazas para alcanzar un acuerdo, y que si ahora este da marcha atrás volverán a la carga con sus peticiones originales. Incluyendo cuestionar el recorte impulsado ya en zonas calientes como Enric Granados. Ha insistido en que la capital catalana es la gran ciudad española donde "ya se cierran antes".

Los restauradores apoyan la posición del alcalde Jaume Collboni de dejar las cosas como están y no reabrir el debate que ya fue conocido como ‘la guerra de las terrazas’ en el primer periodo de mandato de Ada Colau, y cuando la ciudad había heredado la polémica normativa impulsada por el exalcalde Xavier Trias. Llegar a un consenso fue épico, y reabrirlo no es la prioridad de la ciudad, considera el PSC y otros grupos municipales.

No obstante, la federación de vecinos opina que las molestias que causan muchas terrazas y su “invasión” del espacio público merecen un endurecimiento de las reglas y con ese fin abrió la mencionada recogida de firmas.

Choque de posiciones

Inmediatamente, los hosteleros contratacaron con su propia movilización --Ens veiem a les terrasses--, con una participación récord, que queda por delante de otras iniciativas ciudadanas, como la de la remunicipalización de Barcelona (recabó 26.389 firmas), la anterior campaña Salvem les Terrasses (también del gremio, con 18.138), o la ciudadana sobre el Zoo del siglo XXI, entre otras.

La clave de la respuesta, dice el director del gremio, es haber movilizado por primera vez tanto a restauradores asociados a la patronal como a los que no lo están. Se les han proporcionado folletos en catalán, castellano, inglés, chino y urdú, explicando la situación, y muchos han participado en la recogida de apoyos, a sabiendas de que la facturación en sus veladores es clave para muchos negocios que no sobrevivirían solo con su aforo interior. La reivindicación de la FAVB, entre otros recortes, incluye dos horas menos de actividad, con cierres a las 22.00 horas.

Pero además, Pallarols ha destacado que la defensa de las terrazas “conecta con la mayoría de la población”. Cree que “los barceloneses quieren terrazas y las frecuentan en el día a día sin complejos”. “De hecho no entienden la fijación de algunos respectos a estos puntos de encuentro tan populares”, añade.

Del mal rollo creciente entre ambos bandos da muestra la contundencia del afilado discurso del gremio. No dudan en tildar a la federación vecinal de “lobby privado subvencionado por las administraciones públicas” y de cuestionar su representatividad ciudadana real. Acusan a la entidad de representar solo "a algunos vecinos". "Nosotros hemos financiado nuestra campaña con recursos privados, ellos lo han hecho con recursos públicos", ha acusado.

En este sentido, Pallarols ha destacado que no atenderá al presidente de la FAVB, Camilo Ramos, que lo llamó recientemente, hasta que este no se desmarque de la ofensiva de insultos “y hasta amenazas” contra los representantes de la patronal que se suceden en foros desde la red X, entre otras. Asegura que le llaman "vividor, retrasado, quinqui, hijo de puta" y otros insultos. "Quieren anularnos y no lo conseguirán", sentencia.